México es sin duda el país latinoamericano que más ciudades coloniales conserva. Podrías estar meses viajando solo por México de una a otra y creerte que estás aún en tiempos del Virreinato. Te invito a conocer dos de ellas, San Miguel de Allende y Guanajuato, la capital del estado homónimo. Dos urbes Patrimonio de la Humanidad, dos joyas multicolor en el centro de México, donde vivir una experiencia cultural, histórica y gastronómica. Pasear por sus calles llenas de vida y color, sentarte en alguna de sus terrazas o sobrevolarlas en globo te harán descubrir otro México más allá del sol y la playa.
Publicado por Paco Nadal el 11 de septiembre de 2022.
Guanajuato, la capital del estado homónimo es una bella ciudad de arquitectura colonial con un curioso urbanismo lleno de túneles. Fue una de las capitales importantes del Virreinato y creció y próspero gracias a la minería de oro y plata y muy en especial al cultivo del cereal. Fue conocida como el granero de México. De aquellos años de bonanza son muchos de los edificios monumentales que hoy jalonan el casco histórico y que le han valido el título de Patrimonio de la Humanidad. Entre ellos, la basílica colegiata de Guanajuato, el principal templo de la ciudad, inconfundible con su color albero asomado a la plaza de la Paz, el cogollo del casco histórico. O el teatro Juárez, símbolo de la cultura guanajuatense. O el edificio de la Universidad. Te recomiendo que deambules entre sus calles pintorescas y sus casas pintadas con colores vivos y hagas parada en lugares como el callejón del Beso, la plaza del Baratillo o la plaza de San Fernando. Otros lugares de visita obligada son la casa-museo de Diego Rivera, el museo de las Momias y el museo Iconográfico de Don Quijote. La mejor vista de este centro colonial la tienes desde el mirador de Pipila, al que se sube por la calle de los Murales. Otra cosa que no te puedes perder en Guanajuato es un vuelo en globo. Una actividad muy popular que ofrecen varias empresas, siempre al amanecer. Alucinarás sobrevolando la ciudad a vista de pájaro. Los aerostáticos son muy populares en el estado de Guanajuato, tanto que, en León, la ciudad más poblada, se celebra cada noviembre un Festival Internacional del Globo, el tercero más grande de toda América.
¿Qué tiene que ver una ciudad colonial del centro de México con Cervantes? Desde 1953 y auspiciado por un profesor universitario se representaban en Guanajuato -ciudad de rica vida cultural desde el Virreinato- entremeses de Miguel de Cervantes en las plazas del centro. Esta tradición derivó en la creación, en 1972, del Festival Internacional Cervantino, un certamen que trae cada mes de octubre a la capital del estado un tremendo programa en torno a obras en lengua castellana. Además, el festival se complementa con actuaciones de danza, ópera, conciertos de música, exposiciones y todo tipo de manifestaciones culturales en torno a la lengua común de casi 600 millones de personas en escenarios callejeros y cubiertos de toda la ciudad. El Festival internacional Cervantino es uno de los cuatro más importantes de su género en todo el mundo. Su sede central es la Alhóndiga de Granaditas.
Sería difícil dar el premio a la ciudad colonial más bonita de México. ¡Hay tantas y tan bellas! Pero sin duda, ésta del estado de Guanajuato tendría muchas papeletas para ganarlo. San Miguel de Allende fue una importante parada en la ruta de la plata entre Zacatecas y Ciudad de México. Su centro histórico está aún lleno de edificios bien conservados que datan de los siglos XVII y XVIII. San Miguel de Allende, virreinal y barroca, se ha puesto además de moda entre la intelectualidad y las clases altas mexicanas, que están comprando casas aquí o invirtiendo en hoteles boutique. También hay muchos extranjeros que se han mudado a vivir aquí, atraídos por el exotismo de una vida urbana casi sacada de una película costumbrista. Te aconsejo que pasees por el casco antiguo, te des una vuelta por el Zócalo –donde se asoma la enorme catedral-, que pruebes la gastronomía local en alguna de las cantinas del Zócalo (enchiladas mineras, fiambres de San Miguel o pacholas) y que compres artesanías en el mercado del andador Lucas Balderas. Hay empresas que ofrecen vuelo en globo sobre la ciudad y otras, cabalgadas por los cerros que rodean la ciudad con la posibilidad de entrar a caballo hasta el mismísimo centro histórico a esa hora bruja en la que se funden las luces y terminar junto a la catedral, tomando unas chelitas con botana en alguna cantina popular. Otra cosa que me encanta de San Miguel de Allende es la cantidad de terrazas de restaurantes y bares de copas donde sentarse al atardecer viendo cómo el sol se pone sobre esas bellísimas cúpulas barrocas. ¡Alucinarás! Muy cerca está el santuario de Jesús de Atotonilco, declarado Patrimonio de la Humanidad, al igual que la propia ciudad.
El actual territorio de Guanajuato fue el límite noroeste al que llegó el imperio mexica, que nunca pudo terminar de dominar a otros pueblos de la región, como los purépachas, los chichimecas o los otomíes. Fruto de esta condición de frontera y de diversidad étnica son los numerosos yacimientos arqueológicos que puedes visitar en el estado. Entre los más recomendable está el de Plazuelas, capital del México antiguo entre los siglos VII y X, con siete edificios, entre ellos un juego de pelota, del conocido como periodo Clásico. El yacimiento de Peralta está datado en el periodo de Tradición Bajío (300 a 900 d.C), y conserva un templo y el palacio de los gobernantes. Especialmente singular es el de Cañada de la Virgen, una ciudad observatorio astronómico habitada entre los siglos VII y X con un curioso urbanismo basado en los ciclos cósmicos. Arroyo Seco, a 2,5 kilómetros de la localidad de Victoria, es una de las más valiosas muestra de arte rupestre de México, con pinturas hechas por cazadores-recolectores que habitaban la zona hacia el 7.000 a.C. Por último, te recomiendo El Cóporo, un yacimiento en el que los edificios se integran perfectamente en el entorno; hoy es una reserva natural para la protección de flora y fauna amenazadas (todos abren de martes a domingo, de 10 a 18; excepto la Cañada de la Virgen, que lo hace de 9,30 a 16).
La vid llegó al territorio de Guanajuato con los primeros colonos españoles. Desde entonces, la tradición vinícola de la región no ha hecho más que crecer. Hay más de 300 hectáreas de viñedos, docenas de bodegas y cinco rutas turísticas de enoturismo que te permitirán descubrir el estado de Guajanuato de una manera diferente. Dos de ellas giran en torno a San Miguel de Allende y el pueblo mágico de Dolores de Hidalgo y en ellas se visitan bodegas como Cuna de Tierra (una de las más antiguas), Viñedos San Lucas, Vinícola Toyán o Bodegas Tres Raíces. Las otras tres se ubican en torno a León (Viñedo Octágono, Viñedo El Lobo y Viñedo Pájaro Azul), Salvatierra (Viñedo Dos Jacales) y Guanajuato (visita a Camino de Vinos, uno de los viñedos a más altitud del mundo). Pero estamos en México, y si hay dos palabras que identifican la tradición licorera del país es tequila y mezcal. Guanajuato cuenta además con Denominación de Origen para ambos derivados del ágave. El más famoso es el tequila Corralejo, que se elabora en la localidad de Pénjamo, en la hacienda del mismo nombre.; tienen visitas guiadas y tour turísticos. Hay además una ruta del mezcal de Guanajuato que pasa por dos localidades que cuentan con denominación de origen del producto: San Felipe y San Luis de la Paz; en ella se visitan varias haciendas de mezcal, con catas y primeras nociones sobre el proceso de cultivo y producción.
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