La GR 283 es una ruta circular de montaña que atraviesa las comarcas del Goierri —las Highlands vascas y uno de los paisajes más icónicos de la montaña guipuzcoana—, Alto Urola y Alto Deba. En este recorrido, el queso idiazabal, una de las D.O. más reconocidas de Euskadi, es protagonista en cualquiera de las fases de su elaboración. Por eso, además de los senderistas, los aficionados a este manjar tienen en esta ruta un viaje muy atractivo. En total son 95,7 km que puedes hacer en seis etapas, una por día. O diseñarla en función de tus posibilidades. Solo te llevará una semana hacer una de las mejores rutas senderistas de Euskadi por prados verdes y sendas entre bosques y, por supuesto, buen queso y buena sidra.
Publicado por Paco Nadal el 21 de julio de 2023.
Mi primera recomendación una vez en el terreno es que, en Ordizia, antes de iniciar la ruta, te pases por la oficina de Turismo. Allí encontrarás toda la información necesaria sobre la Ruta del Queso Idiazabal, además de un pasaporte especial que puedes ir sellando como recuerdo. Y si quieres, puedes contratar la organización y reserva de alojamiento en cada final de etapa y el traslado de las mochilas de un punto a otro. Un segundo consejo: si puedes, comienza tu ruta en miércoles, es el día del mercado en Ordizia, el más antiguo de Euskadi (1580) y todo un referente de los productos agrícolas de los caseríos y el queso Idiazabal. Ordizia tiene un ambiente increíble los miércoles. Y, por supuesto, si lo deseas, puedes conocer más detalles de esta ruta promovida por la Diputación Foral de Gipuzkoa y homologada por la Federación Gipuzkoana de Montaña en la página rutadelquesoidiazabal.com. En la misma página puedes reservar tu ruta con el incentivo de recibir, además, medio queso y una botella de sidra al final del camino.
Etapa 1: Ordizia - Segura
Desnivel de subida: 402 m. Desnivel de bajada: 311 m. Longitud de la ruta: 13 km. Tiempo estimado: 3 h 55 min
Y ahora sí, arranco esta primera etapa en la que me acompañará, con su imponente presencia, el monte Txindoki. Paso primero por Beasain, donde se conserva el conjunto histórico monumental de Igartza, formado por un palacio, un molino y una ferrería del siglo XVI. Mi siguiente parada es Olaberria, el balcón del Goierri. Desde la atalaya donde está la iglesia se aprecia la singularidad y el contraste de este territorio guipuzcoano: en el valle de desarrolla una de las mayores concentraciones industriales de Euskadi. Sin embargo, en sus montañas, el paisaje, las tradiciones y la vida rural se conservan como hace siglos. En esta etapa paso también por Idiazábal, la pequeña localidad que da nombre a uno de los quesos con D.O. más famosos de Euskadi y donde, si te interesa, puedes visitar el Centro de Interpretación del Queso Idiazabal. Y llego así a Segura, final de etapa, y uno de los pueblos medievales mejor conservados de todo el Goierri.
Recomendación para esta etapa: a solo cinco minutos del pueblo medieval de Segura, puedes encontrar la quesería (y también establecimiento hotelero) Ondarre, donde elaboran artesanalmente el Idiazabal desde hace 200 años. Eneko Goiburu, pastor y quesero del Goierri, prepara este manjar con la leche de sus ovejas latxas, los cuajares tradicionales (es decir, los estómagos de los corderos lechales) y la sal de manantial de Añana.
Etapa 2. Segura – Mirandaola
Desnivel de subida: 669 m. Desnivel de bajada: 466 m. Longitud de la ruta: 12,6 km. Tiempo estimado: 4 h 25 min
Desde Segura, mi primera parada es Zerain, donde se conserva una antiquísima bolera y, muy próximo, el conjunto monumental de las antiguas minas de Aizpea, conocidas como la Montaña del Hierro, donde puedes conocer cómo se obtenía el hierro y visitar una galería. Esta es una etapa donde la minería comparte protagonismo con el queso: los restos mineros quedan a la vista hasta Mutiloa. A continuación, subo hasta Aztiria antes de descender a Legazpi. En su histórica forja de Mirandaola, la única que se conserva de las siete que había en Legazpi en el siglo XV, símbolo de la siderurgia antigua, termina esta segunda jornada.
Recomendación para esta etapa: si llegas o sales de Mirandaola un domingo, puedes ver en funcionamiento la fragua de Mirandaola. En el enlace puedes consultar los datos.
Etapa 3. Mirandaola - Arantzazu
Desnivel de subida: 864 m. Desnivel de bajada: 566 m. Longitud de la ruta: 12 km. Tiempo estimado: 4 h 45 min
Dejo atrás Mirandaola y en el barrio Telleriarte encuentro el Ecomuseo del Pastoreo (la importancia de los museos etnográficos en la conservación de la memoria local es sobresaliente). Atravieso Brinkola y rodeo el embalse de Barrendiola, en el río Artzamburu, para toparme con unas autéticas cabañas en Jandoain. A continuación, subo hasta Biozkorna (el punto más alto de esta jornada) para después bajar a Malla. En este tramo de la etapa, es una delicia observar los caballos pastando. Tras pasar por la cabaña de Duru, llego a Aránzazu. Una de las mejores cualidades de este sendero circular es que todos los finales de etapa cuentan con alojamiento. Así, me alojo en la hospedería del santuario de Aránzazu. Situado en un lugar muy especial, a 10 kilómetros de la villa de Oñate, al pie de las campas de Urbía y en medio de profundos barrancos, bosques y valles calizos, Aránzazu es uno de los grandes centros de devoción y peregrinación de Euskadi. La nueva basílica fue una muestra pionera de la arquitectura de los años 50, obra del arquitecto Sáenz de Oiza, en la que también intervinieron los escultores Jorge Oteiza y Eduardo Chillida y el pintor Lucio Muñoz.
Etapa 4. Arantzazu - Etxegarate
Desnivel de subida: 1.199 m. Desnivel de bajada: 1.218 m. Longitud de la ruta: 20,7 km. Tiempo estimado: 7 h 35 min
Tras Aránzazu, las campas de Urbía (con sus cabañas de pastor) y Olatz, la Ruta del Queso Idizábal se interna en los frondosos bosques de hayas del parque natural de Aizkorri-Aratz. Una de las zonas más bellas y despobladas de todo el recorrido. Más tarde, los restos de un Real Camino de Postas me hacen intuir que estoy llegando a un lugar especial. De repente, el camino medieval acaba en una gruta. Me interno por ella, como en un túnel excavado por el hombre, la gruta cruza la sierra de Aizkorri y permite salir al otro lado sin coronar la montaña. Es el túnel de San Adrián o de Lizarrate, un paso histórico de las comunicaciones entre Castilla y la costa vasca. Por él pasaron reyes, como Carlos I de España y V de Alemania, obispos, nobles, comerciantes y bandoleros. En su interior, un túnel natural de 55 metros de longitud, hubo una ermita y una fortificación donde se cobraba un impuesto por atravesarlo. La ruta continúa por Añabaso y se acerca a la frontera entre Navarra, Álava y Gipuzkoa. Etxegarate me espera al final de la etapa.
Etapa 5. Etxegarate - Lizarrusti
Desnivel de subida: 867 m. Desnivel de bajada: 891 m. Longitud de la ruta: 14,5 km. Tiempo estimado: 5 h 40 min
Tras la salida de Etxegarate, en poco tiempo puedo ver el hayedo de Altzania. El túmulo de Igartza, megalitos, la calzada medieval de Bernoa, el monte Zelatamuño... todo son testimonios de los habitantes de estas tierras hace miles de años. Lizarrusti me espera tras un camino estrecho de bajada.
Etapa 6. Lizarrusti - Ordizia
Desnivel de subida: 919 m. Desnivel de bajada: 1.405 m. Longitud de la ruta: 22,93 km. Tiempo estimado: 7 h 55 min
El embalse de Lareo, cabañas y megalitos salpicando un territorio donde puedo ver con frecuencia rebaños en los prados. El sendero perfectamente trazado me lleva a cruzar hoy otro macizo importante: el parque natural de Aralar. Las hayas y otras especies caducifolias cubren más de la mitad de esta importante reserva, fronteriza entre Guipúzcoa y Navarra. Un territorio delicioso para caminar. Paso también por Arkaka y por Zaldibia, donde se celebra uno de los mercados más importantes de Euskadi. Finalmente, la silueta inconfundible del Txindoki, el Cervino vasco, me anuncia que regreso a Ordizia. Mi ruta senderista por el Goierri toca a su fin cerrando el círculo. Una aventura preciosa por los mejores paisajes de las Highland vascas, la tierras altas, que rebosan de autenticidad.