Si te gusta viajar en bici y estás pensando en recorrer Francia en bicicleta, anota esta ruta sencilla y apta para todos los públicos que discurre por la región de Nouvelle-Aquitaine, en el centro-oeste de Francia. La Flow Vélo tiene 290 kilómetros, un perfil muy plano, empieza en Thiviers (Dordoña) y acaba en la isla de Aix (Charente-Maritime), en la costa atlántica. Te cuento todo lo que necesitas saber para hacer esta aventura de Francia en bici.
Actualizado por Paco Nadal el 19 de diciembre de 2022.
La Flow Vélo es una ruta cicloturista que empieza en Thiviers, en el departamento de Dordoña, y acaba en la costa atlántica, en la isla de Aix, despúes de haber cruzado de este a oeste la región de Nouvelle-Aquitaine. Tiene 290 kilómetros y un perfil bastante plano ya que la mayoría de ella discurre en paralelo y muy cerca del río Charente. No es un carril bici continuo. Diría que el 50% discurre por carreteras locales asfaltadas, pero con poco tráfico, y la otra mitad por pistas de tierra o pavimentadas en las que no entran vehículos motorizados. Entre sus atractivos está que atraviesa parte de Dordoña-Périgord, una región rica en pasiajes fluviales, castillos y pueblos con encanto. También, toda la zona vinícola de Cognac, con sus châteaux y sus viñedos milimétricamente alineados. Pasa por Rochefort, la ciudad que Luis XIV mandó levantar para instalar allí el arsenal y astilleros de la Armada francesa. Y termina con una corta travesía marítima en la isla de Aix, donde Napoleón pasó sus últimos días en suelo francés, antes de partir para el exilio en Santa Helena. Todo esto, con la compañía casi constante del río Charentes, por cuyas riberas transcurren cuatro de las cinco etapas. Es decir, Francia es estado puro: castillo, palacios, bodegas, pueblos con encanto, caminos de sirga a lo largo de los ríos y paisajes de ensueño.
Antes de conocer todos los datos prácticos y etapas de la Flow Vélo, descubre en este podcast Nouvelle-Aquitaine (Nueva Aquitania) una región de Francia muy cercana para el turista español, llena de paisajes, playas y pueblecitos preciosos. Su denominación es poco conocida pero está compuesta por 14 destinos que siempre seducen. E insisto, está muy cerca de España. No en vano el sur de Nouvelle-Aquitaine es el departamento de Pirineos Atlánticos, es decir, el País Vasco Francés, limítrofe con Euskadi y Navarra, por lo tanto, es una Francia muy accesible y cómoda para el viajero español. ¿Me acompañas en esta nueva aventura sonora?
La Flow Vélo está perfectamente señalizada con carteles blancos y verdes como el de la foto. Además, en los dos sentidos, por si quieres hacerlo desde la costa hasta el interior. Yo no tuve ningún problema de orientación y en cada cruce o desvío encontré una señal salvadora. Otra cosa es dónde dormir. En Thiviers hay alojamiento (luego te cuento mi favorito), pero no siempre ocurre en cada uno de los finales de etapa propuesto por la página oficial de la ruta. Sobre todo las primeras etapas discurren por zonas rurales de pequeños pueblos y aldeas, donde cuesta encontrar hasta un supermercado. Cuando te describa las etapas te contaré las posibilidades de alojamiento en cada una de ellas. En cuanto a la dificultad, la ruta es sencillisima y apta para todos los públicos. Solo en la primera etapa encontrarás un par de pequeños puertos de montaña (nada reseñables), que se salvan cómodamente por asfalto. Yo anoté un desnivel acumulado de menos de 600 metros ese día. El resto de las etapas son totalmente llanas. Sus casi 300 kilómetros se pueden hacer cómodamente en cinco días a una media 60/70 kilómetros diarios. La mejor época para hacer la Flow Vélo es, obviamente, el verano, aunque en esos dos meses, cuando te aproximes a la costa (Rochefort, isla de Aix), puedes encontrar problemas de alojamiento por ser temporada alta. Finales de primavera y principios de septiembre son también muy buenas épocas por la climatología y porque tanto los precios como la ocupación bajan.
Thiviers es un pequeño pueblo de la Dordoña, en el centro-sur de Francia, con suficientes servicios para iniciar esta aventura. El mayor de ellos: una estación de tren donde paran los regionales TER procedentes de Burdeos (línea verde 31), que nos permitirá regresar a por el coche que dejemos allí. Varios châteaux y casonas delatan que el pueblo vivió momentos más prósperos. Otro punto destacable es el hotel de la France y la Russie, cuyo dueño, Adrián, un inglés encantador y muy amable, lo tiene todo muy bien montado para acoger cicloturistas, con un cuarto especial donde guardar las bicis y posibilidad de cargar las eléctricas. La Flow Vélo empieza en el aparcamiento de la estación de tren. Allí está la primera señal verde y blanca. Tras un par de kilómetros por carretera, se toma una vía verde por el trazado de un viejo ferrocarril que brinda un tramo precioso de 15 kilómetros por un pasillo abovedado por el bosque de roble. Un maravilloso comienzo. A 30 kilómetros aparece Nontron, el único pueblo con servicios de la jornada. Ubicada en lo alto de una colina, es una localidad muy bonita, en la que merece la pena hacer una parada para comer y descansar. Si llegado a Nontron, tienes necesidad de alojamiento, puedes encontrarlo en este enlace. Tiene oficina de turismo. Luego vienen otros 37 kilómetros muy solitarios por carreteras asfaltadas, pero con poco tráfico, y zonas rurales y agrícolas. Un final lógico sería Marthon, pero no tiene alojamientos (yo, al menos, no los encontré). Sí tiene un par de tiendas de alimentación (ojo, cierran lo lunes). Se sigue por otra vía verde de antiguo ferrocarril hasta Chazelles, a 8 kilómetros de Marthon. Paré allí para dormir en una casa particular que alquila dos habitaciones, Le Coin de Jeammet (aceptable, nada especial, barata, pero con baño compartido). Es cómoda para ir en bici porque tiene jardín, piscina y una cocina con barbacoa para uso de los clientes. Otras opciones de alojamiento en Chazelles puedes encontrarlas aquí. Ojo, no hay ningún restaurante en kilómetros a la redonda; se pueden comprar provisiones en un par de supermercados que hay en el centro de la pequeña localidad de Chazelles.
Aquí puedes descargar el track de Wikiloc de esta etapa.
El día empieza por la misma vía verde por la que llegamos a Chazelles el día anterior. La llegada a la primera gran ciudad que atraviesa la ruta, Angoulême (a 24 km de la partida), es bastante fea y laberíntica, como la entrada a todas las grandes urbes. Hay un desvío previo que lleva a la estación de tren de Angoulême; no lo tomes si tu intención es continuar ruta hacia el mar. El laberinto de calles desemboca, por fin, en la senda fluvial en paralelo al río Charentes, cuya compañía ya no abandonaremos hasta el final. En realidad, no se pasa por el centro de Angoulême, que queda arriba en una colina, sino por Quai de la Charente, el paseo fluvial, a orilla del río. Hay una buena parada en la terraza del museo de la Bande Dessinée (cine de animación, vídeojuegos y medios interactivos), ubicado en una preciosa bodega de cognac del siglo XIX. Hay un food truck que sirve refrescos, café, crepes, bocadillos y bebidas. Desde el museo se sigue ya por la senda pegada al río, en un tramo muy bonito y agradable. Atención, porque pasado Fléac, al llegar a un puente sobre el Charente de la carretera D72, justo al pasar un restaurante junto al río, la señalización lleva a la derecha y sigue por carreteras. Yo seguí de frente, por donde señaliza una esclusa a 2,1 km, para continuar pedaleando pegado al río. Tras la esclusa, lo que viene en mi track son sendas estrechas entre vegetación abundante, que pueden ser complicadas de ciclar a quien no tenga mucha pericia por este tipo de terrenos y con alforjas. Mi track se une al camino oficial unos pocos kilómetros más adelante. Si no lo ves claro, siempre puedes seguir la señalización oficial en el puente que cito antes. Se pasa por Châteauneuf sur Charente, una localidad que no vale gran cosa, pero tiene dónde comer o comprar comida. De allí a Jarnac, final de etapa, hay unos 15 kilómetros deliciosos por sendas pegadas al río, maizales y fabulosos châteaux que anuncian que llegamos a la rica comarca de Cognac. Para buscar tu alojamiento al final de esta segunda etapa, puedes utilizar este enlace.
Aquí puedes descargar el track de Wikiloc de esta etapa.
La de hoy es una de las etapas con paisajes más bonitos y deliciosos. Atravesamos la rica comarca de Cognac, donde se produce el famoso brandy elaborado a partir de uvas blancas, crecidas en esta región de suelos calizos, y criado luego durante dos años en barricas de roble. El pedaleo entre un paisaje perfecto de viñedos milimétricamente ordenados y châteaux de ensueño es de lo más gratificante. Al poco de dejar Jarnac, cruzarás por Bourg-Charente, donde hay que parar para admirar la iglesia de Saint-Jean-Baptiste (la de la foto), uno de los más delicados y bien conservados ejemplos del románico de toda la región (siglo XII). La ciudad de Cognac aparece a los 15 kilómetros de la salida. Merece la pena abandonar la compañia del río y entrar a la vieja ciudad medieval, el Vieux Cognac, con sus calles adoquinadas, sus casas señoriales y sus muchas bodegas; todo ello presidido por el gran campanario de la iglesia de Saint-Léger. Casi todas las bodegas organizan visitas guiadas, por si te interesa. Hay multitud de terrazas en esta zona peatonal donde comer. Después vienen otros 35 kilómetros también muy agradables, siempre entre maizales y la ribera del río hasta Saintes. Se podría seguir un poco más, ya que la etapa queda un poco corta, pero yo al menos no encontré ningún alojamiento unos kilómetros más adelante de Saintes. Además, esta es una ciudad monumental e histórica que merece una visita, así que no está de más dejar un poco de tiempo libre para descubrirla antes de retirarte a descansar en tu alojamiento.
Aquí puedes descargar el track de Wikiloc de esta etapa.
De Saintes se sale como se llegó, en paralelo al río Charente. Una parada casi obligada es, a 12 kilómetros de la salida, en el pequeño pueblo de Port-d'Envaux, un antiguo puerto fluvial muy importante para las barcazas que surcaban el Charente (lo delatan las casas de ricos armadores, con su fachada de piedra blanca). Aunque las señales llevan a atravesarlo por la calle principal, desvíate un poco y baja al río, porque es muy agradable la zona del puerto, con su zona de picnic y un par de terrazas en un escenario pintoresco para hacer un alto o almorzar. El resto de la jornada es un laberíntico discurrir (atención a la señalización o el track) por pequeñas carreteras rurales y pistas de tierra entre maizales y girasoles y pequeñas aldeas donde casi nunca se ve a nadie. Se cambia varias veces de orilla hasta que, por fin, se llega a Rochefort, una de las ciudades más interesantes desde el punto de vista histórico y arquitectónico de toda la Flow Vélo. Tu alojamiento en Rochefort, aquí.
Aquí puedes descargar el track de Wikiloc de esta etapa.
Esta última etapa (que en realidad se puede unir a la anterior, si no quieres parar en Rochefort) es ya un puro trámite, muy sencillo, a lo largo de carriles bici que bordean el estuario del río Charente. Se pasa junto al Pont Transbordeur du Martrou, un ingenioso puente de hierro con una barquilla colgante, que permitió en 1900 cruzar entre las dos orillas del Charente sin obstaculizar el tráfico marítimo por el río. Lo diseñó Ferdinand Arnodin, ingeniero francés que intervino también en la construcción del puente Vizcaya (el de Portugalete) sobre la ría de Bilbao. Tras casi 25 kilómetros de llanura, aparece por fin el mar, justo a la entrada de la localidad de Fouras, un centro veraniego muy famoso y concurrido en julio y agosto (ojo si tienes que reservar alojamiento aquí). Desde el extremo de la península de Fouras salen los barcos a la isla de Aix, el punto final oficial de la ruta. Aix es una isla pequeña en la que no se admiten coches; solo se puede recorrer a pie o en bici. Forma parte del sistema de fortificaciones que defendían la entrada al arsenal de Rochefort y se hizo famosa porque Napoleón Bonaparte pasó en ella varios días tras la derrota en Waterloo antes de ser deportado a Santa Helena. La isla de Aix está cerca de la costa y sometida por tanto al régimen de mareas, que son muy fuertes en la zona. Por eso no hay conexiones a todas horas; solo con marea alta. Eso y la gran demanda que tiene la isla en verano, dificulta mucho el acceso. Consulta los horarios de barcos en la web del servicio marítimo oficial Fouras-Aix. Y si no consigues pasaje, no pasa nada; termina en Fouras, que tampoco es mal lugar para acabar una aventura fantástica en bicicleta por Francia. Si a estas alturas tienes superávit de adrenalina, quizá te apetezca un paseo en helicóptero por Fort Boyard desde el aeródromo de Saint-Pierre-d’Oléron. El recorrido sobrevuela el bastión napoleónico de Fort Boyard, así como otros enclaves defensivos de la zona. Para reservar tu alojamiento en el último punto de esta Flow Vélo, tienes disponible este enlace.
Aquí puedes descargar el track de Wikiloc de esta etapa.
En este mapa verás localizadas las cinco etapas y las localidades de inicio y fin de cada una de ellas. ¡Bon courage!