Tokio es la ciudad más inclasificable de Asia. Una megápolis de 35 millones de habitantes (contando el área metropolitana) donde puedes encontrar, literalmente, todo lo que quieras buscar. Puedes darte un baño de agua caliente en un onsen tradicional o perderte entre los neones de la noche loca de Shinjuku. Ir de compras por Ginza entre rótulos de las marcas más prestigiosas del mundo o sumergirte en la paz espiritual de un santuario sintoista que parece sacado de otro tiempo. Aquí van diez sitios imprescindibles de ver en un primer viaje a Tokio. Si aún te queda tiempo, en este otro post te cuento cosas que hacer en Tokio más allá de las visitas imprescindibles.
Actualizado por Paco Nadal el 16 de noviembre de 2022.
Un remanso de paz en la alocada megaurbe de Tokio. El Meiji-jingu es el más visitado de los santuarios sintoístas de Tokio. Fue construido en la década de los 20 del siglo pasado en recuerdo del emperador Meiji, el de la Restauración que dejó atrás el sistema feudal de los samurais para encarrilar a Japón en la modernidad. Tras varios torii de madera y cobre se accede al patio principal, donde está el altar, la caja de ofrendas y las tiendas de omamori y demás amuletos. Lo rodea un enorme jardín de más de 700.000 metros cuadrados que no existía hace 100 años. Se creó con plantaciones donadas por miles de ciudadanos. Lo más singular de este santuario (uno de los más visitados por la tokiotas) es el remanso de paz espiritual y silencio que representa en medio del tráfago intenso de una megápolis. Está en el barrio de Harajuku, muy cerca de Omote-sandô y Takeshita-dori. Estación Harajuku de la línea Yamanote JR. Sumergirte en esta ciudad puede resultarte apasionante: un tour privado por Tokio con guía en español para conocer los templos más importantes, el barrio más tradicional y la zona más moderna de la ciudad puede ser también una buena opción en tu viaje. Otra puede serlo un tour de Tokio al completo (ojo, en inglés) que incluye, además, un paseo en barco por la bahía tokiota.
Muy cerca del santuario Meiji, tienes Takeshita Dori, una pequeña y muy loca calle de poco más de 400 metros de longitud en el barrio de Harajuku (acceso frente a la estación del mismo nombre, línea JR Yamanote). Suele estar llena de adolescentes y de pandillas de jóvenes japoneses (también de turistas) que vienen en busca de las numerosas tiendas de merchandising, vestimentas frikis, complementos para tribus urbanas (hay varias de moda kawaii) y de locales de todo a 100 yenes con las más disparatadas mercancías. Hay también pastelerías, cafeterías, perfumerías, electrónica y toda suerte de objetos de culto de las modas teenagers. Más allá de esta calle, Harajuku es el barrio de la moda de Tokio, con tiendas para todos los gustos, desde la boutiques de lujo de la calle Omote-sandô, a los garitos más extraños con ropa y complementos para frikis urbanos. Estación Harajuku de la línea Yamanote JR.
Shibuya es uno de los barrios más concurridos de Tokio, llenos de comercios, neones y gente a todas horas. Los turistas vienen hasta aquí para disfrutar del cruce de peatones más concurrido del mundo. Cada vez que se ponen en verde los semáforos, una riada de gente invade el paso peatonal en forma de X, pero de una manera tan silenciosa y ordenada que parece que hubieran ensayado. Se calcula que un millón de personas pasa cada día por aquí. El mejor sitio para fotografiarlo o filmarlo es desde las cristaleras del primer piso de la contigua estación de metro Shibuya. También desde las cristaleras del primer piso del Starbucks que hay enfrente. Otro de los hitos del barrio es la estatua de Hachi-ko, el perro que esperó todas las tardes durante 9 años en este mismo lugar a que regresara de trabajar su dueño, que falleció repemntinamente en su puesto de trabajo y que por tanto, nunca regresó por donde Hachi solía esperarlo. Está en la puerta de la estación Shibuya. Pero Shibuya es mucho más que ese paso de cebra. Si te alojas en la zona, econtrarás mucho ambiente nocturno en los alrededores de la estación. En especial en el renovado Shibuya Yokocho (el callejón de los borrachos), que se remonta a principios de los años 50 y sigue albergando los mejores restaurantes de yakitori (pollo a la parrilla) e izakayas tradicionales.
Este elitista barrio es la zona comercial por antonomasia de la ciudad, donde se concentran todas las cadenas internacionales y las firmas de lujo. La calle principal, Chuo-dori, es una especie de Quinta Avenida pero en Tokio, así que prepara la cartera si decides hacer shooping por aquí. Los frikis de la electrónica tienen en el barrio el Sony Center y el Apple Store. Los amantes de la cultura, el gran Kabuki-za, el mayor teatro de kabuki de la ciudad. Los domingos y festivos se cierra al tráfico y se hace peatonal hasta el atardecer. Metro Ginza de la línea Ginza.
El contrapunto a la arquitectura vanguardista de Tokio lo pone el Sensô-ji, el templo budista más antiguo de Tokio (data del siglo VII, aunque fue reconstruido en 1958, tras la Segunda Guerra Mundial) y el más visitado de todos. Está en el barrio de Asakusa. La puerta de Kaminari-mon da paso a una estrecha y larga calle comercial llena de tiendas y atestada siempre de visitantes por la que es difícil avanzar. Desemboca a las puertas del templo, a cuya derecha se levanta una pagoda de cinco pisos. En las calles aledañas hay un montón de restaurantes y tiendas que convierten la zona en un hervidero de tokiotas y turistas, sobre todo los fines de semana. En Asakusa se puede visitar también la Tokyo Sky Tree, la torre más alta de la ciudad. Además, a unos 30 minutos a pie, en el barrio de Ryogoku, hay un par de museos recomendables, el Edo-Tokio (sobre el pasado de la ciudad como capital del periodo Edo pero cerrado actualmente por reformas) y el Sumida Hokusai (ver post 10 cosas que hacer en Tokio más allá de las visitas clásicas). Metro Asakusa de la línea Ginza.
Una gran ciudad como Tokio tiene muchos centros y muchos barrios de movida nocturna, pero uno de los más populares entre los locales y forasteros es Kabuki-cho, un vecindario de Shinjuku, al este de la estación de metro homónima. Antiguamente era territorio de yakuzas y prostíbulos de mala fama, pero hace ya tiempo que aquello acabó y hoy es una de las zonas más frecuentadas por los turistas extranjeros y completamente segura. La imagen estereotipada de un Tokio futurista lleno de gigantescos neones, sonidos estridentes y comercios abiertos hasta la madrugada... es aquí. Calles repletas de gente, captadores que tratan de llevar a la clientela a su local, restaurantes de todo tipo y tamaño, muchas luces y ruido y ambiente hasta la madrugada. El mejor sitio para ir a cenar y luego tomar una copa de toda la ciudad. Un dato curioso para cinéfilos: en este barrio se rodaron algunas de las escenas icónicas de Lost in Translation (2003) de Sofia Coppola. ¿Y a quién no le gusta pisar territorio cinematográfico en otro mundo?
La familia imperial japonesa tiene su residencia oficial en un palacio en el centro de Tokio que ocupa una pequeña parte de lo que un día fue el Edo-jo, la gigantesca fortaleza del shogunato Tokugawa, hoy desaparecida. La visita al palacio imperial es una de las clásicas en todo tour organizado por la ciudad, pero no te hagas grandes expectativas porque te decepcionará. En realidad, el interior del palacio no se visita (solo parte del él se abre al públcio y bajo muy determinadas condiciones). Lo que se recorre son los jardines circundantes y las murallas de la antigua fortaleza. Aún así, merece la pena porque se trata del gran espacio verde y abierto de Tokio, donde la gente va a pasear y a hacer footing. La zona más fotogénica y visitada es la de los dos puentes al suroeste de la plaza del palacio Imperial —Niju-bashi y Megane-bashi— coronados por una torre de la época Edo que componen la mejor fotografía del lugar. Estación Tokyo de la línea Yamanote JR.
La ciudad más poblada del mundo debe tener a la fuerza una mirada interesante desde las alturas. Hay varios miradores escénicos sobre la ciudad. Te recomiendo el de las torres del edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio, en Shinjuku. No es el balcón más alto sobre la ciudad ("solo" 202 metros) pero tienen una gran ventaja: es gratuito. También puedes subir al de la Tokyo Sky Tree, en el barrio de Asakusa, el punto más elevado de la ciudad y una de las torres más altas del mundo, con dos observatorios a 350 y 450 metros (precios y horarios, en su web). O a la Tokyo Tower, antigua antena de comunicaciones que con sus 315 metros fue una revolución cuando se inauguró, en 1958 (precios y horarios, en su web). Los tres están abiertos hasta las 10 de la noche por lo que son válidos también para disfrutar las impresionantes vistas nocturnas de Tokio.
Los jardines del barrio de Ueno (Ueono-koen) son uno de los mejores lugares de Tokio para pasear en un buen día soleado, al igual que hacen cientos de familias, o para alquilar una bicicleta o sencillamente para visitar algunos de sus templos o deambular entre los cerezos en flor, los cuidados parterres y las avenidas, donde suele haber muchos artistas callejeros. Es otro de los pulmones de Tokio. Además de uno de los grandes centros culturales, pues el barrio alberga la mayor concentración de museos de la ciudad, incluido el museo Nacional de Tokio, el museo de Arte Occidental, el de Escultura Asakura y el Nacional de Naturaleza y Ciencia. Estación Ueno de la línea Yamanote JR.
Si quieres ver un barrio donde hay más tokiotas que turistas, acercate a Yanaka-Ginza, muy cerca de los jardines de Ueno, un conjunto de estrechas calles peatonales que podrían ser el Nothing Hill nipón. Se trata de un barrio popular que ha sobrevivido a la modernidad, por lo que en sus calles —sobre todo en la principal, Yanaka-Ginza— en vez de neones subsiste aún el espíritu del pequeño comercio tradicional, desde verdulerías y carnicerías a cafés donde preparan a vista del público el mochi, un arroz de grano pequeño que se machaca con mazos de madera hasta hacer de él una pasta dulce. Junto a ellos han surgido también nuevos locales más gentrificados para acoger al cada vez más numeroso público local, que viene los fines de semana a recordar y disfrutar de una vida tradicional desaparecida ya en el resto de la megaurbe. Estación Nippori (salida Norte) de la línea Yamanote JR.
En este mapa, te muestro los lugares ennumerados en este listado para que puedas ubicarlos y llegar fácilmente.