Si estás pensando hacer trekking en Escocia, el West Highland Way debería ser una de tus prioridades. Este ruta de senderismo por Escocia aúna historia —fue construida por las tropas inglesas para someter a los clanes escoceses— y los mejores paisajes de estas Tierras Altas escocesas. Se puede hacer en acampada libre o aprovechando las escasas infraestructuras de los pueblos por los que pasa. Te cuento todos los detalles para hacer el West Highland Way por etapas.
Actualizado por Paco Nadal el 12 de diciembre de 2023.
En cuanto a la mejor época para hacerlo, lo bueno de las Highlands es que el tiempo siempre es malo o peor: sea la época que sea, vivirás las cuatro estaciones del año en un mismo día… y además seguro que lloverá. Oficialmente el mejor momento es el verano —julio y agosto— cuando sube un poco la temperatura media, que no pasan nunca de 18 grados, y los días son más largos. Pero en esos dos meses viven y se procrean los famosos midges, los mosquitos de las Highlands, tan pequeños como persistentes y molestos. Caminar rodeados por nubes de mosquitos o parar a descansar y comer envuelto en un enjambre de ellos acaba con la paciencia del mismísimo santo Job. Una mejor época sería primavera, de mayo a junio, cuando las temperaturas no difieren mucho de las del verano, las lluvias son incluso un poquito menos persistentes y muy importante: no hay mosquitos. Eso sí, el paisaje es marrón en vez de verde.
El West Highland Way (WHW) es uno de los senderos de gran recorrido más famosos de Gran Bretaña. Una ruta de 156 kilómetros que va desde las afueras de Glasgow hasta Fort Williams a través de uno de los parajes naturales más salvajes y bellos de Europa. Una tierra verde, acuática, desolada y misteriosa. Páramos sin fin, montañas peladas y valles de origen glaciar de los que parece manar agua continuamente. Y en medio de todo, presidiendo el ambiente, una extraña sensación de soledad y nostalgia bajo un cielo siempre gris plomizo que ha marcado la fisonomía y el carácter escocés.
Como ocurre en algunos otros grandes senderos —véase el Camino de Santiago— el West Highland Way, además de tener un valor paisajístico, tiene también una percha histórica que transforma la experiencia en algo más que el placer de caminar. El WHW discurre en realidad sobre la traza de una antigua pista militar construida por las tropas inglesas para sofocar de las continuas rebeliones de los clanes jacobitas escoceses. Los jacobitas fueron católicos británicos seguidores del depuesto rey Jacobo III, el último monarca Estuardo que se ciñó las coronas de Inglaterra y Escocia. Los highlander jacobitas fueron derrotados definitivamente el 16 de abril de 1746 en la batalla de Culloden, en buena medida por todas las tropas y artillería que los ingleses habían trasladado al norte aprovechando esa pista por la que hoy discurre el sendero de las Highland. Son los hechos históricos entre los que se desenvuelve la ficción de la afamada serie Outlander.
El WHW empieza en Milngavie, un barrio a las afueras de Glasgow. Se puede llegar a Milngavie en autobús desde Buchanan Bus Station, en el centro de Glasgow, con las líneas 267, 71A y 60A. También en tren con el ScotRail. Lo normal es hacer la ruta de sur a norte y acabar en Fort Williams, pero la señalización marca en ambos sentidos por lo que se puede hacer también al revés. El camino está perfectamente trazado y no hay posibilidad de pérdida; a veces discurre por anchas pistas de tierra en las que cabe un tractor y otras, por una senda peatonal. Depende de la velocidad con la que cada uno ande, el WHW se puede hacer perfectamente en 6 o 7 días, en etapas de 25 a 30 kilómetros.
El WHW discurre por zonas remotas, pero pasa por varios núcleos habitados que permiten plantear todos los finales de etapa en zonas con servicios. En esas localidades hay zonas de acampada —se permite además la acampada libre en medio del campo—, cabañas de madera, microcabañas, guest house y hoteles y lodges de diversas categorías, como el Tyndrum Lodge, los Ardlui Lochside Lodges, cerca de Inverarnan, el Buchanan Arms Hotel, en Drymen o el Best Western de Crianlarich.
Merece la pena también reservar habitación en alguno de los hoteles históricos de la ruta. Tras su uso militar, y una vez sofocada la rebelión jacobita, la pista del WHW fue usada durante mucho tiempo como camino de arrieros y vía pecuaria. De aquellos tiempos, finales del siglo XVIII, quedan algunos alojamientos históricos, antiguas paradas de postas, reconvertidos hoy en hoteles. Son muy encantadores por lo que atesoran de historia y porque están en lugares solitarios y muy bellos. Entre ellos el Drovers Inn, en Inverarnan (construido en 1705 aunque, ojo, no le han pasado una mano de pintura desde entonces), el Bridge of Orchy, en el puente del mismo nombre (renovado y muy acogedor); el Inveroran Hotel, junto al Loch Tulla; y el famoso y mítico Kinghouse del valle de Glencoe.
Todos los hoteles citados anteriormente tienen restaurante donde sirven comidas y cenas tradicionales escocesas. En Kinghouse (Glencoe), por ejemplo, tienen un estupendo restaurante anexo en el que reponer fuerzas tras una de las jornadas más largas de la ruta. Lo mejor es comprar comida en algún supermercado para un almuerzo informal en ruta y luego darse un homenaje en algún restaurante para cenar. Si prefieres la comida más tradicional, mi consejo es comer en algún pub, en los que además de buena cerveza siempre suele haber una sopa del día y un plato de carne o pescado a buen precio. Hay pubs en Drymen, Rowardennan, Tyndrum, Kinlochleven y Fort Williams, entre otras poblaciones.
En las Highland llueve 280 días al año, así que los más probable es que lo haga cuando estés caminando por allí. Imprescindibles: buenas botas con Gore Tex o material impermeable, forros polares, pantalones y chaqueta impermeables (Gore Tex o tejido similar), guantes finos, gorro y protector impermeable para la mochila.
A lo largo de la ruta hay tiendas de comestible suficientes como para poder ir haciendo la compra de cada día y no cargar con comida para todo el viaje.
Hay una página oficial del WHW con todos los datos necesarios para preparar la aventura: www.west-highland-way.co.uk
Aunque oficialmente el West Higland Way no pasa por el más famoso de los lagos escoceses, Fort Williams queda muy cerca de él y sería imperdonable no acercarse a ver sus orillas y muy en especial, las ruinas del castillo de Urquart, una fortaleza medieval que pasó por muchos avatares a lo largo de los siglos y cuyas piedras cargadas de historia forman la postal más bella del lago. Al final del lago espera Inverness, la capital de las Tierras Altas, con su bello casco histórico, su castillo y un agradable paseo fluvial a lo largo del río Ness.