Una cabalgata única, indescriptible e inclasificable. Así es el Entierro de la Sardina de Murcia, un desfile en el que desde las carrozas se lanzan cientos de miles de juguetes a los espectadores. El Entierro de la Sardina 2024 se celebrará del 3 al 6 de abril. Estos son algunos consejos para disfrutar de la fiesta grande de la Región de Murcia.
Actualizado por Paco Nadal el 04 de marzo de 2024.
«Locos por un pito», escribió una vez el gran cronista José García Martínez para definir esa cabalgata indescriptible y inclasificable que remata las Fiestas de Primavera de Murcia y en la que una veintena carrozas inspiradas en dioses del Olimpo recorren la ciudad lanzando a los espectadores cientos de miles de juguetes.
En Murcia, tierra generosa donde las haya, todo se celebra dando (caramelos en las procesiones, habas en el Bando de la Huerta, agilandos en Navidad...) y en el Entierro de la Sardina no iba a ser menos. Imagina a unos señores subidos en unas carrozas de cartón piedra lanzando a manos llenas miles y miles de juguetes (que han pagado de sus bolsillos) a otros miles y miles de desaforados espectadores que abarrotan esa noche las calles y que, levantados de sus sillas y manos en alto, luchan a brazo partido y sin atisbo de rubor por conseguir un pito, un muñeco o un balón de plástico que no vale ni un euro. Es el desmadre, el acabose. Toda compostura se pierde y no solo niños y adolescentes, sino también señores y señoras de probada rectitud perderán los papeles por unas horas, se convertirán a su vez en niños y pugnarán entre risas y zarandeos por ese pito, por ese balón de plástico, por un llavero.... Minucias que irán al día siguiente al cubo de la basura, pero que esta noche mágica e irreal del Entierro de la Sardina se convierten en verdaderos tesoros. Por eso es que García Martínez lo clavó: «locos por un pito».
Entierros de sardinas hay muchos en España, nacidos todos como mascarada carnavalesca en la que los participantes festejaban el fin del tedioso periodo de Cuaresma. Así vio la luz también el Entierro murciano, allá por 1852. Pero de caricatura de un sepelio, la fiesta murciana fue derivando a cabalgata multitudinaria, llena de jolgorio, luces, fuegos y referencias mitológicas hasta que en el siglo XX abandonó definitivamente la proximidad del Carnaval para convertirse en una de las referencias claves de las Fiestas de Primavera de la ciudad.
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