Turismo y Granada son dos palabras hermanas. La ciudad andaluza conserva el embrujo oriental y la impronta de siglos de dominación musulmana, por eso es de las más visitadas de España. Hay tantos sitios que ver en Granada, que el viajero primerizo no sabe por dónde empezar. Te resumo en este post qué se puede visitar en Granada y alrededores si nunca has estado esta en ciudad irrepetible. Y si vas a la catedral, prepara tu visita con estos puntos.
Actualizado por Paco Nadal el 06 de enero de 2023.
La Alhambra, el único palacio medieval árabe que se conserva en Europa, es un lugar lleno de magia que no deja impasible a nadie y que, pese a los siglos transcurridos, sigue dándonos una idea de la magnificencia y refinamiento que alcanzó la cultura nazarita. Es un monumento complejo, fruto de casi ocho siglos de sucesivas ampliaciones y modificaciones. En su momento de mayor esplendor era una ciudad completa, con palacios reales, mezquitas, cuarteles, baños públicos y una medina en la que vivían artesanos, trabajadores y funcionarios de la corte. Las guías oficiales dicen que se necesitan tres horas para su visita, pero si se quieres disfrutar de verdad de todo su contenido es mejor que preveas una jornada completa. Aquí te explico cómo comprar la entrada para la Alhambra. Y en este otro post te doy una guía para visitar la Alhambra por tu cuenta.
Dónde: calle Real de la Alhambra, s/n.
Horario y entradas: consulta la información en cómo comprar la entrada para la Alhambra.
El Albayzín —o Albaicín— es el barrio más carismático de Granada, el más original y también el más antiguo. A partir de este cerro blanco de casas encaladas fue creciendo la Granada que ahora conocemos. El barrio es una pura cuesta por lo que los granadinos distinguen la zona del Albayzín bajo, casi una prolongación de la Plaza Nueva y la calle Elvira y aún en el llano, y por otra parte el Albayzín alto, al que hay que hacer un esfuerzo para subir. Caminar por el barrio morisco por excelencia es la mejor manera de entender el pasado popular de Granada.
Dónde: Albaycín.
En Granada la cultura de la tapa es una seña de identidad. En pocos lugares como en Granada ese placer de comer de pie y compartiendo con los amigos se lleva a tales extremos. Los bares compiten a ver cuál da la tapa más sabrosa y generosa, incluida en el precio de la bebida. Por dos euros tienes cerveza y una tapa que, a veces, es todo un monumento culinario. Además, las numeran: «ponme la primera"», «ahí va la segunda», «¿qué tienes de tercera?». Si algo abunda en Granada son las zonas de tapeo: el Campo del Príncipe, la plaza del Realejo, plaza de San Miguel Bajo del Albayzín, la calle Elvira, la calle Navas... En este otro post te amplio información sobre los mejores bares y zonas para tapear en Granada.
Hace más de un siglo que este barrio de casas cueva, antes arrabal marginal, se convirtió en uno de los templos del flamenco con duende, con jondura? Una visita a Granada quedaría inconclusa sin una noche de buen flamenco en una zambra o un tablao sacromontino. En verano conviene subir al atardecer, para evitar la solanera, y siempre en transporte público, ya que los atascos en el estrecho camino son memorables. Se puede empezar por unas cañas y tapas en el bar Pibe. O cenando en Casa Juanillo. Luego a un tablao: hay siete cuevas con espectáculo. La de la Peña Pibe (nº 21) es la única que no cobra entrada. Y luego están las grandes, con zambra o tablao y restaurante propio, como La Rocío, Venta el Gallo, Los Tarantos o Zambra María La Canastera. Una buena opción para cenar y ver un buen espectáculo es el restaurante y tablao flamenco Jardines de Zoraya. Para terminar, la original discoteca El Camborio, desparramada por el interior de varias cuevas. No puedes irte de Granada sin haber disfrutado del arte del flamenco. Con este espectáculo en las Cuevas Los Tarantos podrás sentir este arte. Otra opción es un espectáculo flamenco en La Alboreá.
Dónde: Cuesta del Chapiz (acceso al Sacromonte).
La famosísima Carrera del Darro es una de las calles más bonitas de Granada y de toda España, de las pocas que aún conservan una fisonomía cercana a cómo tuvo que ser en los primeros años tras la Reconquista. La Carrera del Darro sube pegada al pequeño río Darro, que separa las colinas de la Alhambra y del Albayzín. Si nos fijamos en los grabados antiguos del Museo Casa de los Tiros, una fisonomía muy parecida a la de esta calle con río tuvieron también hasta finales del siglo XIX la plaza Nueva, la calle Reyes Católicos y Puerta Real; pero perdieron su condición cuando el Darro fue canalizado en todos esos tramos. Desde su inicio, en la plaza de Santa Ana, hasta su final en el paseo de Los Tristes no existe una sola mancha que rompa su embrujo intimista. El viajero camina por su suelo empedrado casi con reverencia, como si se hubiera colado sin permiso en las páginas de la historia, con el pretil del río a un lado y las fachadas de palacios barrocos y renacentistas al otro. Y con la omnipresente vista siempre allá arriba de las torres de la Alhambra.
Dónde: Carrera del Darro.
El mirador de San Nicolás es el balcón más famoso de Granada (sobre todo después de la promoción que le hizo Bill Clinton). Los enamorados, los paseantes, los curiosos, los músicos callejeros, los vendedores ambulantes y los nostálgicos suben hasta este lugar desde hace una eternidad para disfrutar de unos atardeceres que incendian de oro los muros de adobe de la Alhambra, para regocijarse en las noches perfumadas de verano con el espectáculo de la ciudad iluminada y para paladear metro a metro la vista gloriosa que se tiene desde aquí de un conjunto monumental que destila sensualidad, romanticismo, misterio y magia. En temporada alta hay tanta gente en el mirador al atardecer que es difícil encontrar un sitio en primera fila. Pero hay otros muchos miradores en el Albayzín o el Sacromonte, además de restaurantes en cármenes que ofrecen vistas igual o más de espectaculares aún de la Alhambra al atardecer.
Dónde: Mirador de San Nicolás.
Vivir Granada no es solo visitar sus monumentos. Es también ejercer de granadino y mezclarse con la población de una ciudad cómoda y amable para el peatón, repitiendo sus mismos gestos. Una de las tradiciones más genuinas es acudir a la plaza de Bib-Rambla a desayunar chocolate con churros (verdadera pasión local), ya sea al Gran Café Bib-Rambla (fundada en 1907) o a la más moderna Cafetería Alhambra. Otra dulce tradición de toda la vida: no terminar un paseo por el centro sin dejarse caer antes por la heladería Los Italianos, en el 4 de la Gran Vía, donde se saborean los mejores helados de Granada. El más solicitado: cucurucho de cassatta.
Dónde: plaza de Bib-Rambla.
De la veintena de baños públicos que hubo en la Granada musulmana, solo estos, en el n.º 31 de la Carrera del Darro —y los de Hernando de Zafra, en la calle Elvira— nos han llegado en un buen estado de conservación. El Bañuelo es una de las visitas más recomendables de toda la ciudad, pues en pocos sitios como este, si exceptuamos la Alhambra, podemos sentirnos transportados a un tiempo pasado del que ya solo quedan recuerdos. Eran conocidos como Hamman al-Yawza (el baño del Nogal) y pertenecen a la época zirí (siglo XI); son por tanto el edificio civil más antiguo de Granada. Se han conservado porque quedaron en el interior de una casa privada cuyo propietario no los destruyó. Si esta visita te ha estimulado las ganas de probar una experiencia similar, relájate a los pies de la Alhambra en estos baños árabes construidos sobre las ruinas de un antiguo Hammam del siglo XVI. Ideal para vivir una tradición ancestral conectada con el pasado andalusí de Granada: Hammam Al Ándalus, un baño de historia.
Dónde: El Bañuelo. Carrera del Darro, 31.
Federico García Lorca, el granadino más universal, pasó casi todos sus veranos en esta casa familiar que antes estaba rodeada de sembradíos en medio de la vega y hoy lo está de edificios, engullida por la ciudad. Aún así impresiona sentarse en el mismo porche, bajo la misma parra en que tantas veces se sentó el autor de Bodas de sangre. En 1985, el Ayuntamiento compró la finca a su hermana Isabel y adquirió también los terrenos circundantes para abrir un gran jardín lleno de tilos y palmeras que sirvieran de pantalla verde a la Huerta de San Vicente, que restauró como casa museo del genial poeta y dramaturgo. Si te interesa conocer las calles de Granada con los ojos del poeta, existe un free tour de Federico García Lorca al que puedes sumarte.
Dónde: Huerta de San Vicente. Parque Federico García Lorca, a diez minutos a pie desde el centro de la ciudad.
Horario y entradas: consulta toda la información de interés para tu visita en este apartado de su página oficial.
Granada no se entendería sin Sierra Nevada, la altiva cadena montañosa que pone el telón de fondo perfecto al conjunto monumental y que es responsable del buen clima y la abundancia de agua que disfruta la vega granadina. En su vertiente sur se despliegan las Alpujarras, pueblos de estampa morisca donde han pervivido costumbres y oficios ancestrales.
En este mapa podrás ver todos los sitios imprescindibles para tu primera visita a Granada. Sabrás en todo momento qué ver y qué hacer. ¡Disfruta!