Senegal es un país distinto al que puedas encontrar en el resto del continente. No es tan espectacular paisajísticamente como otros destinos africanos famosos, pero su gente y su cultura compensan un viaje hasta este lugar de la costa atlántica. Su capital, Dakar, o la isla de Gorea y la triste historia que la acompañó durante la época colonial son dos paradas obligadas. También, reservas como la de Bandia o Fathala, en las que disfrutar de un safari en busca de fauna africana o el parque nacional del delta de Saloum. Y una curiosidad de la naturaleza, el lago Rosa.