La ría de Pontevedra es otro de los sitios que ver en las rías Baixas. Es la más pequeña de todas y, sin embargo, por la morfología llana de sus costas y por la presencia tanto de la capital de la provincia como la del gran polo pesquero y naval de Marín, una de las más densamente pobladas. Tiene buenas playas y contrastes urbanos como Sanxenxo —donde el urbanismo ha crecido de manera desaforada— y Combarro, una pequeña aldea donde entre hórreos y cruceiros aún pervive la arquitectura tradicional de la costa gallega. El gran monasterio de San Xoán de Poio irradió durante siglos cultura y desarrollo a la comarca.
Actualizado por Paco Nadal el 08 de mayo de 2023.
Bueu es la primera localidad de la ría de Pontevedra que aparece cuando vienes desde la ría de Vigo. Se trata de una ciudad grande e industrial, con numerosas bateas de mejillones y una intensa actividad pesquera. Desde su puerto salen los barcos a la isla de Ons. Herencia de esa actividad comercial en torno al mar es el Museo Massó, en el centro de la localidad, en el solar de una de las antiguas fábricas de esta conocida firma de conservas de pescado, propiedad de una familia catalana que gestionó durante décadas varias de las principales balleneras gallegas. El Museo Massó de Bueu nació con la colección privada de objetos relacionados con el mar y la cartografía reunida a lo largo de décadas por la familia Massó. La tenían para su disfrute propio hasta que un día recibieron la visita de Guglielmo Marconi, el inventor de la radio, quien les convenció que, dada su importancia, debían abrirla también al público. Más tarde, en 2005, la Xunta compró la colección y la enriqueció con nuevas adquisiciones. En el piso superior se exponen manuscritos históricos, como las cartas de Carlos IV a Malaespina. En la sala baja se ha recreado un taller de carpintería de ribera y otra dedicada a los balleneros.
Dónde: Museo Massó. Montero Ríos, s/n.
Horario: de octubre a mayo, de martes a sábados, de 9:00 a 21:00 horas. Domingos, de 10.00 a 14:00 horas. Lunes, festivos, 11 de noviembre, 24 y 31 de diciembre y 23 de febrero, cerrado. De junio a septiembre, de martes de sábados de 9.00 a 21.30 horas. Domingos, de 10.00 a 14.00 horas. Lunes y festivos, cerrado.
Entrada: gratuita.
Seguimos adentrándonos en la ría por la carretera PO-551. Se pasa por varios arenales, como la playa de Lapamán y la playa de Agrelo. Pasado Seixo, un cartel indica la dirección hacia la playa de Mogor, donde se encontraron algunos de los petroglifos mejor conservados de Galicia. Y de más fácil acceso. Unas rocas de granito que emergen de los prados, frente al restaurante Merendero-2, dejan ver círculos concéntricos de diversos tamaños y grados de conservación grabados en la roca. El principal de ellos, la Pedra do Laberinto, muestra un trazo continuo con una única línea que se enrosca en forma enmarañada. Es una más de las manifestaciones del llamado grupo galaico del arte rupestre, muy abundante en todas las rías Baixas. Fueron hechos por un pueblo que habitó esta zona hace 5.000 años, pero nada se sabe de su significado. Siempre están talladas en roca granítica.
Dónde: petroglifos de Mogor. Bo. Perez Crespo, 95, 36911 A Barriada.
Conforme los sedimentos del río Lérez colmataban el viejo puerto de Pontevedra, el de Marín iba ganando en importancia hasta convertirse en la dársena con mayor actividad pesquera de la ría de Pontevedra. La creación en 1943 de la Escuela Naval Militar, el lugar donde se forman los oficiales de la Armada española, contribuyó a aumentar la actividad económica de Marín. Hoy ha crecido tanto que casi está ya unida con el casco urbano de Pontevedra. Lo mejor son sus playas: Portocelo, Mogor, os Namorados, Loira.
Dónde: Marín.
Camino de Pontevedra, por un desvío a la derecha de la PO-11, aparece este fabuloso pazo de estilo modernista construido en el siglo XIX como residencia veraniega del político, congresista, ministro y rector de la Institución Libre de Enseñanza Eugenio Montero Ríos. En sus salones se firmó el Tratado de París, tras la guerra con EE.UU. de 1898, por el que España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El pazo lleva años cerrado a la espera de una rehabilitación, aunque en 2022 la diputación de Pontevedra ya aprobó un presupuesto para ello. Sí se puede visitar el magnífico jardín botánico que lo rodea, con especies exóticas y autóctonas, y una gran colección de camelias, la flor más gallega de todas. El jardín está gestionado por el Centro de Investigación Forestal de la Diputación de Pontevedra y desde abril de 2023 forma parte de la Red Europea de Jardines Históricos.
Dónde: Estrada Pontevedra-Marín, km 4, Agrovello.
Horario: de octubre a marzo, de 10:00 a 18:00 horas. De abril a septiembre, de 10:00 a 20:00 horas.
La margen derecha de la ría comienza con la misma intensidad urbana y masificación con que terminó la izquierda. Poio es casi una prolongación de la zona urbana de la capital. Pero escondido entre nuevas construcciones aparece el monasterio de san Xoán de Poio, otro de los grandes recintos conventuales de Galicia. La primera documentación escrita de la existencia de este cenobio data del año 942. Poio acogió a una comunidad de benedictinos que tuvo sus momentos más esplendorosos entre los siglos XVI y XVII. En 1548 se convirtió en Colegio Mayor de Teología; el padre Benito Jerónimo Feijoo, gran ensayista y teólogo, dio clases en sus aulas. Destaca la iglesia renacentista, terminada de levantar en 1708. El claustro de las Procesiones, una gran obra de cantería con arcos redondos y bóvedas de crucería, es el original del siglo XVI. Tras la Desamortización de Mendizábal (1835) el convento quedó abandonado hasta que en 1890 se hizo cargo de él una comunidad de mercedarios. Fueron ellos los que levantaron el monasterio nuevo, anexo al original. También es excepcional al biblioteca, con numerosos volúmenes de la época benedictina. Hoy alberga en su interior la Hospedería Monasterio de Poio.
Dónde: monasterio de san Xoán de Poio.
Si hubiera que elegir un pueblo como referencia arquitectónica de la ría de Pontevedra (quizá de todas las rías) esta pequeña localidad perteneciente al municipio de Poio llevaría muchas papeletas. En torno a la rúa del Mar, calle principal de la localidad, se suceden docenas de hórreos y cruceiros que miran a la ría, algunos construidos sobre la roca viva. Una concentración difícil de ver en otra parte de Galicia y que mereció la declaración de Conjunto Histórico Artístico. ¿Quieres conocerlos en un free tour? El paseo está repleto de tabernas donde los mejillones, navajas y berberechos saben a gloria. El hórreo era la despensa de la vivienda, donde se guardaba sobre todo el maíz, alimento base de la cocina gallega. Muchos de los cruceiros de Combarro datan del siglo XVIII y algunos tiene delante una característica mesa-altar. Entre las actividades interesantes que puedes hacer en Combarro, también hay un paseo en barco por la ría de Pontevedra, con visión submarina, en la que podrás conocer el cultivo del mejillón y degustar este manjar gallego.
Dónde: Combarro.
Sanxenxo es la capital turística de la ría de Pontevedra y paradigma del crecimiento urbano desaforado; tiene ya poco o nada de aldea tradicional de pescadores. A cambio es el gran centro de servicios del valle del Salnés y de toda la ría pontevedresa. Su paseo marítimo rebosa de ambiente y es una sucesión de bares, tiendas, restaurantes y servicios turísticos. Su microclima garantiza unos veranos cálidos y suaves y sus 24 playas, un espacio para tomar el sol incluso en temporada alta. La playa de Silgar (en Sanxenxo) y la playa de Baltar (en Portonovo) son urbanas. La playa de Montalvo es mucho más salvaje y la limita una gran pinada. Sanxenxo, como te decía, es un gran centro turístico y eso también se nota en sus actividades. Desde aquí, puedes hacer excursiones en barco a las islas Cíes, a la isla de Ons y a la costa da Morte y Finisterre.
Dónde: Sanxenxo.
En este mapa te marco la ruta en coche que cubre 53 kilómetros bordeando la ría de Pontevedra (aproximadamente toma 1 hora 26 minutos). He incluido todos los sitios de interés que comento en este post. Es un territorio muy fácil de descubrir a tu aire, en tu propio coche o de alquiler, sin grandes masificaciones inclusive en los meses de temporada alta.