Ribadesella es una de las localidades más dedicadas al turismo de la costa Oriental de Asturias. El largo puente sobre el río Sella, balcón privilegiado para los atardeceres sobre la ría, da paso a esta villa histórica, meta también del famoso Descenso Internacional del Sella, la gran fiesta del piragüismo. Te cuento qué ver y qué hacer en Ribadesella, con excursiones por las playas, pueblos con encanto y bufones de los alrededores.
Actualizado por Paco Nadal el 27 de febrero de 2023.
Ribadesella se divide en dos partes bien diferenciadas. La ciudad vieja se levanta en la margen derecha de la ría, alrededor del puerto y constreñida en el exiguo terreno que queda entre el mar y la montaña. Esta zona aún conserva antiguas callejas de trazado medieval y otras muchas correspondientes al ensanche decimonónico, buena parte de ellas peatonales, lo que contribuye a que siempre haya buen ambiente y muchas y animadas terrazas en el casco histórico de Ribadesella. El centro de esta zona vieja es la plaza reina María Cristina, donde está el antiguo el palacio de Prieto-Cutre, del siglo XVI, hoy sede del Ayuntamiento, con una interesante fachada renacentista. También es agradable la plaza de la Iglesia, aunque el templo es de factura actual. Otras calles populares y con ambiente son la calle Oscura, la calle Infante y todo el barrio del Portiellu. Repartidos por esta zona vieja hay otras casonas y palacetes de los siglos XVI a XVIII, sobre todo en la calle López Muñiz, reconocible por sus soportales.
Dónde: plaza Reina María Cristina.
Al otro lado del puente esta la Ribadesella residencial de El Arenal, crecida a lo largo del siglo XX, cuando doña María Josefa Argüelles, hija del primer marqués de Argüelles, puso de moda entre la burguesía asturiana del interior las vacaciones estivales en Ribadesella. Así fueron surgiendo las residencias y palacetes modernistas y afrancesados que aún hoy decoran la fachada marítima de la playa de Santa Marina. Varios de ellos se han reconvertido en hotel; es el caso del palacete de la señora Argüelles (de 1904) hoy Gran Hotel del Sella, y del hotel Villa Rosario (de 1914). En el acantilado que hay al final de la playa se localizó otro conjunto de icnitas; son visitables en marea baja.
Dónde: playa de Santa Marina.
El pasatiempo favorito en Ribadesella, además del tapeo en las agradables terrazas del casco peatonal, es pasear a lo largo de la ría. La zona comprendida entre el puente y el barrio pesquero se le conoce como paseo del Muelle; suele haber siempre barcos de pesca y marineros en sus quehaceres. La continuación hasta el final del Monte Corveru es el paseo de la Grúa, una zona también muy agradable de la villa. A mitad de paseo puede verse La Fuentina, escultura que representa a una xana y a dos osos mitológicos; la acompañan unos paneles informativos alusivos a la mitología astur.
Dónde: paseo de la Grúa.
Situada a escasa distancia del casco urbano, en la margen izquierda de la ría, esta cueva natural alberga otro de los tesoros del arte rupestre europeo. El acceso original está en la otra parte del monte, hacia Ardines, pero en 1970 se perforó un túnel para abrir otra entrada más cerca de la villa. Los hombres del Paleolítico superior (22.000 años a. C) que la usaban como habitación pintaron en su interior detalladas escenas de caza que representan caballos, uros, bisontes, renos, bóvidos… Su valor radica en la calidad de las pinturas, en el tamaño de las figuras (algunas de hasta 2 metros) y en la cantidad de ellas que han llegado a nuestros días. Están hechas con pigmentos negros, rojos, violetas y tierras. Para darles volumen y realismo, los artistas del Paleolítico modelaron las figuras con un claroscuro a base de esfumados. Muchas de ellas están además grabadas. Otra de las maravillas que hace única a Tito Bustillo y su entorno es la existencia de salas dedicadas únicamente a la representación del órgano genital femenino, el famoso Camarín de las Vulvas. En la cercana cueva de la Lloseta, que pertenece al mismo conjunto cavernícola, se halló en cambio una sala dedicada solo a órganos sexuales masculinos. Un caso excepcional en el arte rupestre. Otra zona de especial interés de la cueva es la Galería Principal, con escenas de caballos y renos de gran tamaño.
Dónde: Cueva de Tito Bustillo.
Horario: del 22 de marzo al 29 de octubre de 2023, de miércoles a domingo, de 10:15 horas (primer pase) a 17:00 horas (último pase). Cerrado, lunes y martes y 5 y 6 de agosto.
Entradas: para accecer a la Cueva de Tito Bustillo lo mejor es que organices tu visita a través del enlace de su página oficial.
Saliendo de Ribadesella por la N-632, en dirección a Gijón, se pueden encontrar varias playas muy recomendables. La primera sería el conjunto de las playas de Vega, Berbes y La Sierra, un alargado y salvaje arenal de más de kilómetro y medio entre los pueblos del mismo nombre. Está declarada Monumento Natural por la rica fauna y flora que vive en sus dunas. Dispone de servicios y de un par de restaurantes. En el cercano pueblo de Vega se conservan unos cuantos hórreos centenarios. Más adelante aparece el Arenal de Morís, rodeado de bosques y prados que llegan casi a la misma arena; cuenta con un bar que abre en veranos y fines de semana. La última es la playa de la Espasa, que tiene medio kilómetro de longitud y es fácilmente accesible ya que está al aldo de la nacional. Además, puedes leer todo lo relativo a mi selección de las mejores playas de Asturias.
Dónde: playas de Vega, Berbes y La Sierra / Arenal de Morís.
Siguiendo por la N-632 (o por la autopista A-8), siempre dirección a Gijón, se llega a este pequeño pueblo pesquero, uno de los más pintorescos de toda Asturias. Lastres fue siempre un pueblo lleno de encanto pero su fama se disparó cuando se rodó en él parte de la serie Doctor Mateo. Se organiza en torno a una compleja red de pequeñas, estrechas y enrevesadas callejuelas pobladas por casas con corredores de madera y galerías acristaladas, típicas de la arquitectura popular asturiana. Una estampa entrañable que ha merecido la catalogación de Conjunto Histórico. Paso obligado es la calle Real, donde mejor se pueden contemplar las casas populares. Para visitar las casonas señoriales hay que ir al barrio de la Fontana, donde se conservan palacetes fechados entre los siglos XVII y XVIII y decorados con escudos de armas. El barrio debe el nombre a su famosa fuente neoclásica con dos caños construida en 1784. Pero sin duda, el edificio más emblemático de Lastres es la torre del Reloj (1751), con cuatro pisos, donde se combinan las funciones de campanario y torre de vigilancia. Al igual que otros muchos pueblos de la costa asturiana, Lastres dio cobijo a valerosos pescadores dedicados a la captura de ballenas. Estos residían en una zona aún hoy conocida como el barrio de los Balleneros. Hay que ir a dar un paseo por el puerto pesquero al caer la tarde, cuando los barcos vuelven a tierra y venden sus capturas en la lonja de la Cofradía de Pescadores.
Dónde: Lastres.
Hace 150 millones de años, el tramo de costa entre Ribadesella y Lastres, era bien distinto. En vez de acantilados marinos había zonas pantanosas por las que deambulaban dinosaurios de varias especies. Algunas de sus huellas se fosilizaron dejando evidencia de su paso para la posteridad. Hasta nueve yacimientos de icnitas (huellas) se han localizado en estel tramo de costa. Una de los más accesibles está en la playa de La Griega, al este de Lastres. Otro de los importantes es el de los acantilados de Teñeres, al final de la playa de Santa Marina, al oeste de Villaviciosa. Recomendables son también los de la playa de Merón, cerca de Tazones. Para sabe más conviene visitar el Museo del Jurásico de Asturias, ubicado en la rasa de San Pedro, entre Lastres y Colunga, tematizado con réplicas de dinosaurios y una colección de 8.000 piezas de fósiles de dinosaurios del Jurásico.
Dónde: Museo Jurásico de Asturias. Rasa de San Telmo, s/n. Colunga.
Horario: Para organizar tu visita consulta los horarios en la página oficial del centro.
Entrada: general, 7,21 €. Reducida: 4,75 € (familia numerosa, personas con diversidad funcional, mayores de 65 años, menores de 4 a 11 años...). Los miércoles, la entrada es gratuita.
A 9 kilómetros de Ribadesella (salida por la A-8 hacia Nueva y Pría), en los acantilados que bordean la playa de Guadamía, se puede ver uno de los mayores campos de bufones. Los bufones son pequeñas grietas y oquedades verticales en la roca caliza de los acantilados que comunican la superficie con cuevas marinas; cuando el oleaje lanza sus violentos golpes de mar contra esas cuevas, el agua entra por los bufones y sale a presión por arriba, como si fuera un géiser. El fenómeno genera unos ruidos tan extraños que antaño se atribuían a los diablos del mar. En asturiano se les dice bramadoriu. Para llegar a los bufones hay que aparcar en Llames de Pría y seguir la señalización. Existe un sendero circular señalizado, el PR AS-57, que recorre los principales bufones de esta zona. El fenómeno solo ocurre en días de fuerte oleaje, principalmente en otoño e invierno.
Dónde: bufones de Pría. Llanes de Pría.