En el horizonte de las fértiles llanuras regadas por el Guadalquivir aparece un promontorio dominante sobre el que reposa Carmona, una de las grandes ciudades monumentales de un valle fecundo y habitado desde hace siglos. Al igual que Écija, Carmona, en la provincia de Sevilla, también tuvo un importante pasado romano, con huellas aún visibles en la epidermis urbana, y luego árabe, antes de ser reconquistada en 1247 por Fernando III el Santo. Los monumentos y sitios que ver en Carmona forman un todo compacto dentro de lo que fue el recinto amurallado, con docenas de calles y edificios en perfecta armonía dibujando uno de los cascos históricos más auténticos de Andalucía. Carmona también es una de las diez ciudades andaluzas que forman Caminos de Pasión.
Actualizado por Paco Nadal el 24 de julio de 2023.
La estampa más famosa de la ciudad es, sin duda, la Puerta de Sevilla, el histórico acceso al recinto cercado en el que se ve y respira la historia. El arco cumplió esta función desde el siglo III a.C hasta el XVIII, cuando Carmona rompe definitivamente el corsé de las murallas y se expande extramuros. Una placa en el segundo arco de entrada marca dónde quedaba el nivel del suelo en época romana. La puerta y el primer gran perímetro defensivo pueden deberse a la ocupación cartaginesa de la ciudad, entre el 237 y 206 a.C. cuando las tropas de Amílcar Barca hacían frente al poder de Roma en la península. En 206 a.C. la ciudad cae ante la ofensiva de las legiones romanas y empieza un nuevo y largo periodo de crecimiento y romanización. La Carmo romana se convierte en una de las principales ciudades de la Bética y mejora y eleva sus murallas, fortificando aún más esta Puerta de Sevilla, sobre la que se construye un templo. La puerta defendía el lado más vulnerable del cerro donde se asienta la ciudad.
El Alcázar de la Puerta de Sevilla muestra desde fosos cartagineses a sillares romanos y tapiales medievales cristianos. En la planta baja del alcázar se encuentra la oficina de Turismo, que es también el acceso de entrada a las distintas dependencias y cubiertas almenadas de la fortaleza, entre ellas el patio de los Aljibes, donde hubo un templo romano y un depósito de agua árabe, o el Salón de los Presos Alto, con frescos murales de la época de Pedro I el Cruel, monarca castellano que asimismo contribuyó a mejorar la alcazaba. Este salón funciona como dependencia del Museo de la Ciudad con una exposición permanente sobre la importancia geoestratégica de la Puerta de Sevilla y su relación con la ciudad. La visita al alcázar es más que recomendable para conocer las interioridades de este espacio defensivo con más de 2.500 años de uso ininterrumpido, pero también para paladear desde arriba la vista del lienzo continuo de tejas morunas que cubre Carmona y la línea de horizonte infinita que se despliega por la campiña circundante.
Dónde: Alcázar de la Puerta de Sevilla.
Horario: de septiembre a mayo, de lunes a sábado, de 10:00 a 18:00 horas. Domingos y festivos, de 10:00 a 15:00 horas. Junio, julio y agosto: de luens a viernes, de 9:00 a 15:00 horas. Sábado, domingo y festivos, de 10:00 a 15:00 horas. 1 de enero, 25 de diciembre y viernes de feria, cerrado.
Entrada: general, 2 €. Reducida (mayores de 65 años, estudiantes), 1 €. Menores de 5 años y lunes, gratuito.
Los romanos, al definir el nuevo urbanismo de Carmo, usaron la tipología clásica de cuadrículas en torno a dos grandes ejes perpendiculares, el Cardo Máximo y el Decumanus Máximo, en cuyo cruce se instalaba la plaza principal o foro. El Cardo Máximo por tanto era un largo vial longitudinal que unía la puerta de Sevilla con la de Córdoba, en el otro extremo de la villa, y puede identificarse aún hoy con el eje de la calle Prim, plaza de San Fernando y las calles de Martín López y Dolores Quintanilla. Si subes por él llegas a la plaza de San Fernando, antigua plaza de Arriba que ocupa una superficie similar a la que debió de albergar al foro romano. Siempre fue rectangular pero unas reformas en el siglo XVI le dieron la forma circular que ahora muestra. A ella se asoman la Antigua Audiencia, el convento de madre de Dios y algunas casas con balcones desde donde se presenciaban los festejos, procesiones, ferias y escarmientos públicos. Si giras por la calle del Salvador verás el Ayuntamiento, una obra conventual de 1621 que incorpora como elemento decorativo del patio central un mosaico romano. Se convirtió en sede consistorial de la ciudad en 1842. A su lado, la iglesia del Salvador, fábrica del siglo XVIII con una gran cúpula sobre el crucero que sustituye a una vieja iglesia mudéjar destruida durante el terremoto de Lisboa de 1755, que dañó otros muchos edificios de la ciudad.
Dónde: plaza de San Fernando.
Dentro del casco histórico, el paseo se sumerge en un mundo blanco de cal donde se suceden las callejuelas frescas, las fachadas revocadas, las iglesias, los conventos, los palacetes y los escondrijos urbanos, donde igual aparece una ventana enrejada y cuajada de flores que una capillita de azulejos o que un portón adovelado sujetando el blasón de la familia. Por la calle Martín López te tropiezas con la fachada del palacio de los Rueda, típica casa nobiliaria con portada monumental en forma de retablo y estancias repartidas en torno a un patio central porticado con columnas de mármol. A su espalda, en la plaza del Marqués de las Torres está la iglesia prioral de Santa María, el templo de mayor relevancia de Carmona. Fue edificado sobre el solar de la mezquita aljama entre los siglos XV y XVI en un estilo gótico tardío que condiciona su planta de salón con tres naves. En el siglo XVIII se le añadió la Puerta del Sol y la capilla Sacramental, muy barroca. Más tarde, en 1893 y gracias a la donación de dos pías vecinas, las hermanas Quintanilla, la torre fue restaurada añadiéndosele el reloj, según reza una lápida conmemorativa en la fachada. La iglesia tiene muchos atractivos y curiosidades en su interior, como el patio de abluciones de la antigua mezquita o un calendario de liturgias de época visigoda grabado en una de las columnas del patio. También cuenta con un museo de arte sacro.
Dónde: iglesia prioral de Santa María.
Horario: por las mañanas, de martes a sábado, de 10:00 a 13:00 horas. Por la tarde, martes y miércoles, de 17:00 a 19:00 horas. Jueves y viernes, de 17:00 a 18:30 horas. Lunes, cerrado.
El monumental acceso a Carmona por la carretera de Córdoba tiene su origen en la prosperidad que la ciudad vivió en la primera centuria de nuestra época. Los romanos levantaron varios edificios públicos y mejoraron los accesos y murallas de la ciudad, entre ellos, este gran portón con dos barbacanas defensivas que era también un anuncio a los forasteros del poderío de la urbe a la que accedían. En el siglo XV la puerta de Córdoba pierde su condición militar y es engalanada y adaptada para uso civil como estación de cobro de impuestos a las mercancías que quisieran entrar al mercado de intramuros. Posteriores intervenciones en los siglos XVI y XVIII le fueron añadiendo adornos, escudos, estatuas e incluso un lienzo con la patrona de la ciudad, la Virgen de Gracia, hasta dejarla con la apariencia que hoy conocemos.
Dónde: Puerta de Córdoba.
Horario y entrada: martes, sábados, domingos y festivos a las 13:00 horas, pero, para concertar una visita, es necesario contactar con el museo de la Ciudad. Teléfono: 954 14 01 28.
El museo de la Ciudad es la principal sala de exposiciones de Carmona, nacido en 1996 como complemento a las visitas de sus calles, plazas y monumentos. A parte de dar las claves para la interpretación de la urbe, su evolución a lo largo de sus casi 3.000 años de historia y de sus edificios, posee una importante colección de arqueología que se inicia en época tartésica con varias tinajas decoradas con escenas polícromas de estilo oriental que están consideradas las joyas del museo. Sigue por la Carmona turdetana para luego recrear la ciudad en su máximo esplendor bajo dominio de Roma. La planta alta abarca desde el inicio de la Edad Media hasta nuestros días. El museo ocupa el que fuera palacio del marqués de las Torres, un bello edificio del siglo XVI con portada monumental y patio central de planta cuadrada y arquería de medio punto.
Dónde: museo de la Ciudad. Calle San Ildefonso, 1.
Horario: del 1 de septiembre al 15 de junio, de martes a domingo, de 11:00 a 19:00 horas. Lunes, de 11:00 a 14:00 horas. Del 16 de junio al 31 de agosto, de 10:00 a 14:00 horas.
Entrada: general, 2,5 €. Reducida (menores de 18 años, mayores de 65, personas con diversidad funcional... con acreditación), 1,2 €. Martes, entrada gratuita.
En otras de las zonas de este pretil rocoso que eleva la ciudad por su vertiente oriental se puede ver lo que queda del alcázar del rey Pedro I el Cruel, el monarca castellano-leonés que reinó entre 1350 y 1369 y que se ganó la fama de justiciero durante las muchas batallas y revueltas que tuvo que mantener con la sublevación permanente de la nobleza feudal castellana, liderada por su hermanastro Enrique de Trastámara. Pedro I frecuentó mucho tierras andaluzas y convocó las Cortes Generales en Sevilla. Mandó construir sobre el viejo y desmochado alcázar árabe de Carmona un fastuoso palacio-residencia, que también fue cárcel para sus enemigos, exmujeres o amantes. Los reyes Católicos lo engrandecieron, pero el terremoto de Lisboa lo dañó severamente. Lo que ahora se ve es solo parte del doble recinto amurallado y algunas torres. En el patio de armas se levantó en fechas recientes un nuevo edificio para acoger el Parador de Turismo de Carmona.
Dónde: Parador de Turismo de Carmona.
A la salida de la ciudad se localizó a finales del siglo XIX una de las mejores necrópolis romanas de la península. Corresponde a la tipología de enterramientos colectivos típicos del siglo I de nuestra era en cámaras subterráneas a las que se accede por un pozo con escaleras. Su importancia para la arqueología radica en el excelente grado de conservación, en el que incluso se conservan algunos frescos murales, que decoraban las toscas paredes de roca, y en la abundancia de materiales localizados. Destacan la tumba del Elefante, santuario dedicado a las divinidades de Cibeles y Attis con la figura de un elefante protegiendo el acceso; y la tumba de Servilia, la cámara subterránea más lujosa y trabajada del conjunto, que debió de pertenecer a una familia de importantes funcionarios. ¡Descubre en este tour Carmona romana!
Dónde: Conjunto Arqueológico de Carmona. El acceso está señalizado en una rotonda a la salida hacia Sevilla.
Horario: debido a la variedad de horarios según la época del año, te recomiendo que consultes esta página.
Entrada: ciudadanos acreditados de la UE, gratuita. Otros países, 1,5 €.
El casco histórico de Carmona está recogido en un todo compacto entre la Puerta de Sevilla y la de Córdoba acordonado por lo que fuera el antiguo recinto amurallado. Como te comentaba en el post, puedes descargarte las audioguías de los principales monumentos y atracciones de Carmona para amenizar tu recorrido a pie.