Con dos mil años de historia a cuestas, Gijón es uno de mis rincones preferidos de Asturias. Una ciudad que ha visto pasar todo tipo de viajeros, incluidos los peregrinos a Compostela que llegaban por el Camino del Norte. Gijón es una ciudad portuaria, industrial, progresista e ilustrada y abierta al mar, con una de las playas urbanas más bonitas de España, un largo paseo marítimo por el que es una delicia pasear y un casco histórico lleno de calles peatonales, museos y sidrerías. Este es un listado de sitios que ver en Gijón.
Actualizado por Paco Nadal el 22 de febrero de 2023.
El barrio de Cimavilla, en la parte más estrecha del istmo que forma el cerro de Santa Catalina, es el núcleo antiguo de la urbe, donde se instaló una primera tribu astur y más tarde, sobre ella, un campamento romano que llegaría a ser ciudadela amurallada. Cimavilla (o Cimadevilla) es el barrio viejo, de pescadores, que despliega sus callejuelas estrechas por la ladera del cerro; también una zona concurrida de bares y sidrerías, el lugar al que acuden los gijoneses en busca de ocio nocturno. Hay dos partes bien diferenciadas: abajo, en torno a la plaza Mayor, se concentra la mayor actividad urbana; por su parte, las callejas de la zona alta son zona residencial o de tránsito hacia la Atalaya, que poco a poco está siendo recuperada tras la degradación que sufrió durante la época dura de la actividad industrial y su posterior reconversión. En mi vídeo cuento todo lo que no te puedes perder en Cimavilla para descubrir la esencia de Gijón/Xixón.
Dónde: Cimavilla.
Un lugar de paso obligado en todas las rutas urbanas. En la plaza Mayor se encuentra el edificio del Ayuntamiento, fechado en 1865. Peatonal, de planta rectangular y porticada por tres de sus lados (el cuarto no se llegó a completar en su momento), cuenta con un elevado número de chigres —sidrerías—, bares y cafeterías que la convierten en el lugar más animado del viejo Gijón al caer la tarde y un punto de encuentro obligado. Para recorrer Cimavilla (el primer punto de esta visita), las calles del centro, el puerto deportivo, degustar una sidra y mucho más puedes apuntarte a una visita guiada por Gijón o sumarte a un free tour. Es una buena manera de no perderse nada (o casi nada) de la ciudad.
Dónde: Plaza Mayor.
Desde la plaza Mayor de Gijón y en un par de pasos (dado lo exiguo del istmo en este punto) llegas a la plaza del Marqués de San Esteban, al otro costado del cerro, presidida por una enorme estatua de don Pelayo. La plaza termina en el puerto deportivo y la dársena del Fomentín, que ponen una nota de actividad y color marinero. A ella se asoma también la fachada principal del palacio de Revillagigedo, hito monumental de Gijón. Fue construido entre 1704 y 1721 por el primer conde de San Esteban del Mar aprovechando una torre fortificada medieval (la de la derecha). Para cuadrar la simetría del conjunto se construyó la segunda torre que ves, a imitación de la primera. Es uno de los grandes edificios barrocos de Asturias, con una densa y elaborada decoración. Fue restaurado para acoger el Centro Cultural Palacio de Revillagigedo, dedicado al arte contemporáneo y con un programa de exposiciones temporales, conferencias y actividades escénicas y musicales. Anexa al palacio está la colegiata de San Juan Bautista, también del siglo XVIII, que se utiliza para exposiciones temporales. Ambos están gestionados por la Fundación Cajastur.
Dónde: palacio de Revillagigedo (plaza del Marqués, 2) / Colegiata de San Juan Bautista (calle Colegiata).
Desde la plaza del Marqués puedes tomar el paseo de Claudio Alvargonzález, en paralelo al mar y a los pantalanes del puerto deportivo. Esta es una zona muy agradable de paseo y muy frecuentada por los gijoneses. A la derecha suben estrechas calles hacia la plaza de la Soledad y la zona alta de Cimadevilla. Al final del paseo empieza la Subida al Cerro, una cuesta ajardinada que lleva hasta lo alto del cerro de Santa Catalina. A la izquierda se han reconstruido parte del Fuerte Viejo, una atalaya defensiva del siglo XVII que defendía la entrada al puerto. Quedan restos de los muros y dos cañones de la batería de Santa Catalina recolocados en este lugar tras la rehabilitación. Desde aquí tendrás unas vistas magníficas de Gijón y su bahía, por la que, además, puedes realizar un paseo en barco.
Toda la zona alta de Cimadevilla, unos 70.000 m2 de peñón rocoso abocado al mar, se recuperó como un gran parque urbano, con deliciosas praderas, senderos, bancos, un auditorio y las mejores vistas de Gijón y sus dos Conchas: la playa de San Lorenzo, por un lado, y el puerto del Musel, por otro. Uno de los mejores lugares de la ciudad para deambular en un día soleado. Pueden verse aún las construcciones de las viejas baterías costeras, aunque el emblema del cerro y de todo Gijón es Elogio del horizonte, la gran escultura de 10 metros de altura y 500 toneladas de peso del escultor vasco Eduardo Chillida que marca la cima del cerro. Está hecha en hormigón armado y simboliza unos brazos que unen la tierra y el cielo en un horizonte abierto como el que tiene delante.
Si bajas del cerro por su lado oriental llegas a la cabecera de la playa de San Lorenzo y la iglesia de San Pedro Apóstol, que compone una estampa perfecta cuando se ve al atardecer desde cualquier punto de la gran playa urbana de Gijón. Es la iglesia mayor de la ciudad, aunque su imagen actual, completamente reformada en 1901, tiene poco que ver con la original del siglo XV. En ella fue bautizado Gaspar Melchor de Jovellanos. Junto a la iglesia aparecieron, al excavar para construir el alcantarillado, restos de las antiguas termas romanas (te cuento un poco más abajo).
Dónde: Iglesia de San Pedro. Tránsito Campo Valdés, s/n.
Horario: de lunes a domingo, de 9:30 a 13:00 y de 17:30 a 20:00 horas. En este horario, naturalmente, se celebran las misas y otros oficios.
Gaspar Melchor de Jovellanos, escritor y político ilustrado, nació el 5 de enero de 1744 en una casa de Cimadevilla, en la plaza que hoy lleva su nombre, muy cerca de la iglesia de San Pedro. La casona, un edificio palaciego asturiano de principios de siglo XVI acoge ahora el Museo Casa Natal de Jovellanos, dedicado a la obra y vida de este pensador asturiano, hombre avanzado a su tiempo que, como político y como intelectual, luchó por hacer una sociedad más justa e igualitaria. Otras salas acogen pintura asturiana de los siglos XIX y XX y en la última, el Retablo del Mar, un relieve en madera policromada de Sebastián Miranda que representa la actividad de un día cualquiera de la rula o lonja de Gijón en 1933, con personajes reales de la época.
Dónde: Plaza de Jovellanos, s/n.
Horario: de martes a viernes, de 9:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:30 h. Sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:30 h. Lunes, cerrado.
Entrada: gratuita.
Situado cerca de la playa de Poniente, este pequeño, pero interesante acuario, permite hacer un recorrido por los fondos marinos de los diversos mares: el Cantábrico, el Caribe, el Indo Pacífico, el Rojo e, incluso, el Ártico. Hay más de 4.000 especies marinas, un gran estanque con tiburones, otro con pingüinos de Magallanes, arrecifes de coral… y así hasta un total de 60 grandes peceras de agua dulce y salada. Un buen lugar para ir con niños. El acuario fue una de las apuestas para reacondicionar y recuperar toda esta zona de la playa de Poniente. Cerca de ahí también encontrarás el Museo del Ferrocarril, que aprovecha la antigua Estación del Norte (1874), con un millar de piezas expuestas, entre ellas viejas locomotoras y vagones.
Dónde: BIOPARC. Acuario de Gijón. Playa de Poniente, s/n / Museo del Ferrocarril de Asturias. Plaza Estación del Norte, s/n.
Horario y tarifas: el acuario abre todos los días a partir de las 10:30 horas, pero te recomiendo que si quieres visitarlo, te organices mejor consultando en su página los horarios y los precios de las entradas / el museo del ferrocarril es gratuito y su horario de octubre a marzo es de 9:30 a 18:30 de martes a viernes. Sábado, domingos y festivos, desde las 10:00 h. De abril a septiembre, de 10:00 a 19:00 h. y los sábados, domingos y festivos, desde las 10:30 h. Lunes, cerrado.
Cuando el viejo entramado medieval de Cimadevilla se quedó pequeño, se planteó un primer ensanche de la ciudad con avenidas rectilíneas de planimetría cuadriculada. Es el Carmen, el barrio comercial y más activo de la ciudad, que cuenta con viales tan concurridos como la calle San Bernardo, la calle Moros, la famosa calle Corrida o las calles Instituto y Merced. Tendría su límite, por un extremo, en la avenida Jovellanos, por otro, en los jardines del Náutico y la playa de San Lorenzo y, por un tercero, en la plaza del Carmen. Es el barrio de los cafés, de las boutiques, de las tiendas de moda y complementos y del bullicio comercial; lo que algunos han dado en llamar el SoHo gijonés. Abundan asimismo edificios de interés, como el teatro Jovellanos, en la calle Cabrales, un histórico de la escena española, inaugurado en 1899 y referente cultural de la ciudad. El n.º 1 de la calle Corrida ofrece una fachada en el mejor estilo art-nouveau. También son destacables el n.º 5 de esa misma calle; el edificio de La vasco-astuariana, en el 29 de la calle San Bernardo; la fachada tradicional del 16 de la calle Moros o el edificio de la Gota de Leche (antigua maternidad de 1925), en la calle Palacio Valdés, 2.
Así se conoce en Gijón al paseo marítimo que bordea la playa de San Lorenzo, uno de los mejores arenales urbanos de España. El muro de San Lorenzo es la gran feria de muestras de Gijón, el lugar por el que pasar al menos una vez al día, el distribuidor de todas las rutas urbanas, a un paso siempre de cualquier destino. Cumple las veces de escaparate al Cantábrico y sirve para pasear a cualquier hora, para deambular con la mirada puesta en la iglesia de San Pedro —que con su estilizado campanario domina siempre la escena—, para disfrutar del tremendo ambiente estival de una ciudad que nació y sigue viviendo de cara al mar. Abajo, la playa de San Lorenzo se despliega como una media luna de 1,8 km de suave sílice dorado que incita al baño, al paseo o a la holganza. Tiene una alta ocupación, sobre todo los fines de semana de verano, y está dotada con excelentes servicios. El muro cuenta con varias escaleras para acceder a la playa, siempre con peldaños de piedra caliza, farolas, barandillas y pasamanos de fundición, que sirven también para ubicarse. Ah, y es el espacio principal para disfrutar de la gran noche de fuegos artificiales, del 14 al 15 de agosto, en la Semana Grande de la ciudad.
Una de las cosas que más me gusta de Gijón es que, a pesar de ser una gran ciudad, el campo y la montaña se meten en ella. Hay una red de senderos peatonales y ciclistas que en 5 minutos y desde el centro de la ciudad te permiten estar en lo más bello del prado y de la montaña astur. La senda verde del río Piles tiene 9 kilómetros y va desde la playa de San Lorenzo hasta el pueblito de La Camocha. Es un sendero ancho bien trazado, rodeado de vegetación, muy frecuentado por senderistas y ciclistas; muy sencillo de coger desde la ciudad, te lo recomiendo Y si te gusta pasear mirando el mar, debes saber que el muro de San Lorenzo llega hasta la desembocadura del río Piles. Pero no acaban ahí las posibilidades de seguir caminando junto al mar. Hace ya varios años se completó un proyecto largamente acariciado para dotar a Gijón de una fachada senderista de cara al mar. Tras San Lorenzo empieza el paseo del Rinconín, que se prolonga 1,2 kilómetros. Este empalma, una vez pasado el camping, con el sendero del Cervigón, un tramo de senda de unos tres metros de ancho que llega hasta la playa de La Ñora. En total 10,3 kilómetros de maravilloso paseo marítimo dotado con áreas de descanso, bancos, fuentes, miradores e iluminación nocturna que utilizan a diario cientos de personas para hacer deporte y para pasear. ¿Quieres subir un poco más alto para disfrutar de unas magnificas vistas de Gijón y sus alredores? Entonces tu plan es un vuelo en parapente sobre Gijón.
Entre 1946 y 1956 el franquismo construyó a las afueras de Gijón, en Cabueñes, el edifico más grande de España y la obra civil más ambiciosa del siglo XX: la Universidad Laboral de Gijón, un complejo de 270.000 m2 pensado originalmente como internado para huérfanos de mineros y que terminó siendo la primera Universidad “obrera” del país. El impresionante edificio de granito contaba con un teatro de fachada clásica, una torre de más de 90 m. que se ve desde cualquier rincón del municipio, una iglesia (considerada la más grande del mundo de las de planta elíptica), un patio central que el arquitecto, Luis Moya, quiso que tuviera las mismas dimensiones que la plaza de San Marcos de Venecia, talleres, granjas, campos de cultivo y residencia para mil alumnos. Su misión como centro de formación laboral acabó en la década de los ochenta y, tras muchos años cerrado, el conjunto se ha rehabilitado y vio la luz en 2007 para nuevos usos. Hoy, Laboral Ciudad de la Cultura organiza exposiciones y propuesta de ocio, cursos de formación, programas de apoyo a creadores y todo tipo de actividades relacionadas con las vanguardias culturales. Se ofrecen visitas guiadas que incluyen la subida a la torre. Una buena parte también lo ocupa LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, una fundación interdisciplinar dedicada a promover la relación entre la sociedad y el arte, la ciencia, la tecnología y las industrias creativas. También hay sitio para la Escuela de Arte Dramático, aularios de la Universidad de Oviedo, el Conservatorio de Música, la televisión autonómica del Principado y otras instituciones. Si lo deseas, lo ideal para no perderte nada de su historia, es una visita guiada por Laboral Ciudad de la Cultura.
Dónde: Laboral Ciudad de la Cultura. Calle Luis Moya Blanco, 261.
Horario y programa: consulta la página oficial.
Situado frente a Universidad Laboral, el Jardín Botánico del Atlántico (JBA) es un oasis de paz, sosiego y verdor a las afueras de la gran ciudad. Está dedicado a la flora de ambas orillas del océano Atlántico, para lo que ofrece un recorrido por 16 hectáreas de bosque con más de 30.000 plantas de 2.000 especies diferentes.
Dónde: Jardín Botánico Atlántico. Avda. del Atlántico.
Horario: del 16 de septiembre al 14 de mayo, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 h. Último acceso a las 17:15 h. Del 15 de mayo al 15 de septiembre, de 10:00 a 21:00 h. Último acceso, a las 20:15 h. Abierto los lunes de julio y agosto.
Entrada: adulto, 2,90 €. Entradas reducida para menores y mayores de 65 años.
Como ves, Gijón es una ciudad sorprendente. Pese a tener una vida económica, social y cultural intensa, está rodeada de verde y de mar. Por un lado, esa increíble playa de San Lorenzo, uno de los mejores arenales urbanos de España. Y por otro, esos montes llenos de encantos rurales a los que se llega a pie por numerosas sendas que parten del mismo casco urbano. Un lugar ideal para vivir. ¡Espero que disfrutes el vídeo!