Llanes es la referencia del turismo en la costa oriental de Asturias. Una villa señorial, cargada de historias relacionadas con el mar y los indianos. Y con algunas de las mejores playas de Asturias. Hay muchas cosas que ver y hacer en Llanes y su concejo. Desde disfrutar de su puerto y los Cubos de la Memoria de Agustín Ibarrola a hacer una ruta por el Llanes de cine (aquí se han rodado infinidad de largomentrajes y series), comer buen pescado en los restaurantes del puerto o hacer senderismo por las pequeñas aldeas y acantilados del Paisaje Protegido de la Costa Oriental.
Actualizado por Paco Nadal el 24 de febrero de 2023.
Pueblo de navegantes y pescadores, Llanes es el gran polo turístico del oriente astur. Sus orígenes son remotos y siempre relacionados con el mar. Date un paseo primero por el centro histórico, que conserva importantes edificios, como la iglesia románico-gótico de Santa María, el Ayuntamiento y el Casino, restos de la vieja muralla, construida en el primer tercio del siglo XIII tras la concesión por parte de Alfonso IX de la carta puebla a la localidad, y un sólido torreón medieval del siglo XIII, declarado monumento nacional. De aquella época data también el palacio de Gastañaga, en la esquina de la calle Mayor y la plaza de Santa Ana: el edificio civil más importante, superviviente de los terribles incendios de 1409 y 1509 que asolaron la mayoría de edificios de Llanes. Luego está el Llanes nobiliario, con sus casonas y palacios diseminados por todo el concejo, crecido al amparo de la moda del veraneo entre las clases pudientes de principios de siglo XX. Hay también muchas casas de indianos, construidas en su mayoría en los años de la emigración. Y es que Llanes es uno de los concejos que más sufrió el episodio de la emigración. Son famosas las colonias de llaniscos en México y Venezuela.
Dónde: plaza de Santa Ana, en el corazón del Llanes medieval.
Hay un Llanes marinero con heroicos episodios en la pesca de la ballena y presencia de navegantes llaniscos en las flotas de la Reconquista y el Descubrimiento del Nuevo Mundo. Su puerto, que fue uno de los más activos de la zona, es otro buen lugar para pasear a cualquier hora del día y un sitio siempre con buen ambiente donde apreciar el espectáculo de las mareas haciendo subir y bajar las embarcaciones. Te recomiendo continuar después hasta el paseo de San Pedro, una especie de malecón elevado y alfombrado de hierba que empieza en la playa del Sablón y discurre a lo largo de un acantilado con vistas estupendas a la ciudad y al Cantábrico.
Dónde: puerto / pº de San Pedro.
El puerto de Llanes cuenta con la decoración más original de rada alguna. El pintor vasco Agustín Ibarrola, creador del Bosque Animado de Oma, intervino entre 2001 y 2006 sobre más de 600 caras de los bloques de cemento que forman la escollera del puerto pintando figuras geométricas, elementos abstractos, líneas de fuga y objetos reales hasta crear un decorado único lleno de interpretaciones, una de las mejores creaciones del land art en nuestro país. Vista de lejos, la intervención asombra (o asombraba) por el destello de colores vivos que emergen entre los azules clásicos de un paisaje marino. Vista de cerca, desde el paseo marítimo al que el público puede acceder a diario y de forma gratuita, se aprecia la osadía del autor, que supo plasmar tres tipos de memoria: la del arte, la del artista y la del territorio. Los Cubos de la Memoria son desde entonces el emblema de Llanes y trasformaron una fría dársena pesquera en el paisaje más colorido y atrevido del Cantábrico. Por desgracia, el tiempo y el mar han ido degastando los colores y el monumento está a la espera de que el Ayuntamiento encuentre financiación para restaurarlo y devolverle su luminosidad inicial.
Dónde: Los Cubos de la Memoria.
Pero lo que más define el Llanes actual es su atractivo turístico, labrado en torno a sus muchas y bellas playas. Las más cercanas son la playa del Sablón, que está en el mismo casco urbano (y por tanto, también es la de mayor ocupación siempre), y la bellísima playa de Toró, a la que se accede a pie desde el puerto, con sus pináculos de piedra que quedan al descubierto en la bajamar y que han sido inmortalizados en numerosas películas. Al inicio de este post te recomendaba la lectura de Las 14 mejores playas de Asturias. Te será útil para este punto y el siguiente.
El concejo llanisco acoge también playas bellísimas y célebres. La más famosa es la playa de Ballota, una media luna de arena dorada y cercada por bosque y acantilado, a cuatro kilómetros de la capital del concejo, entre Cué y Andrín. El paisaje es casi perfecto, con el islote de Castro en mitad de la rada y los mullidos prados asturianos desplegados hasta el límite de la arena. La mejor vista panorámica se tiene desde el cercano mirador de La Boriza. Otra espectacular y muy natural es la playa de Torimbia, en Niembro, a 13 kilómetros al oeste de Llanes. Es una playa aislada, sin construcciones, declarada paisaje protegido y muy apreciada por nudistas. También recomendables son la playa de San Antolín, en Naves (15 kilómetros al oeste de Llanes), un playazo también natural, de más de un kilómetros de longitud, pero con fuerte oleaje. Y la contigua playa de Gulpiyuri, una calita pequeña y encontadora a la que se llega a pie desde la playa de San Antolín. Para ir con niños te recomiendo la playa de Poo y la playa de Barro.
El concejo de Llanes y, sobre todo, sus playas han sido objeto de deseo del cine. Hasta 18 largometrajes, tres series de televisión y un corto han sido rodados en escenarios naturales del concejo llanisco. El Ayuntamiento ha creada la ruta Llanes de cine para visitar hasta 25 lugares que sirvieron de set cinematográfico. El orfanato de Juan Antonio Bayona utilizó el viejo palacio de Partarríu. En la playa de Toró, una de las más fotogénicas, se han rodado escenas de La balsa de piedra (George Sluizer), El abuelo (José Luis Garci), El detective y la muerte y Aoom (ambas de Gonzalo Suárez). En la playa de la Ballota se rodó El detective y la muerte y Estirpe de tritones (Julio Suárez). La playa de Borizu aparece en You’ re the one (José Luis Garci) y la de playa de Barro en El portero (Gonzalo Suárez), Historia de un beso (José Luis Garci) y La señora (Luis María Güell). En la oficina de Turismo disponen de un folleto explicativo con mapa; también en llanesdecine.com.
Al este de Llanes, saliendo por la A-8 o por la N-634 en dirección a Unquera y hasta la desembocadura del río Deva, frontera con Cantabria, se extiende una de las porciones de costa más bellas y salvajes de Asturias. Buena parte de ella está englobada en el Paisaje protegido de la Costa Oriental. Su mayor valor es el paisaje, formado por playas, acantilados y sierras rasas, como se conoce a las zonas de roca caliza y perfil plano en la que aparece de nuevo el fenómeno de los bufones. Los más famosos de esta zona al este de Llanes son los los bufones de Arenillas, cuyo chorro de agua atomizada puede alcanzar hasta 40 metros de altura, y a los que se accede desde la localidad de Puertas de Vidiago. Cerca están también los bufones de Santiuste (aún en el término municipal de Llanes). Ya no hay grandes núcleos de población y sí playas solitarias como las de Pendueles y Buelna y sobre todo la bellísima playa de La Franca (en el concejo de Ribadedeva). Es también una buena oportunidad para aventurarte a una experiencia de paddlesurf o descenso por el río Deva.
Desde Llanes merece la pena salir hacia el oeste por pequeñas carreteritas locales que llevan a pueblos y playas con encanto, como Poo, Celorio, Naves, donde está la playa de Torimbia, o San Antolín y la playa homónima. Más adelante aparecen Niembro y Barro, otras dos pequeñas localidades costeras con buenas playas y restaurantes. Pero la foto más impactate de esta ruta la vas a encontrar en la carreterita que va de Barro a Niembro rodeando la ría, y por la que discurre el Camino de Santiago del Norte. Subida a un otero aparece la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores (en la foto). No es el templo más grande ni más espectacular de Asturias. Pero tiene una de las la ubicaciones más hermosas: se levanta solitaria sobre un pequeño promontorio al que rodea la ría. Cuando la pleamar colmata la marisma, el agua lame el muro que rodea la iglesia y el cementerio anexo y el conjunto se refleja entonces como una fotografía idílica sobre las aguas calmas de la ría. Una estampa onírica, relajante, sacada de un cuadro costumbrista o de la acuarela de un paisajista. Sencillez de líneas, pureza de espíritu. La Asturias más rural y recóndita reflejada en una humilde postal en la que nada sobra ni nada falta.
También al oeste de Llanes, a 23 kilómetros, en la parroquia de Pría (salida por la A-8 hacia Nueva y Pría), en los acantilados que bordean la playa de Guadamía, se puede ver uno de los mayores campos de bufones. Los bufones son pequeñas grietas y oquedades verticales en la roca caliza de los acantilados que comunican la superficie con cuevas marinas; cuando el oleaje lanza sus violentos golpes de mar contra esas cuevas, el agua entra por los bufones y sale a presión por arriba, como si fuera un geiser. El fenómeno genera unos ruidos tan extraños que antaño se atribuían a los diablos del mar. En asturiano se les dice bramadoriu. Para llegar a los bufones de Pría hay que aparcar en Llames de Pría y seguir la señalización. Existe un sendero circular señalizado, el PR AS-57, que recorre los principales bufones de esta zona. El fenómeno solo ocurre en días de fuerte oleaje, principalmente en otoño e invierno.
Dónde: bufones de Pría.