El mítico mercado de Tsukiji, la lonja central de pescado de Tokio en la que se movían a diario miles de kilos de todo tipo de pescado fresco en uno de los mayores espectáculos mayoristas del mundo, cerró definitivamente en octubre de 2018 (aunque permancerá abierta para el turismo el área exterior de restaurantes y tiendas). La actividad profesional se ha trasladado a unas nuevas instalaciones mucho más grandes, modernas, limpias y mejor equipadas en Toyosu, en el barrio de Kôtô, también muy céntrico. ¿Cómo se llega hasta allí? ¿sigue mereciendo la pena la visita durante un viaje a Japón? Te lo cuento en este post.
Actualizado por Paco Nadal el 19 de enero de 2020.
Para ir a Toyosu en transporte público lo primero que tienes que hacer es llegar a la estación Shimbashi de la línea Yamanote, la línea circular del JR que más usan los turistas y que es accesible con el pase JP Railpass. Una vez allí busca la señalización de la línea Yurikamome. Está señalizada con carteles azules que pone "For Odaiba / Yurikamome". Tendrás que salir de la estación del JR y subir unas escaleras para encontrar el andén y las taquillas de la Yurikamome.
Una vez en la estación del Yurikamome, compra un billete en las máquinas expendedoras a la estación de Shijo-mae. Es la número 14 y cuesta 380 yenes. Ojo: la última estación de esa línea se llama Toyosu, como el mercado, pero no es a la que debes ir.
La primera sorpresa del día te la llevarás en los vagones de la línea Yurikamome. Es un tren futurista que funciona... ¡sin conductor! Atraviesa uno de los barrios más modernos y espectaculares de Tokio, incluido el gran puente colgante del Arco Iris, siempre por terrenos ganados al mar. Solo por el viaje en este tren merece la pena el paseo.
Una vez en Shijo-mae, la indicaciones te llevarán a entrar en las nuevas y enormes instalaciones de la lonja tokiota. Un lujo de espacio en comparación con Tsukiji. Un cartel al final de un pasillo te mostrará que a la izquierda se va a las naves de los mayoristas de frutas y verduras y a la de la subasta de atún (pabellón 7). A la derecha, a la de los intermediarios del pescado (pabellón 6).
Lo primero que pasarás será el área de restauración. Los famosos -y estrechos- restaurantes de sushi que había en Tsukiji han abierto sucursal en Toyosu, así que descuida: podrás seguir probando las delicatessen de pescado fresquísimo que ofrecían allí. Eso sí, también a los mismos caros precios y con las mismas tremendas colas que se formaban en el antiguo mercado.
La actividad más espectacular de la lonja de Tokio fue siempre la subasta del atún. Cientos de enormes ejemplares llegados de los siete mares reposan en el suelo en espera de comprador. En Toyosu la subasta tiene lugar en el pabellón 7, de 5:30 a 6:30 de la mañana. Hay dos formas de visitarlo:
- La más fácil es desde el corredor acristalado habilitado para tal fin en la segunda planta desde donde se puede ver la operativa y hacer fotos sin molestar a su desarrrollo. A diferencia de Tsukiji, donde había un cupo muy pequeño de visitantea diarios, la entrada a este corredor es libre y sin límite, basta estar a la hora señalada en ese pabellón.
- Sala acristalada en el mismo piso que la subasta: esta posición es sin duda mucho mejor que la anterior, ya que las paredes de cristal de la sala no llegan al techo y se puede sentir el olor, el ruido y hasta el frío de la sala de subastas. Pero aquí el cupo sí que está limitado. Y hay una demanda tremenda, sobre todo en temporada alta. Se puede pedir plaza a través de esta web o llamado al teléfono de Tokio 0570-02-9999 (sólo válido desde teléfonos fijos o móviles japoneses; no funciona con llamadas a través de IP)
Una vez terminada la subasta de atunes y otras especies, la actividad pasa al pabellón 6, el de los intermediarios de pescado que venden lo adquirido en la subasta a los clientes minoristas. Aquí sin embargo, la decepción es máxima para el visitante. En Tsukiji los turistas podían pasear entre los puestos y los mostradores viendo el género y la actividad de cerca. Esto creaba lógicos problemas a los profesionales, que veían invadido su espacio por hordas cada vez mayores de curiosos haciendo fotos a todo, pues se había convertido en una de la atracciones más populares de Tokio. Por eso en el nuevo Tosoyu se decidió que los turistas solo podrían ver la actividad diaria desde unas galerías del segundo piso. Pero lo que han dejado como "observatorio" en ese pabellón 6 -que es lo único que puede ver un visitante que no vaya a la subasta- son cuatro ridículos ventanales como el que ves en la foto desde los que solo se observa un callejón, cuatro cajas y alguna persona demabulando, allá abajo. Vamos, un fiasco. Gratis, pero fiasco. Así que mi consejo es que a menos que te peges el madrugón y vayas a la subasta, no merece en absoluto la pena ir a Toyosu. Perder una mañana para esto en una ciudad llena de cosas interesantes como Tokio, es un desperdicio.
Este es el calendario de apertura del mercado de Toyosu, ten en cuenta que cierra domingos, festivos y casi todos los miércoles.