Es la segunda ciudad más poblada de Birmania. Sucedió a Amarapura en 1857 como capital del reino y lo fue hasta la caída del país en manos británicas en 1886. Es el centro cultural de la cultura bamar (la etnia dominante en Birmania) y, aunque hoy es una ciudad moderna y grande, Mandalay tiene muchos lugares de interés que hacen indispensable una estancia de al menos tres días en la ciudad.
Actualizado por Paco Nadal el 09 de febrero de 2024.
El lugar más visitado por los turistas es la colina de Mandalay, en torno a la cual nació la ciudad. En la cima, por donde se dice que estuvo predicando Buda, se levantan varios templos y una colosal estatua del Siddharta Gautama. Se puede subir a pie, en escaleras mecánicas o en camioneta. Desde la balaustrada se domina la ciudad y el valle del Irawady, aunque hay que reconocer que la vista no es muy espectacular; lo que se ve bajo es un campo de golf y los edificios modernos de Mandalay, con el gran río al fondo. Pero merece la pena la subida por el ambiente de gente local y de monjes jóvenes que viene al atardecer y sobre todo para practicar inglés por los turistas, sobre todo los fines de semana. Buena luz para los amantes de la fotografía.
Dónde: colina de Mandalay.
Otra de las visitas imprescindibles en Mandalay es a este monasterio construido completamente en madera de teca. Uno de los más alucinantes del país. Se nota la presencia del tiempo y de la historia en sus dos salas con grandes columnas de teca, sombreadas por la luz tamizada que entra por las puertas laterales. Una sala era la del trono real y la otra, donde hacían vida los monjes. Mejor ir temprano (abren a las 9:00 h) para verlo con tranquilidad porque pronto se llena de visitantes.
Dónde: monasterio Shewenandaw.
El guía o quien te aconseje te dirá que no te pierdas la pagoda con “el libro más grande del mundo”. En realidad en Kuthodaw Paya, otro de los muchos recintos religiosos que hay al pie de la colina de Mandalay, no hay ningún libro al uso. El juego de palabras es porque conserva el Tripitaka, el canon budista, grabado en 729 losas de mármol escritas por los dos lados, y cada una de ellas guardada en una hornacina encalada de blanco, todas ellas alineadas en largas y fotogénicas calles. Por eso Kuthodaw no es una pagoda más, es realmente un lugar diferente a todos los que hayas visto hasta ese momento en el país y aunque estés harto de ver pagodas y templos, a este tienes que ir. Además, el conjunto de hornacinas es de los más fotogénico y te pueden quedar una imágenes muy sugerentes. Si no te quieres perder 3 de las más importantes visitas, te recomiendo este tour por las pagodas de Mandalay.
Dónde: pagoda Kuthodaw.
Situado en el otro extremo de la ciudad, Mahamuni es el centro de la vida religiosa de Mandalay y uno de los lugares más sagrados del país para los peregrinos budistas. Los alrededores, como otros muchos centros religiosos, están repletos de bazares y tiendas donde se venden imágenes de Buda y todo tipo de objetos y fetiches religiosos. El templo tiene varios patios, pero gira en torno a un altar principal en el que se venera una estatua de Buda donada por el rey Thibau en 1884. La leyenda dice que es la única estatua que representa con exactitud a Buda porque fue esculpida en bronce cuando aún el vivía, aunque los historiadores datan su construcción al menos 900 años después de la muerte de Siddharta Gautama. La costumbre es pegarle a la figura pequeños papelitos de pan de oro, lo que ha convertido ya al Buda es una deforme bola dorada. Cuando se fundó el monasterio, el rey prohibió a las mujeres subir a poner el pan de oro, así como rezar en las primeras filas; costumbre que aún hoy se mantiene por tradición, aunque el budismo no sea precisamente una religión tan misógina como otras.
Dónde: monasterio Mahamuni.
Mandalay fue una efímera capital real (apenas 30 años) establecida por la dinastía Konbaun, muy cerca de otras antiguas capitales. Una de ellas fue Amarapura, a unos 11 km al sur de Mandalay, a la que se va en excursiones de día para ver el puente U Bein, el puente de teca más largo del mundo. La excursión suele completarse con una visita a Ava, otra antigua capital real (esta lo fue por 400 años), que está frente a Amarapura, al otro lado del río Myintnge, un afluente del Irawady. Ava es una visita interesantísima, no solo por sus monumentos (como el monasterio de teca Bagaya Kyaung o el precioso monasterio Maha Aungmye Bonzan), sino porque es un lugar donde el tiempo se detuvo y la vida rural discurre a un ritmo aún más auténtico y pausado que en otras partes del país. Enfrente, al otro lado del Irawady, está Sagaing, otro gran centro religioso y monástico, con numerosos templos budistas. Otra de las excursiones obligatorias desde Mandalay es a Mingun (45 minutos de barco río arriba), donde se visita la gigantesca pagoda inacabada, Mingun Pahtodawgy, que un rey imaginó con 150 metros de altura pero que se quedó solo en 50 (y aún así, parece gigantesca). Al lado está Hsinbyume Paya, la pagoda merengue. Posiblemente, la pagoda o estupa más singular de Birmania. Tienes información detallada de estas excursiones desde Mandalay en este post sobre 15 sitios que ver en Birmania y la posiblidad de hacer una excursión a Ava, Amarapura y Sagaing al alcance de tu clic.