Existió una ciudad muy importante conocida como la segunda Roma que no estaba cerca del Mediterráneo, sino muy al norte de los Alpes. Se llamaba Augusta Treverorum y fue el germen de la actual ciudad alemana de Trier, Tréveris en español. Una sorpresa para el viajero a orillas del río Mosela que cuenta con nada menos que nueve Patrimonios de la Humanidad y un legado romano que te dejará atónito, por su monumentalidad y por su ubicación. Te cuento lo que no te puedes perder en una visita a Tréveris, una de las 17 ciudades históricas de Alemania.
Publicado por Paco Nadal el 11 de noviembre de 2025.
Empieza tu visita por este gran coloso de arenisca gris, la Puerta Negra, que se erige como el emblema indiscutible de Tréveris y que ostenta el titulo de la puerta de ciudad romana mejor conservada al norte de los Alpes. Construida alrededor del año 180 d.C., su formidable estructura atestigua el poder y la ingeniería del Imperio. Su conservación casi intacta se debe a que fue convertida en una iglesia de doble planta en la Edad Media, lo que la protegió del desmantelamiento. Hoy, al cruzar sus arcos, te transportarás inmediatamente a la época de los césares, sintiendo el peso de 1.850 años de historia bajo sus imponentes sillares de piedra. La visita es muy interesante pues te permite disfrutarla desde las entrañas, y además queda al lado del Centro de Información Turística. Y también te dejo el enlace para que te descargues el mapa de la ciudad aquí.
La plaza del Mercado ofrece una postal del corazón medieval y moderno de Tréveris. Rodeada de casas gremiales con fachadas de entramado de madera, la plaza es un cruce de caminos donde se mezclan lo gótico y lo barroco. Destacan la Steipe (antigua sede del concejo municipal, hoy reconstruida) y la Cruz del Mercado, símbolos de la autonomía ciudadana. Es el lugar ideal para disfrutar el casco antiguo o sentarte en algunas de sus terrazas si el tiempo acompaña.
Erigida sobre los cimientos de una antigua iglesia romana, la catedral de Tréveris es un monumento fundamental del cristianismo y parte del conjunto Patrimonio Mundial de la UNESCO. Su historia se remonta al siglo IV, lo que la convierte en una de las catedrales más antiguas de Alemania. La compleja arquitectura exhibe una fascinante mezcla de estilos, desde los restos romanos hasta el románico, reflejando siglos de adiciones y reconstrucciones. Es famosa por albergar una de las reliquias más importantes de la cristiandad: la Santa Túnica, que le otorga un profundo significado espiritual y cultural para millones de peregrinos. Está a tan solo dos minutos andando de la plaza del Mercado.
Anexa a la Catedral, esta iglesia es una joya del gótico temprano alemán y otra pieza esencial del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su construcción se inició en 1230 y tiene una planta en forma de rosa mística que simboliza la Virgen María. Es uno de los primeros ejemplos de templo enteramente en estilo gótico francés en Alemania, caracterizado por sus grandes ventanales y su ligereza estructural. Su diseño interior, luminoso y armonioso, contrasta con la robustez de la catedral.
Originalmente fue el salón del trono del emperador Constantino. Una imponente estructura que es la mayor sala única no dividida que ha sobrevivido de la Antigüedad. Construida alrededor del año 310 d.C., es un testimonio innegable del inmenso poder imperial que Tréveris ostentó. Aunque la estructura exterior es sencilla y de ladrillo, su interior, con 67 metros de longitud y 33 metros de altura, evoca asombro por su escala monumental y acústica. Tras servir como sede de gobierno y más tarde como palacio, hoy funciona como una iglesia protestante, la Iglesia del Redentor.
Este palacio es un majestuoso ejemplo de la arquitectura rococó y una curiosa yuxtaposición histórica, ya que su ala sur casi se adhiere a la Basílica de Constantino. Fue la residencia de los Príncipes Electores de Tréveris y es notable por su fachada ornamentada en un suave tono rosa y por su entorno, especialmente el hermoso jardín palaciego que invita a la calma y a un paseo refinado. Aunque el palacio en sí mismo es posterior a la era romana, su presencia cerca de los monumentos antiguos subraya la continuidad del poder y la autoridad a lo largo de los siglos en esta ciudad.
Si bien las ruinas que vemos hoy son imponentes, solo sugieren la vasta escala y el lujo que estas termas alcanzaron. Eran uno de los mayores complejos de baños del Imperio Romano, construidas a principios del siglo IV d.C. bajo el gobierno de Constantino. El objetivo principal era el ocio público y la higiene, reflejando el sofisticado estilo de vida romano en sus provincias. No te pierdas los restos del caldarium y el extenso sistema de túneles, que ofrecen una visión profunda de la avanzada infraestructura termal romana.
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Construidas en el siglo II d.C., estas termas son aún más antiguas que las del kaiser y en su momento de esplendor se consideraban el complejo termal romano más grande al norte de los Alpes. Aunque hoy solo quedan extensos cimientos y restos de muros bajos, representan la cúspide de la ingeniería hidráulica y la vida social romana. Su nombre moderno proviene del barrio medieval donde se ubicaron. Al caminar por sus cimientos, uno puede imaginar el flujo diario de miles de ciudadanos que venían a socializar, ejercitarse y disfrutar de los lujosos baños públicos.
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El anfiteatro de Tréveris, con capacidad para unos 20.000 espectadores, fue el centro de entretenimiento de la ciudad romana, diseñado para acoger luchas de gladiadores, cacerías de animales y ejecuciones públicas. Construido en el siglo II d.C., sus ruinas permiten a los visitantes descender a la arena y explorar las mazmorras subterráneas, o cellae, donde se alojaban gladiadores y bestias antes de los espectáculos. Se halla al pie del monte Petrisberg y es un sitio que captura la brutalidad y la grandiosidad de la cultura popular romana, un eco del panem et circenses. Si quieres visitarlo, puedes comprar entradas en esta web. Adultos desde 4€.
Cruzando el río Mosela, el puente Romano es la estructura más antigua de Alemania con pilares originales aún en uso. Nueve de sus bases de piedra arenisca datan del siglo II d.C., aunque la superestructura de madera (y más tarde de piedra) ha sido reemplazada varias veces a lo largo de los siglos. Este puente ha soportado el tráfico terrestre durante dos milenios, simbolizando la duradera habilidad constructiva romana. Su funcionalidad ininterrumpida lo convierte en un hito histórico vivo y esencial para la ciudad, uniendo ambas orillas tal como lo hizo en la Antigüedad.
Comedor interior Das Weinhaus Trier
Un restaurante‑vinoteca bien ubicado cerca al centro, accesible para una comida o para un aperitivo de vinos. Es un negocio familiar que combina restaurante, tienda de vinos y una amplia selección de vinos de la región de Mosela, Saar y Ruwer, donde además puedes comprarlos al precio del productor. Se recomienda reservar mesa si quieres comer, ya que el restaurante puede estar concurrido.
Weinstube Kesselstatt es una vinoteca y restaurante ubicado en Tréveris, junto al histórico Palais Kesselstatt, con vinos propios de la región de Mosela, Saar y Ruwer. Ofrece cocina regional alemana y una amplia selección de vinos en un ambiente tradicional y acogedor. Su terraza en el jardín del palacio y las bodegas centenarias lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de una experiencia enológica única. También organiza catas y eventos especiales en torno al vino.