La de Corcubión es la más septentrional de las rías Baixas y la más atípica. Tanto que se le considera parte de la costa da Morte. Si miras un mapa, Corcubión es una ría mucho menos profunda y estrecha que sus otras cuatro hermanas y, exceptuando Cee y Corcubión, en su interior no existen grandes núcleos urbanos ni industriales, lo que la convierte en un litoral mucho más salvaje, natural y bien conservado que las otras rías Baixas. Además, un punto emblemático marca el extremo norte: el cabo de Fisterra, el Finis Terrae del mundo clásico hasta el descubrimiento de América. La playa y el hórreo de Carnota y la impresionante cascada de 40 metros, que se forma gracias al río Xallas en Ézaro precipitándose al mar, también justifican la visita.
Actualizado por Paco Nadal el 16 de mayo de 2023.
Si entramos desde Muros (ver mapa al final del post), lo primero que vemos de esta ría es la enorme y bella playa de Lariño, con dos kilómetros de fina y blanca arena, y el faro de punta Ínsua, construido en 1913. Poco después, en punta dos Remedios, otro de los cabos que marca la entrada a esta ría, está Portocubelo y el puerto de Lira. Una pasarela de madera bordea el cabo y permite un agradable paseo desde el puerto hasta la vecina playa de Mar de Lira. En la parroquia de Lira está uno de los dos famosos hórreos del concello de Carnota. Este tiene 35 metros de largo ¡imponente! El otro está en Carnota.
Dónde: Lira / Puerto de Portocubelo.
El municipio es famoso por su gigantesca y salvaje playa, una de las mejores de toda Galicia. La playa de Carnota es un banco de arena de siete kilómetros de largo, muy salvaje, que con la marea baja alcanza casi el kilómetro de ancho. Junto a la playa, precediéndola, verás las marismas de Caldebarcos, 62 hectáreas de hábitat singular y protegido de muchas especies de aves migratorias. El otro símbolo de Carnota es su célebre hórreo, el tercero más largo de Galicia. Si como afirma el dicho popular, una familia era más rica cuantos más pies tenía su hórreo, la dueña de este tuvo que serlo porque cuenta con 22 pares de pilares, además de con un refinado trabajo en cantería de piedra de granito. Pero no pertenecía a una familia, sino a la iglesia, igual que la casa rectoral y el templo de Santa Comba, que completan este conjunto arquitectónico de gran valor y armonía. La iglesia sustituyó a otra ermita románica anterior y estaba ya en pie en 1755; el hórreo se terminó en 1783.
Dónde: playa de Carnota / hórreo de Carnota.
La vista de este pequeño pueblo marinero de casas blancas al fondo de un pequeño entrante de mar es una de la más pintorescas de la ría. El monte Pindo (627 m), que se eleva por detrás, es una afloración granítica llena de leyendas; estas hablan de serpientes de siete cabezas, de aguas milagrosas y de princesas cautivas en cuevas defendidas por tres toneles mágicos.
Dónde: O Pindo.
El Xallas es el único río de España que desagua en el mar a través de una cascada, una espectacular pared de granito de más de cien metros de altura por la que se desliza el cauce. Durante los fines de semana de la época estival, se montan espectáculos audiovisuales. Si sigues la carretera que te lleva a la cascada se llega al mirador de Ézaro, con una maravillosa vista del valle del Xallas, la ensenada de Ézaro y el monte do Pindo.
Dónde: cascada de Ézaro / mirador de Ézaro.
Al fondo de la ría a la que da nombre, protegido de forma natural de vientos y tormentas, aparece la ciudad más grande de la comarca, Corcubión. Una localidad moderna y de servicios, sin grandes monumentos que reseñar, pero con una armoniosa fachada marinera de viviendas con galerías de madera de color blanco. Prácticamente forma un todo urbano con el vecino Cee, el otro gran núcleo de la ría. En la punta Pión permanece aún el castillo del Cardenal, parte de la barrera defensiva creada en los acceso al puerto en la segunda mitad del siglo XVII; es privado. Tiene también un par de casas solariegas de interés, el pazo de los Altamira y el pazo de los condes de Traba.
Dónde: Corcubión.
Fisterra es un pequeño pueblo marinero situado al abrigo del cabo del mismo nombre. Los peregrinos que vienen a pie desde Santiago en busca del cabo se detienen en el santuario de Nosa Señora das Areas, a la salida del pueblo, para rezar ante el Santo Cristo de Fisterra, el Santo da Barba Dourada, a quien se le atribuye un origen legendario (cayó de un barco en plena tormenta y apareció en la playa) y propiedades milagrosas. El Jueves Santo y Viernes Santo se celebra una romería al santuario que empieza con la representación de la Última Cena, en la que los Apóstoles son pescadores ataviados como tales. Este punto es muy popular pues los visitantes se sienten atraídos por su condición de extremo occidental de Europa. La puesta de sol es de una belleza extrema, puedes disfrutarla al máximo dando un paseo en barco al atardecer. Pero si prefieres quedarte en tierra, puedes conocer Fisterra a fondo sumándote a un free tour o realizando con tu grupo de viaje un tour privado.
Dónde: Fisterra.
Es uno de los baluartes acometidos en época de Carlos III (siglo XVIII) para fortificar las costas españolas. Resultó muy afectado cuando los franceses asaltaron Fisterra en la Guerra de Independencia. Se ha rehabilitado por completo y en su interior se ha instalado el museo de la Pesca. En él se explican las formas de vida y sustento de las gentes del mar en la Costa da Morte, la caza de ballenas, los numerosos naufragios, los tipos de embarcaciones que se utilizaban, la tradición conservera y las artes de pesca. Hay visitas guiadas al propio castillo y a la lonja de Fisterra para ver la subasta del pescado.
Dónde: castillo de San Carlos.
Horario: Semana Santa y del 1 de junio al 30 de septiembre, de martes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas. Domingo, de 11:00 a 14:00 horas. Del 1 de marzo al 31 de mayo y del 1 de octubre al 31 de diciembre, de martes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00 horas. Dominho, de 11:00 a 14:00 horas. Lunes, cerrado.
Entrada: 2 €
A mitad de camino entre el pueblo y el faro, semiescondidos entre la vegetación, se pueden ver en la ladera de la izquierda unos extraños cubos de hormigón. Son parte del cementerio municipal proyectado en 1998 por el arquitecto pontevedrés César Portela que fue merecedor del Premio Europa Nostra. El camposanto es un atrevido juego de cubos de hormigón que se asemejan a los contenedores que cargan los barcos y que homenajea, como el mismo Portela explicaba, a los elementos que «caracterizaban al antiguo lugar de sepultura celta: el mar, el río, la montaña, el cielo». Pero tras veinte años de su existencia, nadie ha sido de momento enterrado en él. Unos dicen que el cementerio no se ha terminado por problemas políticos y burocráticos; otros creen que ningún vecino quiere ser enterrado allí porque es un lugar aislado y sometido a fuertes vientos; un emplazamiento que va contra la tradición de los camposantos gallegos. La verdad es que ahora el cementerio y el pueblo son más famosos por Netflix, quien les eligió para promocionar la serie Altered carbon.
Uno de los faros más emblemáticos de España, el que se levanta donde -hasta finales del siglo XV- acababa la tierra conocida. ¡El faro del fin del mundo! Este punto es el más occidental de territorio europeo. El mejor momento del día para visitarlo es el atardecer y si puedes te recomiendo dormir en la hotel O semaForo de Fisterra, ¡un lugar muy especial para dormirl! El faro data de 1853 y se eleva 143 metros sobre el nivel del mar y es un icono para los navegantes, pues divisarlo significaba estar delante de la bellísima y peligrosa costa da Morte.
Dónde: Faro de Fisterra.
En este mapa te marco todos los lugares que menciono en este post. Para que te hagas una idea, desde el faro de Fisterra hasta la playa de Portocubelo hay unos 50 kilómetros de distancia. Es un territorio muy sencillo de abarcar con tu propio coche. Incluso puedes hacer la visita durante el día desde otra ría.