Desde la desembocadura del río Nalón hasta la ría del Eo, frontera con Galicia, se extiende un tramo de litoral marcado por la rasa, la planicie costera que acaba en abruptos acantilados a veces de hasta 100 metros de altura. Abundan las playas, pero suele ser más reducidas que las de la costa oriental y de suelo más pedregoso. Y los pueblos marineros de larga tradición en la caza de ballenas, reconvertidos ahora en destinos turísticos, como Cudillero, Luarca o Tapia de Casariego. Disfruta esta ruta.
Publicado por Paco Nadal el 13 de marzo de 2023.
La ría del Nalón, formada por la desembocadura de este río que nace en el puerto de Tarna (parque natural de Redes), sirve de inicio a esta ruta por la costa occidental. Muros de Nalón es la capital del concejo y un buen centro de servicios. Hay que subir hasta la plaza del Marqués de Muros, donde se alzan la iglesia de Santa María, de factura barroca, y lo que queda del palacio del marqués de Valdecarzana, del siglo XVI; entre otros elementos, se conserva una bella portada renacentista. En los jardines que rodean la cerca del palacio se levanta un hórreo que sirve de oficina de turismo en verano. Desde el centro del pueblo sale una carretera que lleva a la playa de Aguilar, una de las playas más bonitas de Asturias. Dos kilómetros y medio aguas abajo, en la margen izquierda, se encuentra San Esteban de Pravia, una parroquia de Muros donde hubo un floreciente puerto industrial para dar salida al mineral y material siderúrgico de la comarca hullera del Nalón. San Esteban de Pravia es hoy la zona más turística del municipio, con buenas playas. Los antiguos cargaderos de mineral han sido rehabilitados como zona de paseo a lo largo de la ría.
Camino de Cudillero aparece este pequeño pero singular pueblo, conocido como el Versalles asturiano. La hipérbole viene por el palacio Selgas (hoy Fundación Selgas - Fagalde), la fabulosa mansión construida por dos hermanos nacidos en Cudillero y emigrados a América, Ezequiel y Fortunato de Selgas, que quisieron engrandecer su pueblo natal. El palacio es una gran obra modernista, rodeada de jardines versallescos con fuentes, lagos, cascadas, templetes, avenidas y piezas arqueológicas recogidas o adquiridas por ambos mecenas. En el interior se conserva una importante pinacoteca con cuadros de Tiziano, Goya y El Greco. Los hermanos donaron también las Escuelas Selgas, para educar a los niños del pueblo, y la iglesia de Jesús Nazareno, donde colocaron un altar prerrománico que don Fortunato compró por 25 pesetas en una taberna donde lo usaban de mesa.
Dónde: palacio Selgas. La Quinta.
Horario y entradas: el palacio abre en julio, agosto y septiembre. Para organizar tu visita, consulta los datos en su página oficial. Su teléfono es 985 590 120 y el correo para reservas: reservas@selgas-fagalde.com.
Las casas de Cudillero se descuelgan por una empinada ladera como si las hubieran cosido a la montaña. Por sus calles no se camina, se escala. Y es que la exigua rada de este puerto, que desde el siglo XV mantuvo una de las más importantes flotas balleneras del Cantábrico, obligó a aguzar el ingenio a la hora de encontrar espacio disponible. Cudillero es el pueblo turístico más famoso de la costa astur. Su estampa vertical, de un pueblo marinero recogido y encantador, enamora a todo el que llega hasta aquí, sobre todo cuando se descubre por primera vez desde abajo, desde el puerto, y al atardecer, cuando el juego de luces naturales y artificiales magnifica sus encantos. Entre las humildes casas de pescadores despuntan otras construcciones más sólidas, como la iglesia de San Pedro, patrón de la Villa, que según una placa en la fachada fue consagrada en 1553, o la capilla del Humilladero, la construcción más antigua del pueblo (siglo XIII). La antigua rula o Lonja alberga ahora una sala de exposiciones sobre los pixuetos (gentilicio local) y la mar. En ella se hace un recorrido por la historia de su activo puerto (que llegó a ser el más importante de Asturias), por sus artes de pesca y sus embarcaciones, por su estilo de vida y en general por una cultura marina que aún hoy pervive en Cudillero, pese al boom turístico. Si vas a organizar tu visita, puedes reservar tu alojamiento en este enlace.
Unos 8 kilómetros al oeste de Cudillero la tierra vuelve a apuntar hacia el Cantábrico. Es cabo Vidio, el segundo punto más septentrional de Asturias, tras el cabo Peñas. Zona con grandes vistas panorámicas del litoral occidental y con soberbios acantilados de casi 80 metros. En sus paredes vive una importante colonia de aves marinas. Al oeste de cabo Vidio, accesibles desde la vieja nacional N-632, aparecen varias playas pequeñas y solitarias, generalmente con grandes cantos rodados, y escoltadas por acantilados como la playa de Albuerne, la playa de Novellana o la playa del Silencio.
Cadavedo es una agradable localidad rural, con urbanismo un tanto disperso pero lleno de buenos ejemplos de la arquitectura tradicional del Principado. Hay varias casonas de indianos, alguna reconvertida en excelente alojamiento rural. Hay que dar un paseo (se puede ir a pie) por la carretera que lleva a la playa de La Regalina. Sobre la llanura se levanta la humilde ermita de la Virgen de la Riégala, solitaria al pie de los acantilados, con una hermosa vista de la costa asturiana. La devoción por esta virgen estuvo muy extendida entre marineros y peregrinos. Desde 1931 se celebra una romería a la ermita el último domingo de agosto que reúne docenas de carros típicos asturianos, tirados por animales y romeros ataviados con el traje regional. Se comen bollos preñaos, vino y bollos de manteca. Si quieres conocer otras fiestas populares de Asturias, puedes leer mi selección en el enlace.
Luarca es otro de los pueblos costeros más bonitos del Principado, además de uno de los puertos históricos más importantes del occidente asturiano. Y uno de los pocos lugares del mundo donde los muertos gozan de mejor vistas que los vivos gracias a la panorámica situación de su cementerio (ver despiece). Luarca se hizo famosa por la actividad de su flota durante la época en que aún se pescaban ballenas en el Cantábrico. Es la capital del concejo de Valdés y tiene dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, la villa antigua y marinera en torno a la desembocadura del río Negro, con calles llenas de sabor como las del barrio de la Pescadería. Aunque la actividad portuaria sigue siendo floreciente, esta zona es hoy una sucesión de bares y restaurantes donde degustar los pescados más frescos; en fines de semana y fiestas suelen estar al completo de visitantes. Y por otro, la Luarca más señorial y burguesa, crecida a partir del siglo XIX en la zona alta, en los barrios de Barcellina y Villar, donde puede verse uno de los mejores muestrarios de arquitectura indiana de toda Asturias, con mansiones como Villa Excelsior, Villa Carmen y Villa Argentina, construidas como residencias veraniegas por luarqueses que hicieron fortuna en América. Los viajeros modernos siguen entrando por la puerta de la Villa, la que daba acceso a la ciudad hasta el siglo XIX. Su iglesia de Santa Eulalia aparece citada ya en 912, en tiempos del rey astur Furela II. En 1270 Alfonso X le da el rango de villa, con los fueros de Benavente. Frente a la iglesia se alzaba un hospital de peregrinos jacobeos, ya que por aquí pasa el Camino de Santiago del Norte. También en Luarca tienes la posibilidad de realizar una visita guiada por el jardín de la Fonte Baxa, uno de los jardines botánicos privados más grandes de Europa, fundado por el marqués de San Nicolás de Noras, José Rivera y Larraya, donde podrás ver camelias, rododendros, acebos, tejos, abedules, cedros, castaños y otras muchas especies. Para alojarte en esta bonita localidad, puedes consultar y reservar en este enlace.
Capital de concejo del mismo nombre, Navia vigila la desembocadura de la ría más grande e importante de Asturias. Puede ser la antigua Flavionavia romana, pero no se han encontrado rastros. Sí se conservan, sin embargo, vestigios de la muralla que mandó construir Alfonso X. Dicen que en el castillo de Anleo, del que hoy solo se conservan restos, pernoctó en 1214 san Francisco de Asís camino de Compostela. A la emigración a América, fenómeno que redujo ostensiblemente su población, se deben las bellas muestras de arquitectura indiana del casco antiguo y el monumento al Emigrante, que se levanta en la playa.
Tapia de Casariego es un importante centro veraniego. Entre las modernas construcciones, solo destaca el entorno de la plaza de la Constitución, con tres edificios contemporáneos, producto de la reforma llevada a cabo en 1863: el Ayuntamiento, el Instituto de Segunda Enseñanza y las Escuelas. Otra residencia histórica, la Casa de Reguero, fue restaurada como casa de Cultura. La planta baja acoge ahora el Museo Puerta de Tapia, una exposición sobre los señores de las casas palacio que forma parte del proyecto Parque Histórico del Navia, que ensalza los recursos culturales, etnográficos, históricos y paisajísticos de la cuenca de este río. La zona más agradable para el visitante es el puerto, embutido en un estrecho entrante de mar y con mucho sabor. Durante los temporales es un deleite ver saltar las olas contra el espigón. El entorno del muelle está lleno de restaurantes y terrazas donde disfrutar de la gastronomía local. Por la margen izquierda de la rada parte un paseo marítimo que recorre los acantilados en dirección a la playa y que pasa por el mirador de Os Cañóis, una buena atalaya sobre esta parte de la costa asturiana. El término municipal cuenta asimismo con buenas playas. La más concurrida es la playa Grande o de Anguileiro, una playa urbana junto al casco histórico formada por arena fina en la desembocadura de ese río. Si vas a pasar unos días en Tapia de Casariego, te recomiendo que compares entre los alojamientos disponibles antes de reservar en este enlace.
Desde Muros de Nalón hasta Tapia de Casariego. Espero que disfrutes en todos y cada uno de los pueblos y paisajes que recojo en esta ruta. Si, además, quieres disfrutar de la gastronomía local, quizá te interese leer sobre los platos y productos en ¿Qué comer en Asturias? ¡Buen viaje!