La bicicleta es uno de los medios de transporte más recomendables para disfrutar de los paisajes, la naturaleza y las gentes que la habitan de una manera pausada y sostenible. He hecho una ruta de 228 kilómetros por toda la costa norte gallega, empezando en la Mariña lucense y siguendo por los cabos más emblemáticos de las rías Altas. Tres o cuatro días (depende de tu ritmo) y una dificultad moderada para descubir playas, acantilados, bosques, santuarios y pueblecitos que parecen sacados de una postal. Te cuento cómo repetir la experiencia. Y si quieres saber más de la zona, en este otro post te cuento los 16 sitios que no te puedes perder de la Rías Altas.
Actualizado por Paco Nadal el 11 de junio de 2023.
Se sale de Ribadeo tomando la senda que va al antiguo descargadero y a la isla Pancha. A partir de ahí empieza un camino muy bien trazado y señalizado con las marcas rojas de Camino Natural de la Ruta del Cantábrico que, a lo largo de 150 kilómeros, desde Ribadeo hasta Ladrido, indica una ruta ciclable por la costa de Lugo y parte de la de A Coruña. Esas marcas rojas van a ser la mejor forma de orientarnos en estos primeros kilómetros de la aventura. Se transita por un paraje costero bellísimo, casi siempre alejado de los vehículos a motor. Se pasa por la playa de Os Castros, por la contigua y famosísima playa de Las Catedrales, por las de Lóngara y Coto, antes de llegara Foz. Luego se sigue hasta Burela, un importante puerto bonitero. Todo muy bien señalizado y deslindado para no tocar mucha carretera. De Foz a Burela se va también casi todo por pistas y sendas cerca del mar, evitando la nacional. La única complicación de la etapa es tras pasar San Cibrao, donde la costa está ocupada por el puerto y la fabrica de alumino Alcoa. Hay que sortear el complejo industrial por el interior, en un tramo complicado de orientación, con muchos sube y baja por pistas de tierra, carreteras locales y muchas cuestas. Se pasa luego por la gran playa de Esteiro y las ultimas cuestas y dientes de sierra llevan hasta Viveiro.
Distancia: 88 kilómetros. Desnivel acumulado: 1.200 m. Dificultad: fácil.
Desde Viveiro hay que salvar una buena pendiente de salida por la carretera LU-682. Las marcas rojas del Camino del Cantábrico llevan por la derecha, pero unos vecinos me alertan de lo complicado de ese terreno y opto por seguir por esa misma carretera, que no tiene demasiado tráfico, hasta O Vicedo (unos 15 km). Luego se cruza el puente de la ría de O Barqueiro para bajar a la pequeña y coqueta localidad homónima, con un puerto muy agradable y varios bares y restaurantes donde hacer la primera parada. Desde allí las señales rojas llevan hacia el faro de Estaca de Bares alterando pistas de tierra y carreteras locales. Ojo, porque muchos de esos caminos son de saca de madera y están bastante destrozados. No te importe seguir por la carretera AC-100, que pasa por Villa de Bares y llega por fin a Estaca de Bares, un cabo emblemático porque es el punto más septentrional, más al norte, de la península ibérica. El faro no vale nada, es pequeño y chaparro, poca cosa para la solmenidad del lugar. Pero las vistas desde allí justifican el viaje. Vuelvo por la misma AC-100 hasta O Barqueiro y desde allí por carretera a Ortigueira y, dando un rodeo para salvar la ría, hasta Cariño. Tras O Barqueiro aparecen mojones con la siliueta de un pescado rojo que llevan directo al santuario de San Andres de Teixido. Noche en Cariño, un pueblo marinero rodeado de un ambiente de fin del mundo, de extremo de todo.
Distancia: 69 km. Desnivel acumulado: 1.125 m. Dificultad: media.
Esta es la etapa más dura, pero la más bella de las tres. Desde Cariño se sale hacia el cabo Ortegal (5 km), el segundo más al norte de la península, pero mucho más interesante que Estaca de Bares por su bravura, su soledad y la belleza del entorno y del faro. Se puede hacer una parte por pista de tierra, siguiendo las últimas señalizaciones del Camino del Cantábrico. Una vez hechas las pertinentes fotos en el cabo y faro Ortegal, se retrocede por la misma carretera y a un kilómetro, justo al final de la empinada rampa que nos saca del faro, se toma a la derecha una pista de tierra (hay una señal de stop) en buen estado que enlaza con la carretera de asfalto que va de Cariño hasta Vixía de Herbeira, los acantilados más altos de España y el punto más alto de esta ruta. Desde el faro hasta el mirador de Vixía de Herbeira hay 619 metros de desnivel todo seguido, sin apenas descanso, con un kilómetro y medio final durísimo con pendientes de entre el 15 y el 20 %. Pero una vez más, las vistas allá arriba justifican el esfuerzo. Luego, una gran bajada hasta el famoso santuario de San Andres de Teixido, donde «vai de morto o que no foi de vivo». Puedes obviar la visita a San Andrés, porque hay que desviarse de la carretera de Cedeira un kilómetro y medio en fuerte descenso (que luego hay que subir), pero no te lo recomiendo: San Andrés de Teixido es un lugar emblemático para Galicia. Tras ganar otro alto se baja ya directo a Cedeira. Desde allí queda un tramo de 35 kilómetros muy rompepiernas (continuas subidas y bajadas) hasta Ferrol por la carretera AC-566.
Distancia: 71 km. Desnivel acumulado: 1.570 m. Dificultad: media-difícil.