Las principales vías de comunicación entre Granada, Sevilla y Málaga coinciden en un punto: Antequera. Y así viene siendo desde hace siglos. Esta ciudad, nacida sobre un promontorio rocoso que domina la depresión del río Guadalhorce, es la bisagra de todas las rutas históricas del oriente andaluz y una de las ciudades más monumentales de Andalucía. Antikaria para los romanos y Medina Antiqaria para los árabes, es el principal objetivo de esta ruta, que empieza en otra ciudad también monumental y cercana, Archidona, para seguir luego hacia uno de los parajes más sorprendentes de Andalucía, el Torcal de Antequera, uno de los primeros parajes naturales protegidos de Andalucía. Desde allí, la ruta nos llevará a otra joya natural excavada también por el agua, el desfiladero de los Gaitanes, por el que se precipita el río Guadalhorce. ¡Empezamos!
Publicado por Paco Nadal el 17 de noviembre de 2023.
Plaza Ochavada. © Ayuntamiento de Archidona.
Antes que su centro, lo primero que verás de Archidona es el conjunto monumental que domina la ciudad desde lo alto de un cerro. Sobre los restos de un fortín romano, los árabes levantaron una fortaleza con tres cinturones de murallas, de los que quedan en pie dos. En su interior existía toda una ciudad, hispanomusulmana, incluida la vivienda del gobernador y la mezquita aljama. Sobre esta, sin destruirla, los conquistadores cristianos levantaron la ermita de la Virgen de Gracia. En el casco histórico, la Plaza Ochavada, donde se encuentra el Ayuntamiento. El antiguo pósito de grano, La Cilla, es uno de los edificios civiles más importantes de Archidona y hoy alberga el museo municipal. Entre los religiosos, no te pierdas la iglesia de Santa Ana y la de las Monjas Mínimas, que además preparan unos dulces exquisitos. Te lo cuento todo en el post Un día en Archidona (Málaga).
Dónde: Archidona.
© Ayuntamiento de Archidona.
En las cercanías de Archidona, al suroeste de la estación de Salinas, se localiza una zona lacustre protegida como reserva natural por su importancia paisajística y medioambiental. Se trata de dos lagunas de origen endorreico, es decir que no reciben aporte de ningún río, y en verano reducen su superficie considerablemente. La laguna Grande tiene unos 350 metros de largo por 250 de ancho. La laguna Pequeña es más alargada y tiene unas medidas de 500 x 175 metros. A diferencia de otras lagunas de la comarca que están rodeadas de cultivos, las de Archidona mantiene un espeso bosque de encinas alrededor, que contribuye a dar cobijo a un elevado número de aves y pequeños mamíferos. Suele tener una importante comunidad de anátidas, como el porrón común y azulón, la garza real, fochas y otras limícolas, que comparten este humedal junto con el cercano de Fuente de Piedra. Se accede a ellas por un carril que se toma a 2,2 kilómetros de la estación de Salinas por la carretera que lleva a Villanueva del Trabuco.
Dónde: lagunas de Archidona.
© Ayuntamiento de Antequera.
A lo largo de siglos, Antequera fraguó un soberbio conjunto monumental por el que la vida transcure tranquila a través de la calle del Infante don Fernando, desde el Paseo Real hasta la plaza de San Sebastián, epicentro del casco viejo. A uno y otro lado se alzan iglesias –hay 30 censadas–, palacios, conventos, casas solariegas y restos de las puertas de la muralla en un conjunto histórico y artístico que abarca casi todas las épocas y culturas de la península ibérica. Te cuento más en el post Dólmenes, iglesias y palacios en la monumental Antequera (Málaga), donde también te sugiero algunas de las principales visitas y tours que puedes realizar. Por ejemplo, un free tour por Antequera para recorrer sus calles y plazas durante un par de horas y recalar la iglesia de San Sebastián, el exterior de la Alcazaba y la Real Colegiata de Santa María la Mayor, entre otros. La salida es la plaza Coso Viejo.
Dónde: Antequera.
Grullas en la laguna de Fuente de Piedra. © Ayuntamiento de Antequera.
A 20 kilómetros de Antequera por la A-92 en dirección a Sevilla encontraremos uno de los mayores complejos lagunares endorreicos de España, con una superficie total en época húmeda de 1.365 hectáreas. La laguna de Fuente de Piedra, en la que drenan los arroyos Charcón y Santillán, está sujeta al régimen de lluvias, por lo que su perímetro es muy variable y en verano se seca, dejando una capa de sal que fue utilizada para su extracción desde época romana. Este uso industrial ha provocado muchos cambios en su superficie y riberas, sobre todo por la construcción de diques y canales. Un mirador junto al centro de visitantes José Antonio Valverde permite apreciarla en su totalidad, pero sin unos buenos prismáticos será muy difícil ver aves, más allá de puntitos en la lejanía. Se calculan en 170 las especies que usan este espacio a lo largo del año, bien como invernada, como residencia fija o como zona de paso en sus migraciones. De ellas, el flamenco es el rey y puede verse en grandes bandadas en primavera durante la estación de cría. Carrizos, eneas, tarajes y plantas halófilas, que aguantan bien la alta salinidad del terreno, rodean la laguna.
Dónde: laguna de Fuente de Piedra / centro de visitantes José Antonio Valverde
Horario del centro: de martes a domingo, de 10:00. 15:00 horas. Lunes, cerrado. Acceso libre.
Si desde Antequera salimos por la carretera de Villanueva de la Concepción, siguiendo las indicaciones llegaremos al famoso Torcal. La pista sube considerablemente, hasta unos 1.300 metros de altitud, hasta el aparcamiento del paraje natural. El Torcal de Antequera, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, alberga uno de los karst (mesetas calizas con profundas formas de erosión causadas por el agua y el hielo) más famosos de España, en el que viven decenas de especies de aves y mamíferos, entre ellos zorros, tejones, garduñas y comadrejas. La tortuosa morfología del Torcal, un caos de callejones, torcas, corrales, dolinas y pilas de tortas, tiene una explicación científica. Los sedimentos calcáreos de un antiguo mar fueron elevados por las fuerzas telúricas a más de 1.300 metros de altitud, pero –y aquí empiezan las diferencias con otros macizos montañosos– sin perder su forma horizontal. Durante siglos las aguas y los hielos fueron trabajando esa plataforma gigantesca y plana de estratos calizos segmentada en miles de bloques, hasta erosionar lentamente la roca. Como cada capa tenía una dureza diferente, los bloques fueron diluyéndose también de forma diferente. El resultado final, si incluimos otra decena de procesos geológicos demasiado largos para citar aquí, es un queso gruyere perforado por formas imposibles que da vida a uno de los escenarios naturales más sorprendentes de la comunidad andaluza. Existe un Centro de visitantes a la entrada del espacio protegido de acceso gratuito. Para conocer las distintas rutas, libres o guiadas, te recomiendo que leas con detenimiento las características de todas en este enlace, donde también podrás reservarlas.
Dónde: Torcal de Antequera / Centro de visitantes Torcal Alto.
Caminito del Rey en el desfiladero de los Gaitanes
Otro sorprendente espacio natural de esta zona de la provincia malagueña es el Chorro del río Guadalhorce. Para ello, desde El Torcal volveremos sobre nuestros pasos en dirección Antequera y antes de entrar torcemos a la izquierda hacia Valle de Abdalajis y Álora. Una vez en Valle de Abdalajis hay que desviarse a la derecha en busca de El Chorro, uno de las gargantas naturales más salvajes de Andalucía. Su nombre oficial es desfiladero de los Gaitanes. Fue el río Guadalhorce, al penetrar a favor de los plegamientos calcáreos, el que partió en dos las sierras de la Pizarra y de Huma, formando un espectacular pasillo de piedra. Por sus paredes verticales anidan cernícalos, águilas y algún quebrantahuesos, mientras que pinos, encinas, majuelos y sabinas colonizan las exiguas cornisas que interrumpen la uniforme perpendicularidad de los muros calizos. Su riqueza natural y la belleza de su entorno llevaron a las autoridades andaluzas a declararlo parque natural en 1989. Por una de las paredes del cañón corre, encasquetada entre doce túneles y seis puentes, la vía férrea de Córdoba a Málaga, por la que vuelan diariamente varios trenes inundando los Gaitanes con un ensordecedor e inusual estampido al que sólo las rapaces parecen estar acostumbradas. Por el otro corre el Caminito del Rey, una senda de cemento y hierro suspendida milagrosamente sobre el abismo a mitad de pared por la que antaño se podía recorrer el desfiladero de punta a cabo. Fue construido a principios de siglo, paralelo a un canal que lleva el agua a través del desfiladero desde el embalse de Guadalhorce hasta la presa de la Hoya.
Dónde: El Chorro.
Más información: para recorrer el Caminito del Rey, organiza tu visita accediendo a la página que enlazo en el texto superior, pero, además, tienes la opción de hacer una excursión al Caminito del Rey de manera organizada. Es una de las rutas más populares de la provincia de Málaga.
