La ría de Vigo es otro de los imprescindibles que ver en las rías Baixas. Es la más meridional de las rías gallegas y también la más profunda: 35 km desde la desembocadura, protegida por las islas Cíes, hasta Arcade, al fondo de la ensenada de San Simón. La presencia de Vigo, la mayor ciudad de Galicia, y de su importante puerto marcan la identidad y la fisonomía de este entrante de mar y la convierte también en una de las rías más populosas. El final de cada localidad se confunde prácticamente con el inicio de la siguiente. El Monte O Facho, en el extremo de la península del Morrazo, y la desconocida ría de Aldán son dos de sus principales espacios naturales, pero hay muchos más. Aquí te los cuento.
Actualizado por Paco Nadal el 27 de mayo de 2023.
Desde Vigo salimos por la AP-9 y vemos al fondo el soberbio puente de Rande, inaugurado en 1978, que en su momento fue el más largo de España. Da servicio a la autopista del Atlántico y permite salvar la ría por un estrechamiento previo a la ensenada de San Simón.
Dónde: puente de Rande.
La ensenada de San Simón, un entrante de mar al fondo de la ría de Vigo, fue usado tradicionalmente como fondeadero de barcos y zona de refugio por sus aguas someras y calmas, protegidas de los embates del Atlántico por el estrechamiento de Rande. Aquí tuvo lugar en 1702 la famosa batalla naval del mismo nombre (Rande) durante la Guerra de Sucesión española. Una poderosa escuadra anglo-holandesa entró en la ría de Vigo para atacar y hundir a una flota hispano-francesa, que había llegado un mes antes procedente de América con un valiosísimo cargamento. El ataque ocurrió, pero lo que sigue siendo un misterio es qué pasó con los tesoros que llevaban en sus bodegas. Algunas fuentes dicen que la mayoría del oro y materias valiosas había sido ya descargadas y estaban rumbo a Madrid cuando se produjo el combate. Otras fuentes hablan de que aún hay una fortuna en lingotes de oro en el fondo de la ría. Julio Verne se inspiró en el suceso para recrear, con ciertas dosis de veracidad, el lugar donde el capitán Nemo se aprovisionaba de oro en 20.000 leguas de viaje submarino.
Dónde: ensenada de San Simón.
Es conocida también como la ciudad de los viaductos, por los puentes de hierro para el ferrocarril que la sobrevuelan. El primero, de color rojo y ya en desuso, es el viaducto Pedro Floriani y fue inaugurado el 30 de junio de 1876 para dar servicio a la línea Madrid-Portugal. El siguiente, de color verde oscuro tras las recientes obras de mantenimiento y refuerzo realizadas, es el viaducto Pontevedra, de 1884, que sigue soportando aún el paso de los trenes de la línea Vigo-A Coruña. Ambos están declarados Bien de Interés Cultural. El convento de Vilavella, antigua fundación del año 1554 en el que residieron monjas de la orden San Lorenzo Justiniano, es uno de los edificios señeros. Sigue funcionando como iglesia parroquial y como salones para la celebración de bodas. Otros lugares de interés son la Casa do Concello, y la cercana Alameda y la Praza da Torre, en alusión a la torre renacentista del siglo XVI que todavía se conserva en ella.
Dónde: Redondela.
Cesantes es una parroquia costera perteneciente al municipio de Redondela y famosa por su playa y su complejo dunar, de casi 2,5 km de longitud. La fachada marítima la preside una estatua de Julio Verne, en reconocimiento por haber hecho navegar al Nautilus de 20.000 leguas de viaje submarino por los fondos de la ría de Vigo en busca de los tesoros perdidos en la batalla de Rande.
Dónde: Cesantes.
Frente a Cesantes emergen dos pequeños islotes, la isla de San Simón y la isla de San Antonio, unidas por un puente de piedra. En San Simón hubo un cenobio desde el siglo X que evolucionó hacia un gran monasterio activo hasta bien entrado el siglo XVIII. Luego fue usada como lazareto y, durante la Guerra Civil y la postguerra, como cárcel del régimen franquista, que la convirtió en el mayor campo de concentración del país. Hoy se usa para actividades culturales, educativas y de investigación. Si quieres conocer más la fascinante historia de esta isla, apúntate a esta excursión, que parte desde Vigo.
Dónde: isla de San Simón.
Una de las dos parroquias del concello de Soutomaior, famosa por sus ostras (feria y degustación popular, la primera quincena de abril) y por sus cebollas. De su patrimonio destaca la iglesia de San Salvador de Soutomomaior, un templo barroco del siglo XVIII, y la iglesia de Santiago de Arcade. La referencia a Santiago Apóstol son numerosas en la zona porque el Camino de Santiago Portugués discurre a lo largo de toda esta ribera oriental de la ensenada de San Simón. Se trata de un templo románico del siglo XII, muy alterado por reformas posteriores. A 4 km de Arcade puede visitarse el castillo de Soutomaior, uno de los pazos-fortaleza más ilustres de Galicia, heredero de una torre defensiva del siglo XI. El castillo adquirió su mayor esplendor en el siglo XV, bajo la propiedad de Pedro Álvarez de Soutomaior, poderoso señor feudal que destacó en la represión de la revuelta de los irmandiños. Una ingente rehabilitación permite descubrir ahora la larga historia del edificio, desde su orígenes a los añadidos neogóticos del siglo XIX. Está rodeado por un gran jardín.
Dónde: castillo de Soutomaior. Rúa do Rial, s/n. O Rial.
Horario: De mayo a septiembre, los jardines abren de 10:00 a 21:00 horas. El castillo, de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 horas. Sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 14.30 h y de 16.30 a 20.00 h. De octubre a abril, Invierno (octubre-abril), los jardines abren de 10:00 a 19:00 h. El castillo, de martes a viernes, de 10:00 a 19:00 horas. Sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 18.00 h. Lunes, cerrado, así como el 1 y 6 de enero y el 24, 25 y 31 de diciembre.
Entradas: general individual, 5 €. Visita guiada, 6,5 €. Si quieres conocer más detalles sobre las tarifas de acceso y los tipos de entrada, puedes consultar el enlace de su página oficial.
Al final de la travesía urbana de Arcade aparece este vado histórico, inaugurado en 1795 para salvar la ría de Vigo por la desembocadura del río Verdugo. Tiene diez arcos de piedra con tajamares a ambos lados. En 1809 fue el escenario de una importante batalla en la que el pueblo armado frenó a las tropas napoleónicas del general Ney dentro de la Guerra de Independencia. El 7 de junio la artillería francesa abrió todo su potencial de fuego y la caballería intentó por tres veces vadear el río. Pero fueron rechazados una y otra vez desde los fortines y trincheras abiertos por los españoles al otro lado. Fue «el episodio más parecido al de Waterloo en la historia de España». Varias placas a la entrada del puente recuerdan este hecho.
Dónde: ponte Sampaio.
Ya en la otra margen de la ría, una vez dejado atrás el estrecho de Rande, aparece esta localidad grande y populosa, con importante actividad pesquera. Destaca la iglesia de San Martiño, con portada románica del siglo XII. A la salida hacia Cangas de Morrazo por la carretera antigua, puedes dirigirte hacia la iglesia románica de Tirá, un bello ejemplo de ermita marinera del siglo XII, a pie de playa, con portada de cuatro arcos soportada por pilastras, una sencilla espadaña y un cementerio anexo. A ambos lados, un sendero baja hasta sendas playitas. Un delicioso túnel del tiempo entre tanta construcción moderna.
Dónde: Moaña.
Es una de las grandes urbes de la península del Morrazo, el saliente de tierra que separa las rías de Vigo y Pontevedra. Tiene un importante puerto pesquero y una lonja muy activa. Un servicio de barcas la conecta cada media hora con Vigo. Pese a su crecimiento, conserva algunos detalles de arquitectura tradicional en el casco antiguo, en especial en torno a la calle Real y la ex-colegiata de Santiago de Cangas, el primer templo canguiero, una interesante construcción con portada renacentista y nave gótica. En la calle Antonio Garelly, nº 20 se conserva uno de los mejores ejemplos de casas de patín, vivienda popular marinera del Morrazo –antes muy numerosas, hoy casi desaparecidas– adaptada a la doble necesidad de habitación (piso de arriba) y almacén de aperos para la faena en la mar en la planta baja. Súmate a un free tour por Cangas de Morrazo y no te pierdas nada de su historia. Por esa misma calle se baja hasta la Alameda de Soage, el espacio verde y de paseo de la localidad. Desde la Alameda se llega andando a la playa de Rodeira, la playa urbana más popular de Cangas. Desde Cangas sigue por la PO-315 en dirección Limens e Hío para buscar la siguiente localización.
Dónde: Cangas de Morrazo.
Camino del monte O Facho se pasa por esta pequeña parroquia dependiente de Cangas frente a cuya iglesia se haya uno de los cruceiros más famosos de Galicia y sin duda el más trabajado: el cruceiro de Hío. Se trata de una maravilla escultórica tallada en un solo bloque de piedra por el artista Ignacio Cerviño en 1872 donde tienen cabida las ánimas del Purgatorio, el Paraíso de Adán y Eva y el Descendimiento. La figura central es el Cristo ayudado por dos hombres a ambos lados de la cruz, aunque en la escena intervienen también la Magdalena, Nicodemo, Juan de Anmetea, San Juan y la Virgen María. El cruceiro compone un escenario perfecto entre la ermita de San Andrés, con portada románica, y la casa Rectoral, un soberbio edificio en granito con 300 años de historia.
Dónde: cruceiro de Hío.
El extremo suroeste de la península del Morrazo es este accidente geográfico, de importantes connotaciones paisajísticas e históricas. Desde Hío tienes que seguir la señalización hacia Donón y el monte O Facho. El asfalto acaba en un mirador con una escultura metálica sobre los acantilados del monte, con la islas Cíes al fondo, siempre como referencia. A la izquierda sale una pista de tierra de 2,5 km que baja hasta el cabo do Home y los faros de cabo Pequeno y cabo Home, el lugar de tierra firme más cercano a las Cíes. Antes se pasa por la bella playa de Melide, una media luna encajada entre frondosos pinares; una de las más bonitas y naturales de la ría de Vigo. A la derecha del mirador, en la cima del monte, se han excavado evidencias de ocupación de O Facho desde tiempos inmemoriales. En concreto se han localizado petroglifos del segundo milenio a. C., un gran poblado de la Edad del Bronce (800-600 a. C.), una aldea fortificada de la Edad del Hierro (400 – 100 a. C) y un santuario galaico-romano del siglo III de nuestra era.
Dónde: faro de cabo Home / yacimientos.
Cuando se citan las rías Baixas se olvida generalmente esta pequeña ría, transversal a las demás y mucho más pequeña, que en los mapas aparece como una ensenada encajada entre las dos rías de Vigo y Pontevedra. Desde el mirador de O Facho vuelve a Hío y, a la salida del pueblo, toma a la izquierda hacia San Cibrián. Aldán es una ría en miniatura que conserva el espíritu y la fisonomía que un día tuvieron que tener sus hermanas mayores, antes del boom inmobiliario. En la gran explanada del puerto de Aldán siempre hay pescadores en sus quehaceres. La antigua factoría de salazones es ahora la Casa de Aldán, un acogedor alojamiento rural. Y en la cantina de la lonja dan los fines de semana el mejor y más fresco pescado de la ría. Deambular por el paseo construido a lo largo de la ría nos transporta a otro tiempo, cuando eran aún territorio de pescadores y mariscadores. La iglesia parroquia está en San Cibrán. En la parroquia de Coiro puede visitarse otro interesante templo barroco y el pazo de Vista Alegre, que perteneció a los condes de Aldán. La ría tiene excelentes y tranquilos arenales, como la playas de Castiñeiras, Areacova y Areabrava. Desde luego, una de las visitas más recomendables de esta ruta.
Dónde: Aldán / San Cibrán.
Para comer en la ría de Vigo, si quieres probar las auténticas ostras de Arcade, además de buena cocina tradicional gallega, te recomiendo la marisquería Arcade. Si buscas un sitio popular, auténtico, nada fashion, pero donde va la gente local y con unos pescados fresquísimos, Taberna de Pedra, en Hío. Y en Moaña, ve a Prado Viejo, cocina gallega pasada por un tamiz de modernidad, con buenos productos de temporada y recetario innovador.
La ría de Vigo se visita fácilmente en un día. La ruta propuesta tiene en total unos 75 kilómetros. ¡Vamos!