¿Sabías que en la costa de la Región de Murcia quedan kilómetros y kilómetros de playas y acantilados vírgenes? Muchos más que en cualquier otro lugar del Mediterráneo español. Estas son las mejores playas de la Región de Murcia, ordenadas de norte a sur. Por si te animas a hacer turismo en la Costa Cálida.
Actualizado por Paco Nadal el 03 de enero de 2023.
Las salinas de San Pedro del Pinatar ocupan el extremo norte de la barra arenosa de la Manga del Mar Menor. Son el humedal más importante de toda la región y como tal fueron declaradas parque regional en 1985. El frente marino de esa zona protegida que da al Mediterráneo se conoce como playa de la Llana, aunque en realidad son tres playas naturales seguidas, las Salinas, Punta de Algas y Barra Quemada, que se prolongan durante tres kilómetros de arenal precioso y salvaje hasta la gola de los Punchosos, uno de los canales naturales que une el Mar Menor con el Mediterráneo, ya en término de San Javier. Un mundo natural y bien conservado de dunas, saladares y playas a las que solo se puede acceder a pie o en bicicleta, por eso incluso en verano no está muy masificada.
Cómo llegar: por la autopista AP-7 salida San Pedro del Pinatar. Una vez allí seguir indicación de salinas y puerto. Junto al puerto está el aparcamiento. A partir de ahí, se entra a pie o en bici.
La Manga es una barra de arena de casi 20 kilómetros de longitud por apenas medio de ancho, única en la Península, que separa la laguna salada del Mar Menor y el Mediterráneo. Y aunque su nombre se asocie —y con razón— al exceso de urbanización y al destrozo de un paraíso por la codicia del hombre y la ineptitud de nuestros gobernantes, lo que no se puede negar es que La Manga tiene una de las mejores playas no solo de la Región de Murcia, sino de todo el Mediterráneo. Son en total 19 kilómetros de arena blanca, interrumpidos solo por las golas o canales naturales que une el Mar Menor con el Mediterráneo (la de Marchamalo y la de El Estacio; esta última recrecida por el hombre). 19 kilómetros de playazo de diversa anchura con zonas donde la transparencia del agua no tiene nada que envidiar a mares tropicales. Y siempre con la vista enfrente de la isla Grossa, con su característica forma de bota, y hacia el sur, el faro de Cabo de Palos, la referencia visual y emocional de la costa murciana. ¿Quieres disfrutar alguna actividad en las aguas de La Manga del Mar Menor? ¡Puedes pasear en barco por el Mar Menor alrededor de la isla Grosa y el Farallón o la isla del Barón! Para comer te recomiendo leer mi post sobre los mejores chiringuitos de La Manga del Mar Menor 2021.
Cómo llegar: la única entra a La Manga está por el sur, por donde desemboca la la vía rápida MU-312 de Cartagena a La Manga / Cabo de Palos.
Mi favorita, sin duda alguna. Las playas y acantilados de Calblanque, declarados parque regional en 1987, constituyen el mejor ejemplo de ecosistema litoral de la Región de Murcia. Más que una playa es una sucesión de arenales separados por pequeños acantilados. Conforme te vas alejando de la playa grande, donde están los aparcamientos y a la que llegan los vehículos a motor, vas encontrado calas más pequeñas y solitarias. Un trozo de costa salvado milagrosamente de la especulación inmobiliaria con sierras áridas, dunas fósiles, playas largas y doradas y un mar intensamente azul. Presenta gran diversidad de ambientes naturales: macizos calcáreos, al norte; esquistos pizarrosos, al sur; franjas arenosas de un excepcional color dorado; dunas fósiles de gran interés. La vegetación es más africana que europea. En verano (del 30 de junio al 2 de septiembre) está prohibido el acceso con coches particulares a partir de las nueve de la mañana. Hay que dejarlo en el aparcamiento disuasorio y seguir en el bus-lanzadera. Es playa salvaje, sin ningún tipo de servicios.
Cómo llegar: a la pista de entrada a Calblanque y al aparcamiento disuasorio de verano se accede por las salida 9bis y 10 (señalizadas Calblanque) de la vía rápida MU-312 de Cartagena a La Manga / Cabo de Palos, pasado Los Belones. También se puede llegar caminando por un sendero que parte desde Cala Reona, junto a Cabo de Palos, y llega hasta este espacio protegido (una hora y media).
Un rincón encantador en la vertiente sur del imponente cabo Tiñoso, en la bahía de Mazarrón, aunque pertenece a Cartagena. La Azohía es un pueblecito pesquero donde queda la última almadraba de esta zona del litoral, un viejo arte de pesca de origen romano en el que los atunes y las caballas son cercados en un laberinto de redes. Pero lo que más atrae de La Azohía es el ambiente, también de otra época, tranquilo, pausado, nada que ver con grandes y masificados lugares turísticos. En realidad son varias playas y calas seguidas que abarcan desde cabo Tiñoso hasta Isla Plana, todas de arena y grava fina. Sobre el pequeño pueblo pesquero, situado al final de la carretera, despunta la torre de Santa Elena, un viejo fortín defensivo del siglo XVI, de los muchos que se construyeron en la zona para avisar a su pobladores de la presencia de piratas berberiscos.
Cómo llegar: desde Cartagena, salir en dirección a Canteras y el Puerto de Mazarrón. A la bajada de unas cuestas, desvío a la izquierda señalizado a La Azohía. Desde Mazarrón, por la carretera de Cartagena hacia Isla Plana.
A continuación de Mazarrón llega el poblado de Bolnuevo, también con otra buena y larga playa —además del famoso monumento geológico de la Ciudad Encantada (gredas amarillas erosionadas)—. Tras el núcleo urbano sale una pista de tierra que se interna en lo que conocemos como calas de Bolnuevo, una porción de litoral virgen y montañoso con varias calas salvajes muy valoradas por nudistas y bañistas que busquen algo más natural y menos masificado. Son pequeñas calas de piedra gris, pero con el encanto de la soledad (en verano, no tanto) y el agua transparente.
Cómo llegar: solo se puede acceder en coche a las primeras calas (Rincón, Cueva de Lobos y Piedra Mala). A partir de esta última, el paso está cortado y solo se puede seguir a pie o en bicicleta a las que hay en los siguientes 4,5 kilómetros.
Mazarrón es otro de los destinos playeros más famosos y concurridos de Murcia. Tiene varias playas urbana, pero una de las más agradables es la de Bahía, rodeada por una urbanización de casitas de planta baja que no agobia y encuadrada entre dos cerros montañosos y con forma de concha. Tiene arena muy fina, buena entrada al baño y aguas transparentes. Una playa muy familiar y con todo tipo de servicios pues, como digo, está dentro del casco urbano. En verano puede estar muy masificada, pero en verano ¿qué no lo está?
En el tramo que va de Bolnuevo a Calnegre hay varias playas solitarias de piedras negras a las que se llega a través de cultivos e invernaderos. La más famosa y mejor equipada es la playa de Percheles, antigua playa nudista y secreto de unos pocos que hoy, por desgracia, ya dejó de ser secreta: cada vez acude más gente. Tiene un gran aparcamiento y un chiringuito. A pesar de que en verano empieza a estar ya muy concurrida, sigue siendo un gran espacio natural y una playa salvaje con un baño excelente.
Cómo llegar: salida 857 de la AP-7.
El tramo que va de Mazarrón a Águilas es quizá la porción más natural, despoblada y virgen de las que quedan en todo el Mediterráneo español. Kilómetros y kilómetros de litoral sin apenas presencia humana. Tras las calas de Bolnuevo vienen las de Puntas de Calnegre, una pequeña localidad veraniega, único núcleo habitado entre Mazarrón y Águilas. La primera cala que con la que el visitante se tropieza es la de Calnegre, la más grande y visitada, aunque peligrosa cuando hay oleaje. Muchos más acogedora y bucólica es la siguiente, Baño de Mujeres, de aguas tranquilas y transparentes donde se agradece el baño. Los acantilados la protegen de los fuertes vientos. Después de cala Siscal, el perfil del litoral se allana para dar paso a diversos playazos de guijarros que los pescadores aprovechan para fondear sus embarcaciones. Muy recomendables también son Calahonda, en la que se asienta el viejo cuartel de carabineros, y cala Blanca, la última y menos visitada.
Cómo llegar: por la AP-7, salida 857; luego por la RM-021 hasta Puntas de Calnegre.
Águilas es otro de los grandes municipios costeros de Murcia. Y la de Poniente, su playa urbana más famosa, con más de un kilómetro de longitud y todo tipo de servicios. Si te gustan las playas urbanas, por su ambiente y sus buenas infraestructuras, esta te encantará. Está protegida de los vientos de levante —los más duros de esta zona— por el cerro del castillo. Aprovecha y anímate a descubrir Águilas en un tour de los misterios y leyendas más sorprendentes de la Costa Cálida.
Cómo llegar: cruzando el casco urbano de Águilas.
El final de la costa murciana son estas dos playas, a solo siete kilómetros del centro urbano de Águilas. Tan al límite, de hecho, que la demarcación provincial entre Murcia y Almería pasa por en medio de la playa de Los Cocedores —conocida también como cala Cerrada— lo que ha provocado algún roce entre los Ayuntamientos de Pulpí (Almería) y Águilas (Murcia). La Carolina es una playa más abierta, pero encuadrada entre dos bellos acantilados de gredas amarillas. Cala Cerrada, como su nombre indica, es una pequeña bahía en forma de media luna, muy intimista y también rodeada de acantilados amarillos. Dos espacios bellísimos, muy naturales y salvajes si exceptuamos el aparcamiento y un par de chiringuitos.
Cómo llegar: desde el centro o la circunvalación de Águilas, seguir la RM-333, dirección Calarreona y San Juan de los Terreros.
Desde La Llana, en San Pedro del Pinatar, hasta las playas de Águilas -cerca ya del límite con Almería-, la costa murciana ofrece un sinfín de playas y calas para todos los gustos. Incluso algunos de los kilómetros de costa más vírgenes y sin urbanizar de todo el Mediterráneo.