Las playas de Asturias están entre las mejores de la Cornisa Cantábrica. Desde pequeñas calas, como la de Guadamía, hasta enormes arenales urbanos como el de San Lorenzo, en Gijón, las playas con encanto de Asturias te enamorarán. Estas son mis 14 favoritas. Si además de playas, quieres ampliar tu ruta por pueblos, santuarios, bosques.., aquí te enseño otros rincones del interior de Asturias de lo más recomendable.
Actualizado por Paco Nadal el 16 de febrero de 2023.
Vista desde el mirador de la Boriza, la playa de Ballota parece una media luna verde y dorada. Una pista de tierra recién abierta la hace más humana, más domesticada. Pero si quitamos este detalle, nada empaña la belleza de una de las playas más salvajes y radiantes del Oriente asturiano (Llanes). En mitad de la rada se alza un islote, cual castillo de piedra.
Confinada entre acantilados y bosques, La Franca es una playa recogida y muy natural, a pesar del hotel y el camping que la preceden. La bajamar deja al descubierto un playazo interminable de arena blanca y fina. De fácil acceso, cuenta con un gran aparcamiento.
A un paso del casco urbano de Llanes, Toró es una de las playas más fotogénicas de Asturias. Quizá por eso se han rodado en ella tantas películas. Extrañas rocas puntiagudas salpican su frente de arena como si hubieran sembrado minas para evitar un desembarco.
Una de las mejores playas urbanas de España y símbolo de Gijón. Kilómetro y medio de suave sílice dorado, con buenos servicios y una alta ocupación. El escaparate hacia el Cantábrico de una ciudad que nació y sigue viviendo abocada al mar y que sirve para pasear a cualquier hora y cualquier día del año.
A solo un kilómetro de Niembro, Torimbia reúne todas las excelencias que una playa del Cantábrico pueda imaginar. Tojos y helechos que llegan casi al borde del arenal, manantiales de agua dulce, abanicos de olas blancas que se deshacen como nubes de algodón y un par de roquedos en cada esquina que cierran su concha de arena blanca. Una de las más apreciadas del concejo.
Más que una playa, Guadamía es un río. Un desfiladero de roca moteada de líquenes y algas por las mareas y horadado por la karstificación de la roca caliza. Todo escoltado por densos bosques de eucaliptos. En bajamar, el fondo de esa quebrada queda plano como un folio de arena dorada. En la pleamar el agua ocupa casi toda su extensión, como si el Cantábrico nos regalase una alargada piscina.
Su fácil acceso desde Berbés y su gran extensión (1,5 km) la hacen muy popular, aunque difícilmente se satura de bañistas. Muy salvaje y natural, es uno de los pocos lugares donde se conserva la mosquita dorada (Linaria supina), una planta que fija los frentes dunares y que está en peligro de extinción. Por eso, La Vega está declarada Monumento Natural. Dispone de servicios y de un par de restaurantes. Y si quieres conocer más y mejor Ribadesella, te recomiendo que leas este post en el que te cuento qué ver en la localidad y en sus alrededores.
Pese a su cercanía al puerto de Avilés, Xagó es un importante enclave ecológico con un importante sistema dunar. Casi dos km de arenal ininterrumpidos, con un par de lagunas interiores y fuerte oleaje, sobre todo en los extremos (los preferidos por los surferos) a los que los avilesinos van todo el año a pasear y a disfrutar de sus grandes espacios abiertos.
La estrecha cinta de asfalto de la carretera de Muros a Cudillero separa como un trazo de grafito el verde intenso del bosque y el dorado suave de la arena de la playa de Aguilar, embutida entre montañas. Cuando sube la marea queda en medio un peñón rocoso aislado, como una isla en miniatura hecha solo de acantilados. En Muros de Nalón puedes encontrar alojamiento relativamente próximo a la playa.
Nada hace presagiar, cuando se avanza por la estrecha carretera que sale de Castañeras, que de repente la rasa verde se va a hundir para dejar, acurrucada entre inhiestos acantilados de piedra amarilla, una cala resguardada y sorprendente, sacada de la chistera de un mago. La playa del Silencio es atípica: canto grueso en vez de arena, compleja aproximación y el horizonte cerrado por los altos cantiles. Si vas a organizar tu visita a Cudillero, uno de pueblos costeros más turísticos de Asturias, puedes reservar tu alojamiento en este enlace.
Desde la ermita de la Regalina se barruntan los atractivos de esta concha de arena orlada de guijarros y rodeada de montañas, con los acantilados del cabo Vidio al fondo. En medio tiene un islote colonizado por miles de gaviotas. Segura, familiar y tranquila, aunque no en pleno agosto.
Marismas, dunas, pinares, salinas y cañaverales. Nada parece faltarle a una de las playas más agrestes del Principado, formada por la desembocadura del río Barayo. Hay que caminar unos 15 minutos desde donde se deja el coche, lo que ayuda a su preservación.
Ubicada a mitad de camino entre Tapia de Casariego y Castropol, Mexota (también conocida como A Mixota) es una playa pequeña y salvaje y sin ningún servicio, muy popular entre los nudistas. Está partida en dos por un curioso islote y en bajamar parece una prolongación de la de Serrantes.
Son las dos playas más famosas del concejo de Castropol, en la desembocadura de la ría del Eo. Arnao ofrece su abrigo al nordeste, el viento predominante de la zona, por lo que aunque tiene poco servicios, es muy popular en verano. Penarronda, así conocida por la característica roca que la domina, es más abierta al mar y popular, famosa entre los surferos. Tiene suficiente espacio para aparcar, un camping y un par de bares.