Friburgo es una ciudad de tamaño medio al sur de Alemania, en el estado de Baden-Wurtenberg, famosa por su calidad de vida y por su apuesta verde y sostenible. Nació en un cruce de camino entre el eje comercial del Rhin y la Selva Negra. Tiene un casco histórico bellísimo y una animada vida universitaria. Esto es lo que no te puedes perder en tu visita a Friburgo, donde además grabé un vídeo para mi Instagram. Y si también quieres conocer las recomendaciones de una friburguesa con perfecto español, míralas en este reel.
Publicado por Paco Nadal el 12 de junio de 2024.
El centro histórico de Friburgo es pequeño y se recorre fácilmente a pie en una mañana. Es todo peatonal y la gente se mueve en tranvía y bicicleta. Aunque parezca una ciudad medieval, el 80 % quedó destruido en la II Guerra Mundial, aunque se reconstruyó casi tal cual era. La curiosidad está en que las calles tienen en un lado bächle, pequeños canales de agua que se usaban en caso de incendio. Konviktstrasse es la callejuela más bonita del centro de Friburgo, donde las flores violetas decoran la calle y sus casas medievales. En cuanto llega el buen tiempo, las calles y plazas adoquinadas se llena de terrazas y ambiente.
Dónde: Konviktstrasse.
La catedral de la ciudad, de estilo gótico, se erige en la céntrica plaza de Münster, Münsterplatz. Su mayor atractivo es su imponente aguja de 116 metros y completamente hueca, la primera que se hizo con esta técnica. Es la original, porque ni la torre ni la nave principal fueron destruidas en los bombardeos, así que estarás ante un imponente edificio del siglo XIV, aunque se tardo casi tres siglos en finalizarla. El pórtico policromado es otra joya medieval. En la altísima nave central, puro gótico, destacan las vidrieras originales de los siglos XIII y XIV, que se salvaron porque las quitaron antes de que empezaran a caer bombas y luego fueron repuestas. Cada una la donó un gremio, por eso se ven panes, utensilios de herreros, zapatos, tijeras de sastre. Es una iglesia católica, la fe mayoritaria en el sur de Alemania.
Dónde: Münsterplatz.
Horario de visita la catedral: para visitas individuales, de lunes a sábado de 6:30 a 19:30. Domingos y festivos, de 7:30 a 21:00 horas. Grupos, de lunes de sábado, de 9:00 a 16:45 y los domingos, de 13:30 a 19:00 horas. Horario de visita a la torre: lunes, martes, jueves, viernes y sábado, de 11:00 a 16:00 horas. Domingo, de 13:00 a 17:00 horas.
Entrada: visita a la catedral, gratuita. Entrada a la torre, 5 € (adultos), 3 € (de 8 a 17 años) y gratuita para menores de 7 años.
El viejo mercado medieval que se celebraba en la calle principal se trasladó luego en torno a la catedral. Es otra de las señas de identidad de Friburgo. Se celebra todos los días, excepto domingos y festivos, y el 80 % de lo que se vende son productos locales y de cercanía. A los friburgueses les gusta comprar aquí, en vez de en supermercados, lo que que contribuye a que la ciudad sea más sostenible. Lo más típico en temporada es el espárrago blanco, pero también son muy apreciadas las fresas, frambuesas, ciruelas y albaricoques en verano. Y manzana y pera en invierno, además de zanahorias y canónigos.
Dónde: Münsterplatz.
Horario: de lunes a viernes, de 7:30 a 13:30 horas. Sábado, de 7:30 a 14:00 horas. Los domingos, festivos y 15 de agosto no se instala.
El edificio del Ayuntamiento, otro de los símbolos de Friburgo, es una combinación de dos casas renacentistas unidas por una fachada porticada. Es un conjunto arquitectónico del siglo XVI que perteneció a la Universidad hasta 1891, cuando pasó a ser sede administrativa municipal. De entonces data su aspecto actual, con grandes ventanales, balcones y miradores. La plaza a la que se asoma es una de las más agradables de la ciudad, con sus terrazas y bancos llenos de ambiente en cuanto llega el buen tiempo.
Dónde: Rathausplatz.
Quedan dos puertas fortificadas de la antigua muralla del siglo XIII: Schwabentor, la puerta de Swabia (en la foto), y Martinstor, la puerta de San Martín. Ambas, con sus elevadas torres, son elementos también icónicos del skyline urbano. La Schwabentor alberga en su interior un museo de soldaditos de plomo. A la de San Martín le llaman la torre Mac Donald por el cartel de esta hamburguesería que afea su fachada.
Dónde: Schwabentor (Schlossbergring, 2) / Martinstor (Martinsgässle).
La antigua iglesia de un monasterio de agustinos eremitas en el centro de la ciudad acoge ahora su mayor colección de esculturas y pinturas. Una muestra que abarca desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Lo que más llama la atención es la antigua iglesia, sala central ahora del museo que, con su enorme volumen y tamaño (12 metros de altura) unido al minimalismo de la pintura blanca hacen de ella un espacio singular. Las estatuas y gárgolas que la decoran son las originales que había en la catedral en Friburgo. En la pinacoteca destacan obras de Matthias Grünewald, Lucas Cranach el Viejo y Hans Baldung Grien. También se exhibe un altar del siglo XV.
Dónde: Augustinerplatz.
Horario: de martes a domingo (salvo viernes), de 10:00 a 17:00 horas. Viernes, de 10:00 a 19:00 horas. Lunes, cerrado.
Entrada: 8 €. Para adquirir la entrada online, aquí.
La salchicha típica de Friburgo es la Lange rote (larga roja), que se vende solo en los puestos del mercado de la plaza de la catedral. Puedes probar otras como las Landjäger (más contundente y de fuerte sabor ahumado) y la Bauernwurst (la salchicha de campesino) en alguno de los restaurantes y patios de cerveza de la ciudad. Mi favorito y más recomendables es Feierling, en la calle de los Curtidores, que elabora su propia cerveza.
La Universidad Albert-Ludwig abrió en 1457 con 200 estudiantes. Desde entonces es parte importante del día a día cultural y juvenil de la ciudad. Sus enormes edificios de arenisca roja albergan, además de la aulas, un museo, la biblioteca y la iglesia. El Uniseum es mucho más que un museo: a través de presentaciones animadas, obras de arte originales y escenificaciones de diferentes épocas se revive la vida de antaño de los estudiantes de Friburgo. La iglesia fue construida entre 1683 y 1701 por el colegio jesuita de Friburgo. Pero lo que más llama la atención es el contraste entre esos edificios decimonónicos y la ultramoderna nueva biblioteca al otro lado de la calle.
Dónde: Uniseum (Bertoldstrasse, 17) / iglesia de la Universidad (Bertoldstrasse, 17) / biblioteca (Platz d. Universität, 2).
Significa la colina del castillo y es el gran pulmón verde junto a la ciudad. Se puede subir a pie o en un funicular que parte muy cerca de la estación de tranvías de Europaplatz. En la estación superior hay un restaurante y un buen mirador sobre la ciudad. Toda la colina está surcada por senderos a los que suelen ir los locales a pasear o a hacer deporte.
Dónde: Schlossberg.
Aunque Friburgo tiene muchos espacios verdes, el favorito para el descanso y el paseo son las riberas del río Dreisam, que alimenta también los bächle (riachuelos) de Friburgo. A lo largo de varios kilómetros encontrarás zonas verdes, bancos con mesas de picnic y algún que otro café-bar para dejar atrás el bullicio de la ciudad sin salir de ella. A los locales les encanta llevarse unas cervezas que ponen a enfriar en el agua cristalina del cauce para pasar allí una jornada de asueto con la familia o los amigos.
El casco medieval de Friburgo está rodeado por barrios más modernos, algunos de ellos con fuerte personalidad. Quizá el que más tenga sea Vauban, una antigua zona de cuarteles que empezó siendo ocupada por movimientos alternativos y terminó por convertirse en el barrio más verde y ecológico de una ciudad ya de por si muy Green City. Apenas hay coches, pero si mucho verde, zonas ajardinadas, carriles bici y edificios bioclimáticos con praderas de hierba en los tejados. Es un barrio muy tranquilo y familiar al que se puede ir a cenar, por ejemplo, al restaurante Súden, en la plaza Alfred-Döblin. Queda a 4 kilómetros al sur de la ciudad y se llega con el tranvía 3.
Dónde: Vauban.
En este mapa vas a encontrar mis principales paradas en Friburgo. Esta pequeña ciudad forma parte de la red de ciudades históricas de Alemania y es una fantástica opción para un fin de semana. ¡Buen viaje!