Flandes, la región del norte de Bélgica, es un paraíso para las bicicletas. Existen infinidad de rutas cicloturistas, cuenta con muy buenas infraestructuras, hay mucho respeto y mucha cultura de la bicicleta y sobre todo.... ¡el terreno es completamente llano! El escenario perfecto para un viaje sobre dos ruedas para todo tipo de público. En Flandes encontrarás nueve rutas cicloturistas principales, todas diseñadas en torno a una temática a través de distintos paisajes y ciudades flamencas. Las nueve están señalizadas en ambos sentidos: tú eliges en qué dirección quieres pedalear y el lugar de partida y llegada. Acabo de hacer una de esas nueve: la ruta de las Ciudades de Arte, que empieza en Bruselas y pasa por los grandes centros monumentales medievales de Flandes. Tan solo necesitas una bicicleta (que puedes alquilar allí), un par de alforjas.... ¡y a disfrutar! En este post te cuento todos los detalles de este viaje por Flandes en bici.
Publicado por Paco Nadal el 17 de julio de 2022.
La ruta de las Ciudades de Arte es una de las nueve rutas icónicas de Flandes. Tiene 342 kilómetros y conecta Bruselas, Lovaina, Malinas, Amberes, Gante y Brujas con la costa en Ostende. Se puede hacer fácilmente en 5-7 días según el ritmo que elijas. Discurre por un terreno llano y de poco desnivel, en su mayoría por ciclo vías separada del tráfico rodado. Cuenta con todo tipo de infraestructuras para comer, dormir o alquilar una bicicleta, como por ejemplo en Cyclant - Biketours and Bike Rental.
Puedes seguir sin problemas la ruta de las Ciudades de Arte gracias a estos carteles metálicos con la palabra Kunststedenroute en rojo (el de la foto). Está señalizada en ambas direcciones. También te aconsejo descargarte el track oficial desde esta página web. Sus casi 342 kilómetros se pueden hacer cómodamente en 5-7 jornadas a una media de 60/70 kilómetros diarios. En cuanto a la dificultad de la ruta, está catalogada como nivel 2, es decir pendientes suaves con alguna subida corta; no supera los 600 metros de nivel acumulado. Encontrar alojamiento a lo largo de la ruta es sencillo, solo debes de tener en cuenta la época en la que vayas. Si coincide con periodos vacacionales, tendrás que reservar con mayor antelación. Te recomiendo que utilices el planificador de ruta que encontrarás aquí, te mostrará a tu paso hasta nueve tipos de alojamientos mediante unos iconos amarillos (hoteles, bed and breakfasts, campings, etc.) y además podrás ir marcando hito a hito tu avance. Algunos de los hoteles en los que me alojé durante la ruta fueron: hotel Yust, en Amberes; B&B Hotel Gent Centrum, en Gante; hotel Velotel, en Brujas y Park Inn hotel, en Lovaina. La mejor época para hacerla es en verano, aunque en julio y agosto puedes encontrar problemas de alojamiento por temporada alta. Finales de primavera y principios de septiembre son también muy buenas épocas por climatología; y los precios y la ocupación, bajan.
La capital belga es el punto de inicio o final de la ruta de las Ciudades de Arte. Y aunque te despierte menos emoción que el resto de las ciudades medievales de Flandes, te recomiendo que reserves al menos dos días para visitarla, ya sea al inicio o al final de la ruta. Porque Bruselas tiene mucho más que ver de lo que imaginas. En cuanto a la ruta de las Ciudades de Arte en el área metropolitana de Bruselas, aún no está señalizada como tal; debes empezar siguiendo la marcas de Eurovelo 5 -que arrancan en la mismísima Grand-Place- hasta las afueras de la localidad de Tervuren, donde esta ruta se cruza con la del Cinturón Verde cilcista de Bruselas y ya empiezan las rojas y blancas de la Kunststedenroute. Como te decía, hay muchas cosas que ver en Bruselas: rincones históricos, iglesias, cervecerías, increíbles museos y plazas llenas de ambiente. Una vez empieces a pedalear saliendo del centro de Bruselas, la ruta es llana y con poco desnivel hasta llegar a Lovaina. Lovaina se encuentra a 30 kilómetros de Bruselas y es famosa por su universidad, fundada en 1425. Debes visitar su bellísimo edificio y asomarte a su célebre biblioteca, fundada en 1425, en la que siglos después siguen estudiando los alumnos. Sube también hasta lo alto de su campanario para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Otro lugar emblemático es el beaterio, el barrio de casitas donde vivían mujeres viudas y solteras dedicadas a la oración y la caridad. Es uno de los mejor conservados de todo Flandes. Tómate una cerveza belga en el Oude Markt, la barra más larga de Europa. No en vano Lovaina es la ciudad natal de la cerveza Stella Artois.
La primera parte de esta etapa es muy placentera porque discurre en paralelo a varios canales navegables. A partir de Tildonk, la señalización se devía por zonas rurales y pequeños pueblitos hasta encontrar el camino de sirga de otro gran canal por el que se llega ya a Malinas. Malinas es la ciudad donde creció y se educó el emperador Carlos, I de España y V de Alemania. Una ciudad humanista donde la armonía y el gusto siguen brillando en edificios, calles y jardines. Está a unos 30 kilómetros al sur de Amberes, tiene una preciosa plaza central, la Gran Plaza del Mercado (Grote Markt) por la que te recomiendo pasear y perderte por sus callejuelas hasta toparte con el espectacular, gigantesco -y único- campanario de su catedral. Una ciudad, como tantas otras de Flandes, donde puede ir andando o en bici a cualquier parte.
Entre Malinas y Amberes, la ruta de las Ciudades de Arte circula aún por una zona muy urbanizada, se nota la cercanía de Bruselas, la gran capital. Aunque de vez en cuando aparecen tramos de bosque muy bonitos. La señalización es perfecta y no tendrás problema de orientación. Sin darte cuenta, te encontrarás metido de lleno en el centro histórico y monumental de Amberes. Una ciudad cosmopolita, abierta, multicultural, famosa por ser el Centro Mundial del Diamante y cuna de acogida del gran pintor Rubens. Amberes es la ciudad más grande de Flandes y la segunda más poblada del país. Fue desde el Renacimiento un gran centro cultural y económico. El centro histórico de Amberes es la Grote Markt, la plaza Mayor, en torno a la cual se concentran las calles y los edificios más bonitos de la ciudad. La propia plaza, con sus viviendas gremiales de los siglos XVI y XVII, es una auténtica joya. También lo es el Ayuntamiento del siglo XV, con elementos renacentistas flamencos e italianos. Y por supuesto, su famosa catedral. Amberes es un final de etapa perfecto y encontrarás muchas cosas que ver y hacer para pasar una tarde-noche muy agradable.
Una etapa larga pero que merece la pena hacer completa para terminar en Gante. Para salir de Amberes tienes dos opciones: seguir la ruta de las Ciudades de Arte en paralelo al río Escalda, atravesando algunos de los barrios de nueva arquitectura que están ensanchando la ciudad. O tomar el bus acuático, que te permite avanzar varios kilómetros río debajo de una manera muy placentera y así acortar el kilometraje. Este medio de transporte no es exclusivo de bicicletas, es una parte más de la red de transporte público de Amberes, pero como aquí todo está pensado para el ciclista, puedes llevar tu montura gratis, solo debes comprar el billete en la taquilla del embarcadero de Steenplein (junto al castillo) y consultar los horarios en esta web. Yo lo tomé en Steenplein y bajé en Kruibeke, para seguir desde allí la ruta. Gante es otra de las grandes ciudades monumentales de Flandes, una delicia peatonal por lo que te recomiendo que cuando llegues, guardes la bicicleta y te lances a descubrir esta joya medieval y renacentista. Gante es la ciudad de los canales y de las torres. Torres como la de la catedral, la del campanario medieval o la de San Nicolás, cuyos pináculos góticos dominan un mar de tejas negras y gabletes escalonados de antiguas casas gremiales.
Entre Gante y Brujas llega uno de los tramos más bellos de toda esta ruta de las Ciudades de Arte. El carril bici avanza durante los primeros kilómetros en paralelo a un canal que une ambas ciudades y por el que circulan aún grandes barcazas. Luego se interna en espesos bosques de coníferas que parecen sacados de un cuento de hadas. La misma entrada a Brujas es de una belleza exultante. La señalización lleva por los caminos de sirga de la red de canales que rodea la ciudad, una zona de asueto y esparcimiento de los brujenses donde se respira paz y armonía. Se conservan incluso algunos de los últimos molinos de viento y una de las puertas de la ciudad amurallada. Además de ser la última gran ciudad que atraviesa la ruta, Brujas es otro de sus centros monumentales bellísimos de Flandes. Tiene plazas maravillosas, como la plaza del Mercado, y su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Brujas es, posiblemente, la ciudad medieval mejor conservada de Europa. Un sorprendente túnel del tiempo surcado por cientos de canales por lo que te recomiendo que le dediques al menos una tarde y una mañana para disfrutarla.
Desde Brujas ya solo queda seguir en paralelo por el canal Steenkaai, a través de un terrenos completamente llano y sin problemas de orientación, hasta Ostende. La ruta de las Ciudades de Arte termina en el mar del Norte, ese mismo mar por el que llegaban y salían los barcos cargados de preciadas mercancías que las hicieron ricas y poderosas. Un final perfecto para una ruta cicloturista de las que te dejarán huella.
Como habrás tomado nota, Flandes es un paraíso para el cicloturismo. Este es el vídeo que grabé mientras recorría las ciudades más bellas del norte de Bélgica con mi bici. Ojalá te animes a disfrutar a tope la ruta de las Ciudades de Arte sobre dos ruedas.
Te invito también a una aventura sonora, este podcast va de cicloturismo en Flandes. Nos vamos de ruta en bicicleta por las Ciudades de Arte en Flandes. ¡Alforjas preparadas y… salimos! Dale al play y disfruta el viaje.