La capital aragonesa es una ciudad grande, dinámica y llena de opciones para un viajero. Entre ellas, la de comer bien en muchos lugares. Desde la cocina más sencilla del recetario tradicional aragonés a las excelencias de salas con estrella Michelin, te dejo tres recomendaciones para cuando visites Zaragoza capital.
Publicado por Paco Nadal el 08 de junio de 2025.
Puerta Cinergia es un mercado gastronómico histórico en la plaza de España, en pleno centro de Zaragoza, que ha recobrado fuerza y presencia tras una remodelación y nueva dirección. Es el típico mercado gastronómico con diversos puestos de comidas muy variadas donde pides tú la comanda y te la llevas para degustar en las mesas de la sala central. Pero si quieres algo más selecto, en un entorno de restaurante clásico y servido en mesa La Brasica de Cinegia es la estrella del mercado. Un restaurante elegante con una carta basada en productos de cercanía y recetas aragonesas donde bordan las carnes y embutidos a la brasa, en especial el ternasco de Aragón, además de platos tradicionales como las migas del pastor, la chuleta estilo sidrería o las verduras frescas a la plancha.
El Tubo es la emblemática zona de copas y tapeo de Zaragoza de toda la vida. Un dédalo de callejuelas por detrás de la plaza de España que llevan décadas convertidas en el santuario de ese placer tan español que es tapear y alternar con los amigos en la barra de un bar o en una mesa de madera con taburetes y buena conversación. En El Tubo encontrarás mucha oferta y de todo tipo. Uno de los sitios más famosos y con mejor ambiente joven es el Méli del Tubo (para diferenciarlo del otro Méli Mélo de la calle Mayor, de la misma empresa) que abrió en 2016 y desde entonces es lugar de encuentro para quienes quieren comer bien pero en ambiente de jolgorio y francachela. La gran sorpresa es que pese a ser un bar de zona de tapas, no tiene el típico recetario. En El Méli se han esforzado por crear tapas nuevas, originales y de fusión, como la falsa croqueta de yuca, el chupa-chups de ternasco, las gyozas de conejo escabechado o su célebre y premiado Cave Ovum, un saquito crujiente relleno de setas, bacon y huevo con carbonara de torrezno. Un deleite epicúero que nada tiene que ver con la triste y aburrida tapa convencional.
Si lo que buscas es una cocina exquisita y original premiada desde 2012 con una estrella Michelín, tu sitio es La Prensa. Un restaurante original incluso en su ubicación, porque está en un barrio residencial, no en el centro más turístico. Pero una vez que cruzas la puerta te das cuenta de que la ubicación es lo de menos, has entrado a uno de los templos de la gastronomía zaragozana, el primero en conseguir la tan ansiada estrella. El padre de David Pérez abrió en 1970 en este mismo local un despacho de vinos a granel que daba servicio a los vecinos del barrio. Después ampliaron con una barra para servir tapas y raciones. Con el tiempo y el buen hacer de David al frente de la sala y la bodega y la incorporación en 1985 de la chef Marisa Barberán, a los fogones aquella taberna de vino peleón acabó convirtiéndose en uno de los mejores sitios para comer en Zaragoza. Tanto el menú degustación (tapas, seis pases y 2 postres) como el gastronómico (tapas, 8 pases y 3 postres) harán que tus sentidos se exciten hasta niveles estratosféricos.
Si tras tantas copiosas comidas decides pernoctar en Zaragoza -cosa que te recomiendo, porque la ciudad tiene mucho que ver-, la mejor opción para alojarte es el NH Collection Gran Hotel, que más que un hotel es un símbolo de Zaragoza. El Gran Hotel fue inaugurado en 1929, proyectado por el mismo arquitecto que hizo el Ritz de Madrid. Desde entonces ha sido el alojamiento señorial de Zaragoza, por donde han pasado todo los personajes ilustres que la visitaron. Y aún hoy lo es, además del lugar preferido para cualquier evento social. Está muy centrico, al lado del paseo de la Independencia, a un paso de la plaza del Pilar y los principales hitos turisticos.