El parque natural de Grazalema es uno de los más singulares de Andalucía (Cádiz y Málaga). Y uno de los lugares de España donde más llueve, por increíble que parezca (aunque a día hoy las pevisiones y la situación no sean tan esperanzadoras). Forma un todo geográfico con el vecino parque de Los Alcornocales y la sierra de Las Nieves. Esta es una ruta por sus pueblos blancos para descubrir el bosque de pinsapos, la arquitectura rural andalusí y la interacción beneficiosa entre hombre y naturaleza.
Actualizado por Paco Nadal el 05 de mayo de 2023.
Ubrique es la puerta sur de Grazalema. Un pueblo blanco, refulgente de cal, apiñado en torno a unos cerros negruzcos, que resaltan aún más su luminosidad. Lo rodea el bosque primigenio de encina. La imagen más atractiva de Ubrique es la que obtiene a la llegada por la carretera desde El Bosque, todo un paradigma de la postal andaluza. Lástima que el crecimiento demográfico y su potente industria le hayan hecho crecer no siempre respetando la unicidad de estilo. Más grande y moderno que el resto de pueblecitos del parque, Ubrique aún conserva algunos ejemplos de arquitectura popular en el barrio viejo, arriba, en torno al ayuntamiento. Si quieres adentrarte en sus calles y su historia con una guía profesional, puedes contratar un tour privado (una opción muy interesante si viajas en grupo). Es famosa su industria de la piel. La oficina de Turismo de Ubrique (Moreno de Mora, 19) brinda información sobre todas las posibles actividades y servicios en la zona. Otro punto de interés es el yacimiento de Ocuri, a 800 metros del casco urbano; esta excavación te desvelará termas, templos, edificios y calles. Un lugar recomendable para comer es El Laurel de Miguel, de agradable trato y buena relación calidad precio.
Dónde: oficina de Turismo de Ubrique / Yacimiento de Ocuri
Horario del yacimiento: de martes a sábado, 11:00 y 16:00 horas. Domingos y festivos, 11:00 horas. Lunes, cerrado. En julio, agosto y septiembre, de martes a sábado y festivos, a las 10:00 horas. Lunes y domingo, cerrado.
Entrada al yacimiento: 3 €. Solo se puede acceder con reserva previa.
Desde Ubrique toma la A-374 que lleva por el sur del parque hacia Benaocaz, una pequeña localidad que conserva las ruinas del antiguo barrio nazarí, testigo del urbanismo y la tipología constructiva que imperaba en la sierra a finales del siglo XV, cuando las tropas cristianas acabaron con el reino musulmán de Granada. Quedan las ruinas de las casas, el trazado de las calles y el empedrado original de las calzadas. De la parte moderna destaca el Ayuntamiento, edificio blanco y barroco con una fachada de dos plantas con sendas galerías con vanos de medio punto formando calles que recuerda al Ayuntamiento de Ronda, y la pequeña iglesia de San Pedro, cuyo campanario reposa sobre la base del alminar árabe. Después se pasa por Villaluenga del Rosario, cuya plaza de toros está construida aprovechando los relieves de una ladera de rocas y tiene una forma poligonal, en vez de redonda. La posada restaurante El Parral es una buena elección tanto para alojarse como para disfrutar de un buen restaurante en este pueblo. El trato del personal es exquisito.
Dónde: Benaocaz.
La población que da nombre a la sierra de Grazalema no es ni la más grande ni la más populosa, pero sí una de las más bellas y la que ha conseguido aglutinar la mayoría de los servicios para los viajeros que se adentran en el parque, entre otras cosas, por su situación casi en el centro geográfico de la zona protegida. Como otros muchos pueblos tiene un manifiesto origen árabe. Unas raíces visibles en sus pulcras calles empedradas, en sus fachadas de mortero de cal y en la uniformidad del manto de teja moruna que cubre sus techumbres, visible como un río de adobe que cubre el fondo del valle desde la carretera que sube al puerto del Boyar. En Grazalema se pueden visitar los restos del castillo del siglo X, las artesanías textiles, en especial de mantas, que fue una de las industrias florecientes de la localidad hace mas de 100 años, y las diversas parroquias que despuntan entre esta masa compacta de fachadas revocadas. Pero el atractivo más mundano y asequible es el de deambular por sus callejuelas y establecer un viacrucis gastronómico por los muchos bares de la localidad, para comer o cenar tapeando a base de chacinas ibéricas, sopas de ajo y de espárragos, butifarras fritas y carnes a la brasa. Un restaurante recomendable al que volvería es Cádiz El Chico. Anímate a conocer a fondo su historia sumándote a un free tour por Grazalema o contratando un interesante tour privado para tu grupo de viaje.
Dónde: Grazalema.
La verdadera joya ecológica del parque natural de Grazalema ocupa una pequeña mancha de apenas mil hectáreas, a altitudes superiores a los 1.000 metros y en suelos calizos de zonas de umbría. Es el pinsapo, una conífera emparentada con los abetos de la zona fría del hemisferio norte que hace unos 15.000 años se adaptó a estas condiciones climáticas sureñas y se quedó a vivir en Andalucía. Para visitar el pinsapar hay que salir de Grazalema en dirección a El Bosque y a cuatro kilómetros torcer a la derecha por la carretera CA-531 en dirección a Zahara de la Sierra. A kilómetro y medio se llega a un aparcamiento habilitado al pie de una cantera. Ese es el punto de inicio de la senda que cruza el famoso pinsapar. El itinerario discurre por la sierra del Pinar, uno de los 17 macizos que integran el parque natural de la Sierra de Grazalema, y tiene una longitud de 11 kilómetros para los que se necesitan unas 3 horas y 45 minutos. Para entrar en esta zona del parque natural de la Sierra de Grazalema es necesario solicitar permisos aportando los datos de número de DNI o pasaporte, día de la visita, itinerario elegido y número de personas a través del centro de visitantes El Bosque.
Dónde: sendero del Pinsapar.
Otra excursión senderista clásica en la sierra de Grazalema es a la Garganta Verde, una estrecha y profunda grieta formada por el arroyo del Pinar que recibe su nombre de la profusa vegetación que crece gracias a la umbría y la humedad generadas en su fondo. Se accede a ella por la misma carretera Grazalema-Zahara de la Sierra donde también está la entrada al pinsapar. La excursión incluyendo la ida y la vuelta dura entre 4 y 5 horas. Es un descenso bastante pronunciado. Si decides visitarla te recomiendo estar bien informado y gestionar los permisos. Aquí también las visitas están sometidas a regulación y hay cupos limitados. No te pierdas la plataforma de observación de buitres.
Dónde: La Garganta Verde.
Se llega a través de la carretera que cruza el puerto del Boyar, en cuyas laderas es posible ver también algún pinsapo aislado. Benamahoma es un pueblo tranquilo, con artesanía de muebles y mucho silencio en sus calles. Y un buen lugar desde el que iniciar excursiones senderistas. Es agradable el paseo hasta la fuente del Algarrobal. Algo más larga es la excursión al área recreativa del arroyo del Descansadero. La más interesante es la del sendero de unos cinco kilómetros que sin complicaciones y en paralelo al río Majaceite baja hasta la siguiente localidad, El Bosque. Precisamente en el inicio de este sendero se encuentra el Ecomuseo del Agua, instalado en el antiguo molino del Nacimiento.
Dónde: Benamahoma / Ecomuseo del Agua Molino de Benamahoma.
Horario del ecomuseo: de miércoles a domingo, de 10:00 a 14:00 horas. Viernes, también de 15:00 a 17:00 horas. Lunes y martes, cerrado.
Entrada: gratuita.
Este pueblo blanco nació al amparo de un palacete que aquí tenía el duque de Arcos. Hoy es otra de las puertas del parque natural de Grazalema, con numerosos alojamientos y servicios para el visitante. También es, tras Grazalema, el que mejor conserva el aire fresco y lozano de patio andaluz en sus calles. Son famosos sus embutidos y las artesanías de madera y marroquinería. En El Bosque está también el centro de visitantes, que expide permisos para las visitas en la zona de reserva. Si quieres darte un buen homenaje gastronómico te recomiendo el restaurante La Divina donde, sin perder de vista la tradición, podrás gozar de una moderna cocina. Otra opción es La Casa del Duende, un local con encanto que sirve unas tapas deliciosas y generosas.
Dónde: El Bosque.
Es otro de los pueblos con encanto de la sierra, sobre todo por su emplazamiento: inclinado en una ladera y con una serie de miradores —como el de la Alameda de Lepanto— que fascinan al visitante. La antigua villa medieval estuvo rodeada por un cordón defensivo constituido por lienzos de muralla con torres de trecho en trecho. La mejor conservada en la actualidad es la que está en la zona oriente. La Torre del Homenaje —situada arriba, en el castillo— es uno de los grandes reclamos. La subida puede ser exigente pero la recompensa es enorme: las vistas son fantásticas. Otros puntos de interés turístico son la capilla de San Juan de Letrán (1958), la torre del Reloj (siglo XVI) y la iglesia de Santa María de la Mesa (siglo XVII). Si quieres conocer al detalle su centro histórico, puedes hacer un tour privado a tu medida. Zahara cuenta con una oficina de punto de información (Camino Nazarí) en pleno casco histórico. Y si hay que resaltar su variedad gastronómica podría mencionar las gachas, las tortillas y guisos en base a espárragos trigueros, las tagarninas, la "sopa hervía", chacinas, carnes de membrillo, etc.
Dónde: Zahara de la Sierra.
Aunque la mayor parte del parque natural se despliega en suelo gaditano, la frontera oriental incluye también el valle malagueño del río Guadiaro al que se accede desde el norte por Ronda o desde el sur por Cortes de la Frontera. La zona protegida engloba los municipios de Montejaque, Benaoján, Cortes de la Frontera y Jimera de Líbar. En este sector del parque es de visita imprescindible la cueva de la Pileta, una caverna descubierta en 1905 cerca de la carretera M-501 entre Benaoján y Jimera de Líbar, y regentada por la misma familia del descubridor, que supone un hito en el arte rupestre del arco mediterráneo. De su conjunto de pinturas rupestres, que incluye cabras, caballos, cérvidos, bóvidos, destaca la famosa yegua preñada. De los núcleos urbanos destacan Montejaque y Benaoján, antiguas posesiones del señorío de Benavente, pueblos tranquilos, de innegable origen árabe, donde disfrutar del silencio, de su entorno natural y de sus ricas chachinas.
Dónde: Cueva de la Pileta (Benaoján).
Horario: en invierno, de lunes a viernes, a las 11:30, 13:00 y 16:00 h. Fin de semana y festivos, 11:00, 12:00, 13:00, 16:00 y 17:00 horas. En verano, de lunes a viernes, a las 10:30, 11:30, 13:00, 16:30 y 18:00 horas. Fin de semana y festivos, 10:00, 11:00, 12:00, 13:00, 16:00, 17:00 y 18:00 horas. El horario de verano o invierno lo marcan los dos cambios de hora anuales.
Entrada: general, 8 €. El aforo es limitado y es necesaria la reserva previa en el teléfono 677 610 500.
Consejo: lleva ropa adecuada y cómoda para adentrarte en la cueva, así como algo de abrigo.
En este mapa te detallo los pueblos blancos en los que me detengo en esta ruta, principalmente gaditana (aunque también entrarás en Málaga), así como alguno de sus principales entornos naturales, como el pinsapar y la Garganta Verde. ¡Buen viaje!