¿Abarcar un archipiélago con más de 17.000 islas en 21 días de viaje? Imposible. Si hay que elegir, mis imprescindibles para una primera visita a Indonesia serían las islas de Java, Borneo (Kalimantan) y Bali. Bienvenidos a un país asentado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, cuna de cientos de grupos étnicos y lenguas y reconocido por el exotismo de sus playas, naturaleza y vasta cultura.
Publicado por Ida Plaza el 10 de septiembre de 2018.
Uno de los principales puntos de entrada al país gracias a su aeropuerto internacional. Yakarta está situada al noroeste de la isla de Java, una de las más pobladas del mundo, y es una enorme metrópolis de 10 millones de habitantes dividida en cinco distritos. No es la ciudad más hermosa ni más solicitada por los viajeros, pero merece la pena hacer una pequeña escala para descansar y aclimatarse tras largas horas de vuelo. Un paseo en bicicleta por Kota Tua, el casco antiguo, permite descubrir el legado colonial holandés a través de una decadente arquitectura y empezar a entender la historia de este inmenso país. Se puede complementar el recorrido con una visita al Museo de Historia de Yakarta, también conocido como Fatahillah, ubicado en un edificio del siglo XVIII. Si te gusta la gastronomía Yakarta es el sitio perfecto para una primera inmersión y de paso degustar los cinco platos nacionales: nasi goreng, gado-gado, soto, sate, y rendang.
En la isla de Java -la misma que alberga Yakarta, pero en la zona central- está la ciudad de Yogyakarta, más conocida como Yogya entre los locales. ¿Merece la pena visitarla? Sí, y mucho; sobretodo sus alrededores. A pocos kilómetros de ella se encuentran dos grandes sitios arqueológicos que dejan al turista sin aliento: Prambanan y Borobudur. Ambos conjuntos fueron clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991. El primero, ubicado a unos 18 kilómetros al este de Yogya, data del siglo IX y cuenta con más de 200 templos consagrados a las deidades del hinduismo. La edificación más alta alcanza los 47 metros de altura, ¡impresionante! Otra gran joya es Borobudur, el monumento budista más grande del mundo. Una exquisita construcción realizada con toneladas de piedras talladas y decorada con las más bellas estupas, que albergan budas. Ubicado a unos 40 kilómetros de la Yogja, data del siglo VIII - IX. Ambas ruinas pueden visitarse en un mismo día. Os recomiendo comprar la entrada conjunta y según itinerario, organizar la visita al amanecer o atardecer en alguna de ellas, que no tiene desperdicio.
La isla de Java es también conocida como la isla de los volcanes, no en vano se asienta en el Cinturón de Fuego del Pacífico. La zona más oriental de la isla es muy atractiva para los amantes del trekking y la naturaleza ya que aquí se encuentran dos de los principales volcanes del país. El volcán Bromo, ubicado en el Parque Nacional Bromo Tengger Semeru, alcanza 2.329 metros de altura y es parte del macizo de Tengger. Bromo deriva de la pronunciación javanesa de Brahma, el dios creador hindú y es una de las visitas más solicitadas ya que ofrece un ascenso fácil y amigable. Sus cumbres de enorme belleza garantizan el éxito y las expectativas de la actividad. Se puede realizar a pie o en jeep. El volcán Ijen -la otra gran atracción de la zona- alcanza los 2.770 metros de altura y es famoso por su cráter sulfuroso y por la actividad minera que aun hoy en día se desarrolla. Su acceso es más difícil pero su belleza es un espectáculo. Desde la cima se visualiza el cráter con aguas sulfurosas. Muchos visitantes intentan bajar en busca de las llamas azules formadas por los vapores que emanan del cráter. En este caso, se recomienda la visita en tour guiado y no por libre; la aventura empieza en la madrugada.
Semarang es la capital del distrito de Java Central, quinta ciudad en tamaño de Indonesia. Ubicada en la costa norte de la isla, suele ser utilizada como punto de conexión entre los principales destinos del país gracias a su sorprendente y moderno aeropuerto. Con una fuerte carga histórica china, hoy día es una ciudad relativamente desarrollada en comparación a la media del país, con gran oferta hotelera y centros comerciales. Estando en la costa no cabe mencionar sus playas ni tampoco conjunto arquitectónico alguno, máxime si se llega desde su vecina Yogyakarta, donde las visitas de Borobudur y Prambanan habrán dejado las expectativas demasiado altas. Semarang es una ciudad de paso. 120 kilómetros la separan de Yogyakarta, pero en Indonesia las distancias no se miden en kilómetros sino en tiempo. El trayecto por tierra dura -con suerte- entre 3,5 y 4 horas y es la mejor manera de unir ambas ciudades para visitar posteriormente la provincia de Kalimantán, en Borneo. Si coincide tu estancia en viernes, sábado o domingo entre las 18 y las 23 horas es recomendable visitar el mercado chino, más conocido como Waroeng Semawis, ubicado en Gang Warung. Te sorprenderá el despliegue de todo tipo de puestos al puro estilo street food chino: una experiencia única y sobre todo muy local. Otra recomendación sería la visita a Sam Poo Kong (también conocido como Gedong Batu Temple), el templo chino más antiguo de la ciudad.
Es el puerto de entrada a Kalimantan, la provincia indonesia en la isla de Borneo, y por ende acceso al Parque Nacional Tanjung Puting. No ofrece grandes sorpresas, es una ciudad de tránsito pero puede resultar una experiencia colorida. Un recorrido en canoa motorizada por el río Arut es imprescindible para descubrir las costumbres y formas de vidas locales. También es posible visitar una réplica de un longhouse, las casas típicas de las tribus dayak, etnia indígena del sur y oeste de la isla de Borneo que vive siguiendo sus tradiciones ancestrales, pero adaptados al 4G. ¿Dónde comer?: mi recomendación es Cak-Cek, uno de los mejores warung de la zona.
El Parque Nacional de Tanjung Putin es el mejor sitio del mundo para ver orangutanes en libertad. Poner pie en esta reserva significa sumergirse en la frondosa y privilegiada selva de Kalimantan, la provincia indonesia ubicada en la isla de Borneo, compartida con otros dos países: Malasia y Brunéi. La reserva se compone de tierras secas, manglares y bosques costeros, pero a pesar de estar protegida y de que el turista queda impresionado por la exuberante naturaleza, está muy degradada. La pérdida del hábitat natural debido a la intervención del hombre y los incendios han sido las mayores amenazas para la vida silvestre. Hoy en día varias instituciones trabajan con el objetivo de recuperar e incrementar la biodiversidad endémica. Para acceder a la reserva hay que volar a Pangkalan Bun (desde Yakarta o Semarang), dirigirte en un trayecto de aproximadamente 30 minutos al embarcadero de Kumái e iniciar la aventura navegando.
Sin mayores pretensiones, este embarcadero es el punto de partida para iniciar el recorrido por el Parque Nacional Tanjung Putin. Hay dos formas de explorar la reserva y de ello dependerá el tipo de embarcación que se utilice. La experiencia más auténtica es sin duda navegar en klotot, pero para los no afortunados (hay pocos klotots disponibles y la demanda es muy alta) existe la opción de hospedarse en lodges dentro de la reserva y utilizar sus lanchas rápidas para realizar las excursiones. El klotot es una embarcación local de madera llena de encanto que se convertirá en tu hogar durante la travesía, que discurre por el río Sekonyer y sus afluentes. Navegar, comer y dormir en esta singular embarcación no tiene precio. Ver muy cerca orangutanes en libertad es el plato fuerte de la visita al parque. Pero el resto de fauna, como los monos narigudos autóctonos de Borneo, los macacos, las extraordinarias aves como el kingfisher, los cocodrilos o la infinidad de luciérnagas una vez cae cerrada noche es también todo un espectáculo. Puedes contactar con un empresa de klotots aquí.
Cientos de veces hemos oído nombrarla. ¿Qué esconde una de las islas más cotizadas de Indonesia? Bali ya no es lo que era hace 20 años pero la magia sigue viva. Una isla llena de encantos que esconde bellísimas playas, imponentes volcanes, infinitos arrozales, templos con ceremonias llenas de color y sus espectaculares danzas. La religión principal de Indonesia es el islamismo, pero la isla de Bali se mantiene como un oasis con una tradición predominantemente hindú. Explorar Bali implica recorrerla por la costa y por su interior de sur a norte y así enamorarse de los balineses, de sus atardeceres, de sus monos y de su color, predominantemente verde. De clima tropical, cálido y húmedo todo el año, la temporada de lluvia abarca de octubre a marzo y la seca de junio a septiembre. ¡Un sitio imprescindible! En este post te cuento qué ver y hacer en Bali si es tu primera vez.
Ubud es uno de los distritos de Bali, ubicado en la parte central y más alta de la isla. Su principal población, de la que toma el nombre, sirve de centro de operaciones para llevar a cabo multitud de visitas culturales y de naturaleza en el entorno. Famosa por su danza y artes escénicas, sus infinitos arrozales rodeados de cocoteros solo desaparecen para dejar hueco a pequeñas poblaciones con coloridos templos. En cualquier caso, templos como Tirta Empul o Goa Gajah son de visita obligada al igual que el Monkey Forest, donde deberás guardar a buen recaudo todo aquello que no quieras que los intrépidos monos del lugar te lo arrebaten.
Uluwatu es una de las zonas más populares de Bali, situada en el extremo sudoeste de la península de Bukit. Su nombre hace referencia a su situación: ulu, 'fin de las tierras'; watu, 'roca'. Este área de la península se sitúa en altos acantilados que albergan calas bellísimas. Dreamland beach, Balangan o Padang-Padang son lugares de visita imprescindible durante una estancia en Uluwatu. Pero no todo es playa en esta zona. Hay un templo de referencia que toma el nombre de la zona: Uluwatu Temple. Ubicado en un enclave privilegiado, las puestas de sol allí son bellísimas. Merece la pena incluir dentro de la visita la representación en el anfiteatro del Kekac Dance o Baile de fuego tradicional balinés (ojo que hay que reservar con antelación). La mejor forma de moverse por esta zona de la isla y perderse por sus carreteras, caminos y calas es alquilando una moto, experiencia adrenalínica para los más valientes pero que te dará la libertad de parar allá donde quieras, al tiempo que evitarás los monumentales atascos.
Nusa significa isla en balinés. La provincia de Bali incluye tres pequeñas y encantadoras islitas: Nusa Penida, Nusa Lembongan y Nusa Ceningan. Son fáciles de acceder desde el puerto de Sanur, en la isla de Bali. La travesía en fast ferry dura entre 30 y 60 minutos hasta Nusa Lembogan, perfecta para unos días tranquilos de playa y snorkel. Indispensable la visita a la vecina Nusa Ceningan, a la que se accede desde Lembogan por un encantador puente colgante. Está mucho menos desarrollada y con menos oferta turística, pero con la posibilidad de encontrar un pequeño paraíso. A Nusa Penida se accede en ferry desde las islas vecinas y sus mayores atractivos son nadar con mantas rayas y disfrutar de las vertiginosas vistas desde lo alto de sus acantilados. ¡No te la puedes perder!