Las playas de la Costa Brava son un espectáculo siempre, ya sean de gran extensión, urbanas o recónditas calas donde perderse unas horas. Son, sin duda, el mejor entorno natural para perderse en los días libres. En este post te cuento cuáles son mis favoritas.
Publicado por Paco Nadal el 31 de marzo de 2023.
Es Codolar (Tossa de Mar)
Se trata de la playa que hay al sur de la muralla de la Vila Vella, antiguo puerto pesquero y hoy un lugar encantador con arena muy gruesa y excepcionales condiciones para el baño. Está poco urbanizada pese a estar junto al núcleo urbano de Tossa.
Cala Senyor Ramón (Santa Cristina d’Aro)
Un cartel en la sinuosa carretera de costa que va de Sant Feliú de Guixols a Tossa de Mar señaliza la bajada a esta cala, una de la mejores de este trozo de costa abrupta que dio nombre a la Costa Brava.
El Castell (Palamós)
Entre Palamós y Calella quedó un trozo de costa salvado milagrosamente del ladrillo. Uno de los últimos vestigios naturales de este tramo de costa. Tiene forma de cala grande y está rodeada de pinares.
Cala Estreta (Palamós)
Una preciosa cala ente rocas y pinares de no más de 100 metros de longitud, absolutamente virgen y natural. Solo se puede llegar a pie desde Platja d’Aro o desde el aparcamiento de la playa El Castell, de Palamós.
Aiguablava (Begur)
Una de las más encantadoras de la zona de Begur, donde abundan las calas de ensueño. Rodeada de rocas y pinares, Aiguablava está situada al sur de Fornells. Aguas cristalinas y poco profundas, arena fina y un entorno natural privilegiado.
Aigua Xelida (Tamariu)
Una cala muy pequeña, pero de belleza enorme. Como siempre, pinares y acantilados que se descuelgan hasta un agua cristalina. Solo se puede acceder a pie desde Tamariu.
Port-Bo (Calella de Palafrugell)
Playa urbana de esta localidad, una de las más bonitas de la Costa Brava. La playa es destacable por lo pintoresco del entorno: casitas bajas, porches donde antes faenaban pescadores y ahora pululan los visitantes, barcas varadas en la arena, callejuelas angosta que desembocan en la arena... Una postal casi perfecta.
Sant Pere Pescador
El gran playazo de la costa Brava. La línea de arena se extiende libre, salvaje y abierta a lo largo de más de 40 kilómetros. El tramo más frecuentado corresponde al término municipio de Sant Pere Pescador. De sur a norte, la forman la playa del Riuet, Cortal de la Devesa, Cortal de la Vila, Cal Cristià, Can Sopa, Can Nera, Can Martinet (en la foto) y La Gola. Y en tres de ellas se permite la práctica del kitesurf.
Gola del Ter (Torroella de Montgrí)
La desembocadura este río forma uno de los tramos de costa más solitarios y vírgenes de este litoral. Tiene un pequeño frente dunar y un mínimo de servicios para el visitante.
De cala Montjoi a Cala Jòncols (Roses)
El tramo de pista de tierra que va de cala Montjoi a cala Jòncols, en la zona de acantolados que separa Roses de Cadaqués, ofrece algunas de las calitas más bellas y menos frecuentadas, por su complejo acceso, de esta zona de la Costa Brava.
Cala Portaló (Cadaqués)
Esta pequeña cala de grava y arena de apenas 40 metros de ancho podría ser una buena representante de las pequeñas ensenadas, solitarias y protegidas, que hay en el espacio protegido del Cap de Creus.
Algunas playas y calas son más accesibles que otras, pero en todas encontrarás la recompensa al final del camino. Estas son mis favoritas en la Costa Brava.